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No había dejado de llorar desde que él había salido por esa puerta dejándola completamente sola, seguía despojada de sus prendas sumida en esas sábanas blancas y se sentía la peor escoria del mundo. Sentía que era un objeto, había sido usada por un hombre al que estaba empezando a tenerle más afecto de lo que ella quisiera, o al menos así lo veía ella. A sus cortos 16 años sabía lo que era sentirse desdichada y lo que era tener el corazón tan roto que podría vomitarlo en cualquier momento. Un agudo dolor le hinco en la parte baja del vientre, cosa que la hizo retorcerse de una manera casi demoniaca, su teléfono empezó a vibrar haciendo eco con las paredes debido al silencio, que de no ser porque ella mordía la almohada para acallar sus quejidos de dolor este se hubiera roto hace rato. No contesto, hasta que este casi se cae de la mesita de noche, se aclaró la garganta y sorbió su nariz con fuerza para calmarse antes de contestar.

"Hola mamá" respiro hondo y sonrió tratando de sonar muy normal, pues no quería que su madre se enterara de eso ya que supuestamente estaba en una escuela, internada, porque según ella necesitaba mejorar sus calificaciones, pero por el momento no había problema pues había registrado su número en vez de poner el de su madre.

"¿Cómo te está yendo allá? ¿No tienes problemas con los insectos?" dudo unos segundos antes de responderle, la voz de su madre tenía cierto toque de emoción, y por otro lado, ella estaba teniendo problemas pero no precisamente con insectos picando su piel. ¿Qué pensaría su madre de ella si supiera la clase de cosas que estaba haciendo? ¿La seguiría queriendo después de todo?

"¡Fantástico!" aguanto sus ganas de chillar de dolor y se puso en pie con gran dificultad, se paró frente al espejo y no puedo evitar sentir asco hacia sí misma. Las marcas en su cuerpo eran más que evidentes, su cabello estaba pegado a su rostro debido a sus lágrimas, y sus mejillas y nariz estaban rojas por la irritación. Que desastre. "Mamá, yo...debo irme, tengo evaluación de...geografía dentro de poco, te quiero y adiós"

Colgó antes de recibir alguna respuesta y lanzo su teléfono a la cama, se dejó caer al suelo, de pronto el dolor de su alma se volvió mucho más agudo que el corporal.

Paso horas acostada, haciendo nada y lamentándose lo desdichada que era su vida. Se sentía estúpida porque estaba esperando que él vuelva, era estúpido que aún lo quisiera después de todo pero lo seguía queriendo, trato de recordar los pocos momentos que tuvieron juntos. Intento dormir pero su estómago rogándole por comida lo impedía, ni siquiera era capaz de moverse porque si no el dolor volvería a ella. Ya era tarde y su papi no aparecía, pensó en la posibilidad que había de que él se olvide de ella, que todo lo que le había dicho era una farsa.

La puerta se abrió y ella no hizo más que aferrarse más a las sabanas y soltar un pequeño ligero de terror, que apenas se logró escuchar. Cerró los ojos con fuerza, pensando que quizá un ladrón había entrado a la casa, pero descarto esa idea porque había mucha seguridad en aquella enorme mansión. Cada esquina debía tener al menos una cámara que registrase todos los movimientos, sus mejillas enrojecieron y su corazón se aceleró con solo imaginarse que todo lo que ella y su papi habían hecho había sido grabado.

"¿Estas dormida, pequeña?" el cabello de su rostro fue alejado y plantaron un beso en su mejilla, suspiro y cerró los ojos con fuerza cuando la persona se tiro a su lado sin ningún cuidado. Tiro de ella con fuerza y le regalo una sonrisa que ilumino toda la habitación. Calum tenía el cabello casi cubriendo su rostro y se notaba bastante cansado, pestañeó varias veces sin decirle ninguna palabra, solo quería llorar y decirle lo mucho que lo odiaba. "¿Estas bien, pequeña?"

Entorno los ojos y entre abrió los labios para decir algo, cosa que no hizo ya que estaba demasiado cansada como para reprocharle algo. Él tampoco le dijo nada, no hizo más que tomarla entre sus brazos y alzarla de una manera nupcial, emitió un gemido de dolor, el dolor en su vientre otra vez la hizo retorcerse.

"Papi" murmuro aferrándose al cuello del mayor en busca de conforte. Este beso su frente y se dirigió al cuarto de baño, donde la dejo sobre la tapa del váter e hinco amabas rodillas para mirarla desde allí.

"¿Me sigues queriendo después de todo?"

"Si, papi"

box ♡ calum hoodWhere stories live. Discover now