Yukine x Lector [Noragami]

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[Después de la muerte, tu alma gemela se convierte en tu ángel guardián] 


Sus dedos trazaron con suavidad la cicatriz de su brazo, con un vago recuerdo merodeando por su cabeza. Un recuerdo demasiado viejo, de cuando tenía trece años. Pero seguía intacto, sin importar la cantidad de años que pudieran pasar. 

—¿Mamá? —alguien jalo de su ropa y al girar, enorme ojos oscuros la miraron fijamente, casi con preocupación. —¿Estas bien? —llevaba el cabello rubio atado en dos coletas altas, y mordisqueaba su labio inferior, provocando ternura en ella.

Le sonrió con amor y beso la frente de su hija, a la vez que encendía el auto. Se había quedado pensando mientras la llevaba al colegio. 

—Si, si. Perdón, mamá tiene muchas cosas en la cabeza últimamente. —la pequeña de doce ladeo la cabeza, preguntándose que podría preocuparle tanto a un adulto. —¿Pasa algo? —el dedo índice de su hija hizo contacto con el tatuaje en forma de copo de nieve de su cuello. 

—Siempre tuve curiosidad..acerca de tu alma gemela. —murmuró con timidez. Akira rara vez se comportaba con timidez alrededor de su madre adoptiva. La rubia acarició la parte interna de su brazo izquierdo, donde tenía el tatuaje que la guiaría a su alma gemela. 

(T/n) de veintiocho años, supuso que algún día iba a cuestionarle sobre ello. Miro la hora del reloj, tenía tiempo para contarle un poco. 

—Hmm, ¿qué quieres saber, Aki-chan? —paso con gentileza su mano sobre la cabeza de su hija. 

—¿Por que no estas con el? Eres una buena mamá, así que..estoy segura que también eres una buena alma gemela. ¿No lo encontraste? ¿Quieres que te ayude? 

La mirada (c/d/o) se entristeció ligeramente, y decidió contarle al respecto. 

—Hay veces, en que las almas gemelas no logran estar juntas. —el tatuaje en su cuello ardio un poco. —Por lo menos, no físicamente. 


Suspiro con pesadez, escondiéndose detrás de un árbol. La herida provocada por aquel espíritu fue bastante profunda, porque sangraba bastante. Todavía sentía el palpitar desbocado de su corazón dentro de su pecho.  Había salido a comprar algo para su madre, y por ser curiosa —siguió una pequeña bola de luz— termino dentro de un callejón sin salida. 

Se alejó bastante de casa, así que lo mejor sería volver sobre sus pasos. Pero apenas giró para salir, con la bolsa del supermercado colgando de su brazo, sintió una respiración pesada sobre su cabeza. Pegó un salto, a la vez que ahogaba un grito. Era un ser que nunca en su vida vio, con la boca abierta y llena de dientes filosos. 

Araño su brazo justamente, haciendo un tajo bastante profundo en su piel. Tapó la herida con su otra mano y corrió por debajo de sus piernas, asustada y temblorosa. 

¿A donde ir? ¿Donde esconderse? 

No tenía celular como para llamar a su madre y a esa hora no hay mucha gente tampoco en la calle. 

El suelo bajo sus pies tembló, el monstruo ese volvía a acercarse, posiblemente siguiendo el rastro de su sangre. Se hizo lo más pequeña posible, rezando en silencio a cualquier Dios que pudiera oírla. Se produjo silencio, donde únicamente escucho al viento mover las ramas de los árboles, sacudiendo las hojas. 

Seguido de una voz masculina y una luz fuerte la cegó durante unos segundos. 

Al parpadear, había un chico de cabello rubio y bellos ojos color anaranjados. Parecía regañar a otro de cabello azabache, que solo sacaba la lengua y se rascaba la nuca, con poco interés. 

Soulmate [CERRADO] [Personaje x Lectora]Onde histórias criam vida. Descubra agora