Rose Eileen Snape y su tercera generación

El sombrero seleccionador

—¡Dios! No puedo creer que esté de nuevo aquí —dijo Rose abrazando a Regulus y a Ted—. De nuevo abrazaré a Copo de nieve (El unicornio que le regaló Hagrid cuando cumplió dos años) no lo veo desde que salimos de clases en junio.

—Debe ser extraño para ti haber vivido en el castillo desde siempre, desde que naciste y sólo regresar a tú casa en el verano —comentaba Ted.

—No lo sé —respondió ella—. Así ha sido siempre para mí, en cambio ustedes han tenido ese tren de vida desde los once años.

—¡Los de primer curso por aquí! —vociferaba la voz de Hagrid mientras blandía un enorme farol .

- ¡Wow! Allá van los enanos nuevos – Dijo Regulus riendo – Están nerviosos.

- Tú también lo estabas cuando entraste zopenco – Comentó Ted riendo mientras le azotaba la cabeza – No creas que no lo recuerdo.

- Si Regulus, recuerda que tú y yo estábamos en primero, muertos del miedo porque aunque yo he vivido aquí toda mi vida, a los once comenzaría a tomar clases mientras tú Ted, ya estabas en segundo, muy seguro de ti mismo – Dijo Rose.

Ted rió y la estrechó con más fuerza mientras se dirigían a las carretas que los transportarían al castillo.

Los alumnos de primer curso siguieron a Hagrid hasta las barcas que debían abordar de dos en dos. Rosie, Albus, Scorpius, Peter, Charlotte y Osiris permanecían muy juntos y expectantes esperando su turno de abordar las barcas, pero antes de hacerlo, Arthur y Molly (Molly la hija de Fred y Arthur el hijo de George) llegaron ante ellos con sendas sonrisas, Molly jugueteando con sus rojos mechones de cabello y Arthur lanzando un galeón al aire y atrapándolo después.

- ¿Qué hacen aquí queridos primos? ¿Piensan Viajar en las barcas? Pensé que a partir del segundo curso debían viajar en carretas – Dijo Albus Potter con ironía.

- Tienes razón primito – Respondió Molly – El primo Arthur y yo viajaremos en carretas, pero antes quisimos hacerles una pequeña advertencia, ya sabes, para que no los tome desprevenidos.

- ¿Ah sí? – Inquirió Albus mirándola con suspicacia.

-Si – Respondió Arthur – Es que queríamos advertirles de lo doloroso que es colocarse el sombrero seleccionador, de verdad provoca un terrible dolor de cabeza que prefieres estar muerto antes que seguir usándolo.

- Y a veces tarda horas en tomar una decisión para poder seleccionarte ¿Se imaginan que tortura? – Concluyó Molly aguantando la risa al igual que su primo Arthur.

- ¡Por Merlín! ¿De veras? –Preguntó Scorpius asustadísimo.

- Por supuesto que no Scorpius – Le respondió Rosie - ¿No has leído historia de Hogwarts? Allí no se menciona nada de eso, así que no tenemos nada que temer – Concluyó luego acariciando el cabello de Peter que temblaba como una hoja.

- ¡Bahh prima! Eres una aguafiestas – Le dijo Arthur riendo.

- ¿Acaso se les olvida que mi madre es enfermera en Hogwarts y que por lo tanto he vivido aquí toda mi vida? – Inquirió Charlotte (la hija de Eileen y Jean Baptiste) con los brazos en jarras.

- Hemos visto esa ceremonia de selección cientos de veces – La secundó Osiris.

- ¡Cielos! sí que pasamos ése enorme detalle por alto – Dijo Arthur antes de marcharse junto a Molly hacia sus carretas.

- ¡Payasos! – Exclamó Albus.

Al cabo de unos minutos, la imponente figura del hermoso castillo medieval se fue haciendo cada vez más nítida a través de la niebla que imperaba sobre el lago negro haciéndolo lucir tenebroso.