Soulmate [CERRADO] [Personaje x Lectora]

Murasakibara Atsushi x Lector [KnB]

Soulmate/universo alterno, época medieval. Caballeros, princesas, reyes, etc. 

Al estar cerca de tu Soulmate cualquier herida de gravedad sanará al instante, sin dejar cicatriz.

(T/N) (T/A), hermana mayor de tres hermanos y dos niñas, la hija mayor del Lord Takeshi, observo partir a su padre con sus mejores soldados. Junto sus manos delante, encima de su vientre y rezo en silencio para que volvieran a salvo a casa. 

Últimamente, el Lord Nozomi estuvo amenazando con tomar sus tierras exclamando que le pertenecían antes de que el padre de Takeshi se apoderara de ellas. Era una guerra inútil e infantil, según había dicho su padre. No merecía la pena perder así a sus soldados y futura tregua entre ellos. 

A (T/N) iban a casarla con el hijo mayor de Nozomi, cosa que le pareció extremadamente horrorosa. 

La mujer —tiene 25 años— creía fielmente en las almas gemelas. Su único problema seria el encontrarlo, ya que al ser una Princesa, o Lady como suelen decirle seguido, no tenía del todo permitido ir al pueblo de sus tierras. Su padre consideraba aquello peligroso. Si le permitía ir al bosque con su caballo —obviamente bien acompañada de un caballero— 

Retomando el tema de Nozomi con su intento de apoderarse de sus territorios, Takeshi contaba con la ayuda de una casa poderosa, que siempre les brindaría su ayuda debido a la buena relación de los Lord's y de sus comerciantes.

La casa Murasakibara era bien conocida por sus grandes cocineros y enormes guerreros. Además de ser una familia numerosa. 

Miro de reojo a su nuevo guardián y caballero. Alto, mucho mas alto que sus hermanos mayores que medían un metro ochenta. Con largo cabello morado y ojos del mismo color. Le parecía raro ver a un caballero con tremenda altura, considerando que los de su Casa siempre eran de una altura considerable, ni muy altos ni muy bajos, estatura normal. 

Escucho historias sobre Atsushi, el joven guerrero adicto a los dulces. 

Sus hermanas se abrazaban a su nana, llorando tanto por su padre y por sus hermanos que ya tenían la edad suficiente —a pesar de tener aún 18— para ir al campo de batalla. 

—Shh, tranquilas. —(T/N) acudió a ellas al instante, con una sonrisa tranquila en sus labios. —Regresaran, fueron entrenados por el mejor guerrero. 

Las pequeñas asintieron y dejaron que su nana las guiara de nuevo a la seguridad del castillo. La joven princesa inspiro hondo, sabiendo muy bien cuales son sus responsabilidades. Ahora con la ausencia del Lord de sus tierras, esta era propensa a ser invadida por otros. Pero mientras la familia Murasakibara estuviera rondando por aquí, dudaba que alguien se acercara. 

Atsushi parecía adormilado y cansado, aunque es algo típico de el, pensó la Lady. La brillante y enorme armadura de plata brillaba como una estrella y lo hacía lucir incluso mas grande que sin ella. 

—Atsushi. —le llamo con suavidad y pronto, la luz que anteriormente iluminaba su figura, fue tapada por la sombra de Murasakibara.— ¿Quieres comer algo conmigo? Debes tener hambre. 

Este parpadeo con lentitud. —¿Eh? ¿Esta segura, Mi Lady?~ 

Ella le sonrió. —Por supuesto, mi lord. Su compañia me subira el animo.