Golosina Milagrosa

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Por un momento el silencio se apoderó de aquella misteriosa sala y la tensión podía cortarse con un cuchillo, solo se escuchaba el llanto de Lily y Ginny que acunaba a su hijo en sus brazos como si fuera un niño pequeño, Lily también abrazaba a su hija pero sus verdes ojos estaban clavados sobre su nieto. Regulus, James, Ted y Madeline parecían más bien estatuas, ninguno se atrevía a decir nada ni a hacer el menor movimiento, pero de pronto, Harry aun de rodillas como se había dejado caer luego de ver a Albus Severus inerte, se levantó con parsimonia y de la misma manera desenfundó su varita para apuntar con ella a Tom Ryddle junior que parecía tan sorprendido y asustado como los demás presentes, incluso, ni siquiera se había molestado en recoger la varita que se le había escapado de las manos tras un encantamiento de desarme arrojado por el mismo hombre que ahora le apuntaba.

- Ahora si me las pagarás MALDITO MOCOSO - Gritó Harry fuera de si.

- NOOOOO - Rebatió el señor Ryddle tomándole la varita con las manos.

Hubo un forcejeo.

- ¡BASTA! - Espetó Ryddle junior reaccionando al fin - No lo maté, no lo hice.

- ¿Entonces qué le hiciste? - Inquirió Regulus mirándolo con asco - ¿Qué rayos le hiciste para dejarlo en ese estado?

- De la varita salió una especie de rayo purpura que lo atravesó - Contestó Rose sollozando mientras Lily la acariciaba - Por favor mamá, suéltame, sácanos de aquí.

Fue cuando todos cayeron en la cuenta de que ambos cautivos aún permanecían atados de modo que Lily apuntando las cadenas que apresaban las muñecas y tobillos de su hija exclamó:

- ¡Relashio!

Ginny hizo lo mismo con las ataduras de Albus.

- Utilizaste entonces un encantamiento aturdidor de alta potencia - Analizó Dumbledore visiblemente aliviado - Esa es magia muy antigua y oscura.

- ¿Por qué Ryddle? ¿Por qué haces estas cosas? - Inquirió Lily mirándolo con una expresión de profunda tristeza.

- Porque siento la necesidad de hacerlo - Contestó el muchacho con rabia - Porque todos ustedes no son más que escoria, basura y un lastre que infecta el mundo de la magia - Y al terminar de decir su respuesta escupió en el suelo con profundo desprecio.

- Sé que no eres así Ryddle - Espetó Madeline Wilson mirándolo con indulgencia - Algo me lo dice, profesor Dumbledore... los caramelos, tal vez ellos podrían ayudar.

- ¿De qué hablas? ¿Te refieres a los caramelos de sortilegios Weasmalf internacional? - Inquirió Ted Lupin.

- Creo que podrían funcionar - Dijo Lucius Malfoy.

- Fuimos muy pero muy cuidadosos a la hora de elaborarlos - Añadió Fred con un semblante serio poco habitual en él y en su hermano gemelo - están rellenos con una poción inspirada en el verita serum.

- La inventamos nosotros y decidimos llamarla verita anima - Secundó George - La hemos probado y realmente revela lo que hay en el interior de las personas y además posee unas gotas de veneno de basilisco

- ya todos sabemos el efecto que causa el veneno del animal sobre la magia oscura - Añadió Dumbledore sonriente.

Todos permanecieron en silencio hasta que Ron habló.

- ¿A... qué se refiere señor? - Inquirió el pelirrojo.

- ¡Por Dios Ronald! - Exclamó Hermione tras un resoplido - ¿No es evidente? Harry utilizó el veneno del basilisco para acabar con los Horocruxes ¿Recuerdas? La espada de Gryffindor impregnada con la el veneno del animal y los colmillos.

Rose Eileen Snape y su tercera generaciónWhere stories live. Discover now