Akutagawa Ryunosuke x Lector [BSD]

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[Los opuestos se atraen] 


Ojos azules pasearon por la habitación, había ordenado el escritorio de todos. Sobre todo el de Dazai y el de Ranpo —el último mantenía envoltorios de dulces escondidos en cada cajón— con un suspiro, limpio el sudor de su frente. Kunikida, le dio una palmada en el hombro y esta le correspondió con una sonrisa. 

(T/n) es la más pequeña de la agencia de detectives junto con Atsushi. Había llegado a la agencia con apenas dieciséis años, en compañia de Dazai. 

(T/n) es la hermana menor de Sakunosuke Oda, y el día que murió fue cuando finalmente se enteró que trabajaba para la Port Mafia. Aunque si era sincera, en el fondo siempre supo que su hermano estuvo en algo raro, mas nunca se lo cuestiono, porque siempre se aseguraba de mantenerla a salvo y lejos de cualquier peligro. 

Y al igual que el, ella también posee una habilidad. 

Se acercó a la ventana más cercana, controlando a las plantas. Y chasqueo la lengua al ver a un par marchitándose. Apoyó su mano con gentileza sobre las hojas secas y estas poco a poco, comenzaron a retomar su color verde vibrante. Las vio revivir, y algunas flores nuevas emergieron de la tierra de la maceta. 

—Dazai-san, te dije mil veces que cuides de tus plantas. —se quejo la adolescente de dieciocho años, sus ojos azulados iguales a los de Sakunosuke atravesaron al castaño, que se mantenía en el sofá, descansando. —¡Dazai-san!

—¡No te enojes, (T/n)-chan!~ Te saldrán arrugas. —algo se enroscó en su tobillo y pronto estaba en el suelo, enredado entre una capa espesa de maleza. Desde lejos, parecía un arbusto con cabeza. 

Kunikida desde su escritorio esbozo una sonrisa de lado. —Debería pagarte para que hagas eso mas seguido, (T/n). 

La habilidad de la adolescente es «Vida» 

La naturaleza habla con ella y le hace caso, la protege mejor dicho. Desde pequeña que puede hacerlo, aunque no fue del todo fácil controlarlo. Sakunosuke siempre la ayudaba cuando se le iba de las manos y terminaba llenando la casa de plantas o lianas. 

Ante el recuerdo de su hermano, llevó sus ojos azules, iguales a los de él, a la ventana. La ciudad brillaba gracias a la luz potente del sol, era uno de esos días tranquilos donde no tenían demasiado trabajo. Casos sencillos y eso. 

Alguien palmeo su hombro con gentileza, era Dazai, sonriente y con aún algo de maleza en su cabello castaño. Recordó cómo fue el quien le avisó lo que sucedió con su hermano, y como le prometió con mirada seria que el se haría cargo de ella. Hasta el día de hoy, el joven detective y ex miembro de la Port Mafia se comportaba como un hermano a su alrededor y cuando quería —mayormente en modo dramático— como un padre. 

—¿Que sucede, Dazai-san? —cuestionó, ante su sonrisa traviesa. Le entregó unos papeles, son sobre un caso sencillo y elevó ambas cejas. —¿No es tuyo esto? 

—Se que no te gusta estar tanto tiempo aquí, así que elegí un caso fácil para ti~ 

—En realidad es tuyo pero no lo quieres hacer...—murmuró con una pequeña gota de sudor resbalando por su cabeza. 

Escucho a Kunikida estampar las manos sobre su escritorio. —¡Oi! ¡Dazai! ¡Haz tu trabajo! 

El castaño rodeo los hombros de la Oda y la estrechó contra su cuerpo de forma amistosa. —¿Que dices~? Ya es hora de que mi niña comience a resolver casos. —la mencionada se quejo en voz alta, diciendo que no es una niña.— Además~ es algo sencillo. Verás, hubo un asalto en una florería cercana, y tu puedes comunicarte con la naturaleza, ¿verdad?

Soulmate [CERRADO] [Personaje x Lectora]Onde histórias criam vida. Descubra agora