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Sus manos estaban entrelazadas por sobre la mesa mientras comían las diferentes clases de frutas y panes que estaban en la gran mesa, muy exagerada para ser solo dos personas. Por más personal doméstico que habitara en la gran mansión, que fácilmente se podía confundir con un palacio, estos no cenaban ni interactuaban con ellos. Cosa que le parecía realmente aburrido, no es que a ella no le baste con charlar con Calum, simplemente que él a veces era tan frío que con la mirada podía decirte muchas cosas como que estaba enojado o cansado.

"¿Por qué ellos no desayunan con nosotros, papi?" sus dedos pasaron con suavidad sobre el dorso de la mano de el muchacho y delineo el tatuaje que se encontraba en este.

"Son diferentes a nosotros, princesa" le regalo una bonita sonrisa para volver a poner atención a su plato casi vacío. El pecho de Calum se infló de felicidad cuando su teléfono vibro sobre la mesa, de un salto de paro de la mesa y se fue dejando un beso en la coronilla de Diane, quien solo se limito a suspirar y juguetear con las frutas que le quedaban en su plato.

La iba a dejar, como lo había hecho su padre años atrás, recordaba ese momento a la perfección. El hombre había dicho que se iría a trabajar y volvería el Lunes, cosa que jamás sucedió, había mantenido la comunicación con ella pero ya nada era como antes. No había ese cariño padre e hija.

Se puso de pie para llevar los platos a la cocina y facilitar la limpieza de estos. Ingreso a ese lugar donde todos fijaron la vista en ella, habían cientos de personas con las que ella podría hablar cuando su papi no estuviera en casa. Sonrió llena de felicidad y avanzó a paso seguro hasta dejar los platos al lavador, pero estos fueron arrebatados de sus manos por una mujer mayor que tenia el rostro palidecido y una mueca de espanto en este. ¿Qué le podría atemorizar tanto? ¿Acaso ella daba miedo? ¿Tan mal se veía? Sabia que las pijamas de seda no les parecían lindas a todos, pero esas eran muy lindas, tenían encaje y eran color perla.

"U-usted no debe estar aquí" susurro tan bajo que ella apenas la escuchó, giro rápidamente y empezó a lavar los trastes con la mirada de los demás en ella, debían ser unos 15 por lo menos. La mujer se giro sin dejar de refregar la vajilla y soltó un prolongado suspiro. "¿Ustedes no tienen labores que cumplir? ¡Vayan ahora mismo, sarta de badulaques!"

Agito un par de veces un mantel y se giro a observar a Diane, quien ahora estaba ordenando algunos cubiertos que estaban tirados sobre la mesa. Adeline rápidamente cerro la llave del agua y le quito los cubiertos a la pequeña. Le pareció un gesto muy lindo de parte de la niña pero ella no debía estar allí.

"Debes irte, antes de que el Señor Hood se de cuenta de que estas aquí" menciono a su papi con cierto temor mientras pasaba un mechón del cabello de Diane por detrás de su oreja para acomodarlo. "Él, despidió al chofer hace unas horas"

"Mi papi no esta, se fue" se sentó en una de las sillas del comedor y miro a la mujer con una sonrisa. "¿Cuál es su nombre?"

La mujer suspiro exhausta, no tenia caso tratar de explicarle las cosas a esa niña que debía ser 10 años menos que el Señor Hood, lo que él hacia era un delito y aún peor si es que esa niña era su hija.

"Adeline" se dispuso a seguir a la niña que ahora iba al patio trasero.

Diane se quedo boquiabierta al ver la cantidad de plantas y la gran piscina que adornaban este. Recordaba que había estado allí una vez pero no había visto esa maravilla de tal manera. Quito su pijama rápidamente y salto a la piscina sin decir nada. Adeline se acerco un poco y la miro unos segundos. Que niña llena de vida.

"¿No quiere entrar?" Diane se acercó a  la orilla y miro a Adeline pestañeando varias veces por la incomodidad del agua en sus ojos. La mujer negó rápidamente y retrocedió para sentarse en el césped para admirar a aquella niña que parecía una pequeña sirena nadando y divirtiéndose en el agua. Paso horas así, hasta que sintió sus dedos arrugarse en el agua tal y como si fuera una anciana.

"Voy a peinarte, ¿te gustaría?" Adeline cepillo con cuidado el mojado cabello de la muchacha y empezó a trenzarlo con suavidad. Un sonido de un claxon alarmó a Diane quien salio corriendo hasta la entrada, sin importarle que aun estuviera en ropa interior. Su pecho se agito un par de veces al ver un auto que nunca había visto antes. Vio a su papi dentro de ese auto junto con otro hombre, muy apuesto.

"¡Papi! ¡Papi!" corrió hacia él cuando se bajo del auto junto con el otro hombre. Enredo sus piernas alrededor de él, abrasándolo. Suspiro contra su pecho y beso su mejilla.

"Hola, princesa" la bajo de sus brazos y le sonrió. Miro al otro hombre y arrugo el entrecejo al encontrarlo mirando a la pequeña como si fuera un trozo de carne. "Diane, saluda a Ashton, es mi socio"

"U-un gusto, S-Señor, Ashton" miro al suelo y sintió sus mejillas arder por la vergüenza. Nunca había conocido a los amigos de su papi y eso era realmente raro.

"Princesa ve adentro y esperame en tu habitación" Ella se limito a asentir y corre hacia adentro y sentarse en el borde de su cama. Justo como le había dicho su papi, se tumbo en la cama y espero un par de minutos hasta que el moreno entró a la habitación y se sentó a su lado. Tomo su mano y beso los nudillos de esta.

"Te amo tanto" beso el dorso de su mano incontables veces y dejo un beso en su cien. Pensó que algo estaba mal, eran muy pocas las veces que él era así, así que su cabeza empezó a crear miles de teorías sobre su comportamiento. Le recordó a su padre, antes de dejarla la llevo a pasear a diferentes sitios y se comporto como nunca. "Debo ir a una gira pero volveré el Lunes"

box ♡ calum hoodWhere stories live. Discover now