Rose Eileen Snape y su tercera generación

Un nuevo alumno, un viejo nombre

Al día siguiente, todos se habían levantado de sus camas. Los de primer curso como siempre estaban expectantes con lo que tenían que aprender. Albus estaba supremamente feliz de poder compartir habitación con su primo tercero Peter Dursley y también con su gran amigo Scorpius Malfoy. Los tres ya eran inseparables antes de llegar a Hogwarts, sus otros dos compañeros eran un niño llamado Ewduard y otro llamado Benedic. En la sala común de Gryffindor, Rosie Weasley y Osiris Longbottom también estaban muy emocionadas por compartir habitación, sus personalidades chocaban un poco, pero aun así siempre habían sido amigas.

Al fin todos los chicos bajaron a desayunar al gran comedor, el primer día siempre era un revuelo, ellos recibían sus horarios, pero los de primero casi siempre se extraviaban entre una clase y otra, sin embargo Albus, Peter, Charlotte, Osiris, Rosie y Scorpius, al salir del gran comedor se dirigieron al aula de pociones sin dificultad, pues ya sabían dónde estaba.

A primera hora del día había clases dobles de pociones con Gryffindor y Slytherin, Osiris y Rosie se sentaron juntas del lado donde se agrupaba Gryffindor, Albus Potter se sentó junto a Peter Dursley, y Scorpius Malfoy junto a su prima segunda Charlotte Malfoy.

Aquella mazmorra estaba hecha un alboroto, todos hablaban al mismo tiempo preguntándose qué harían con aquellos calderos que tenían frente a sí, cuando de pronto se abrió la puerta abruptamente y Severus Snape entró con su capa negra ondeando tras él con lo cual todo quedó en absoluto silencio.

- ¡Buenos Días! – Exclamó con su voz grave y parsimoniosa – ¡Bienvenidos sean todos a su clase de pociones! soy el profesor Severus Snape y les enseñaré... a embotellar la fama, preparar la gloria y hasta detener la muerte, esta es sin duda una de las asignaturas más importantes y grandiosas que encontrarán en Hogwarts – Sus ojos negros recorrieron todos los rostros de sus estudiantes, pero se detuvieron en Albus Potter antes de continuar hablando - Creo que será un enorme placer para mí ser su mentor – Dijo al final.

Hace muchos años que Severus Snape no consideraba una pérdida de tiempo enseñar la asignatura, y por el contrario había prescindido de su anterior hostilidad para con los pobres chicos, porque simplemente ya no tenía motivos para estar amargado, sólo feliz, inmensamente feliz.

- El tío Snape es muy simpático – Comentó Osiris (Los chicos de la tercera generación que habían sido criados dentro del círculo de amigos, les gustaba llamar "tíos y tías" a los mayores) – Nunca entendí porqué papá le tenía miedo cuando estaba en Hogwarts.

- Bueno, mamá dice que el tío Snape era muy huraño – Contestó Rosie Weasley – No es que ahora sea muy sonriente, pero mamá y papá dicen que él solía castigar mucho a papá y sobre todo al tío Harry.

- ¿A dónde debo buscar si quiero obtener un bezoar? – Preguntó Snape recorriendo a todos con la mirada.

Varias manos fueron levantadas, pero las que más imperaban eran las de Rosie y la de Albus.

- Bien señorita Weasley, responda por favor – Solicitó Snape.

- Al estómago de una cabra – Respondió la pequeña pelirroja con la misma actitud autosuficiente de su madre (Hermione)

- Correcto, cinco puntos para Gryffindor.

- ¿Y alguien puede decirme que es un bezoar y para qué sirve? – Volvió a preguntar el profesor de pociones.

Esta vez la mano de Charlotte se unió a las de Rosie y Albus.

- Señorita Malfoy – Dijo Snape sonriendo con suficiencia mientras miraba a su hermanita, estaba orgulloso de ella, pues él mismo le había enseñado lo que la niña sabía – ¿Usted conoce la respuesta?