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Recordaba cuando paseaba por las calles y las escuchaba decir que se veía tan seguro como James Dean, cuando le decían que todo en él era magnético. Así solía ser, tan seguro de sí mismo, disfrutaba darles que hablar a las muchachas que se paseaban con poca ropa para poder llamar su atención, le gustaba tener a todos hablando de él, por aquí y lo allá, le gustaba que todos murmuraran mientras él caminaba, porque era Calum Hood. Recordaba que a pesar de haber tenido a millones de mujeres aclamándolo él solo se había podido fijar en Lola, ella tenía algo que lo había atrapado desde el momento que la vio en una de las campañas deportivas que tanto acostumbraba hacer. No sabía si había sido el oscuro de su cabello o el azul de sus ojos, sabía que estaba enamorado de ella pero tenía miedo de sus sentimientos, se arrepentía de no habérselo dicho nunca, de no haber correspondido a sus tantos te amo. De lo que más se arrepentía era de haber sido la persona que ella amaba y él mismo haber acabado con su vida. Sabía que nunca podría remediar aquel acto atroz que había cometido. Siempre se preguntaba como sería su vida en esos momentos si él no hubiera estado bajo los efectos de narcóticos cuando Lola le dijo que esperaba su bebé. Sin embargo, eso era un sueño, no podía cambiar el pasado, ya no era el mismo Calum Hood que todos aclamaban a gritos. Ahora estaba allí, las muchachas huirían de él, todos hablarían de él, pero de los días que había pasado en ese estúpido sitio. Quería ser el Calum de antes, quería su vida de antes, quería sus lujos de antes, porque el dinero es éxito, solo quería volver a tener todas sus cosas, quería de vuelta su gran hogar, su auto, todo.

—Hey, tú, imbécil.— Miró a la persona que se refería a él como un imbécil, se tensó, las venas de sus brazos y cuello se marcaron. Como si de una víbora se tratase, saltó hasta su presa, atrapándola y atacándola, dio fuertes puñetazos, en el rostro, abdomen y mandíbula de aquel individuo. No le importaba que los policías le gritaran que ya parará, nadie lo llamaba imbécil, no a él. Nadie llamaba imbécil a Calum Hood.

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box ♡ calum hoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora