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Alexander tomo la mano derecha de Magnus que había estado reposada sobre su hombro y besarla. Magnus soltó un suspiro quedo.

Alec dirigió sus labios al cuello de Magnus dejando ligeros besos superficiales y algunos chupetones leves arrancando gemido por gemido a su amante; Magnus enredo sus dedos en la cabellera negra de Alexander tirando levemente de ellos.

—Alec... —. Alexander alzo la vista, centrándose en la marrón de Magnus, sus miradas se conectaron y Alexander se sintió en el lugar y momento indicado por primera vez en muchos años.

Sentado sobre su regazo, Magnus enroscó sus brazos en el cuello de Alexander para halarlo y así, poder besarlo lentamente, con pasión y amor. Sus lenguas no tardaron en encontrarse y acariciarse el uno al otro. La mano de Alec descendió por la espalda descubierta de Magnus, pasando desde su espalda baja, rozar su trasero y quedarse allí, esperando alguna indicación.

Magnus se aparto de él sin aliento, sus manos con anillos chocar y tocar con cada músculo que el nephilim poseía, pasando hacia la mejilla de Alec y quedarse allí.

—Sino quieres hacerlo, no tienes por que presionarte, Alexander.

—No —. Respondió en un susurro, con un movimiento grácil, Magnus quedo debajo de su cuerpo y Alec entre sus piernas, sentir como los muslos de Magnus se enroscaban en su cintura le volvía a dar aquel pánico tranquilizador quien solo Magnus podía darle —. Solo... Solo no se que hacer, no se si lo que yo haga te hará sentir bien, adolorido o sentir el máximo placer. No lo se, Mags.

Magnus, quien se le había ido la respiración con tales palabras, lo atrajo hacia si besándolo con profundidad sacando un gemido de Alexander y que sus manos se afianzaran en su cintura juntando sus caderas y Magnus sentir la erección de Alexander junto al suyo arrancando un gemido largo, balbuceando algo que dejo perplejo a Alexander.

—¿Q..que?

—Quiero que pierdas el control... Quiero que lo hagas, Alec. Porque, pase lo que pase, yo te pertenezco y sin importar lo que hagas, se que no lo harás para dañarme. Por eso quiero, que ahora mismo, pierdas el control. Que hagas de mi lo que siempre quisiste.

Alec no le dio cabida a hablar más, sus labios devoraron los de Magnus en un beso feroz, sus manos dirigirse a los pantalones negros y ceñidos que su Magnus traía, desabrochandolo y tocar la piel de su pelvis directamente.

—Eres perfecto...

Alec tiro de los pantalones de Magnus junto con su ropa interior, y observar embelesado como era tener a Magnus desnudo bajo suyo, temblando de placer y con las mejillas sonrosadas.

Descendiendo sus labios por su rostro, su clavícula, desembocar sobre su estómago con ombligo, rozar con los dientes la pelvis de Magnus. Sentir como el brujo se erizaba bajo su tacto y jadeaba su nombre en suaves suspiros. Tomando su miembro entre sus labios fue como obtuvo el primer gemido primitivo de Magnus. Subiendo y bajando por toda su longitud hasta que Magnus suplico que parase.

—Basta cariño —. Dijo entre jadeos, observando a la lujuria en persona que era Alexander entre sus piernas, con los labios brillantes y los ojos acuosos —. No quiero que termine tan pronto.

Y Alec tuvo una idea, la única forma de hacer esto mas rápido y placentero para ambos. Tomando a Magnus firmemente de los muslos atrajo su cadera hasta que estuvo muy cerca de él, en medio del grito pequeño de sorpresa de Magnus, Alec separo ambas nalgas observando aquel pequeño y fruncido agujero rosado de Magnus y la excitación le dio de golpe sin poder evitar lamer la entrada de Magnus.

Settle Down |Malec-AU|Where stories live. Discover now