La conversación con Dumbledore

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Días después, en la sala común de Slytherin, Rose Eileen como siempre conversaba con Tom Ryddle Junior, ella era la única persona que lo hacía, pues por más que se esforzaban, los demás no podían confiar en él. Ese nombre perturbaba a todo el mundo. Regulus los observaba con detenimiento desde un sillón, resoplaba, entornaba los ojos y se moría por arrojarle un hechizo aturdidor a aquel chico, pues desde que el joven llegó a Hogwarts, su querida amiga Rose Eileen no dejaba de hablar de él, antes, Ted, Rose y él (Regulus) solían ir juntos a todas partes y cuando llegaba el turno de retornar a la sala común, Ted iba a la torre Gryffindor y Rose iba junto a Regulus a las mazmorras, pero ahora todo era diferente, Rose se empeñaba en acompañar a Tom al gran comedor, en la sala común, paseaba con él por los jardines, todo era con él, de modo que Regulus sólo podía pasar el rato junto a su amigo Ted cuando coincidían, sin embargo, a veces el chico parecía preferir estar solo con Victoire. Regulus se sentía solo y excluido, pero a Rose parecía no importarle en lo absoluto.

- Me voy a desayunar – Le dijo en mal tono a su amiga al pasar junto ella.

- ¡Espéranos Regulus! – Le pidió ella muy risueña mientras tomaba a Tom de la mano.

- Tú quédate aquí con tu amigo si así lo quieres – Espetó Regulus molesto antes de salir por el hueco del retrato.

- ¡Regulus! – Lo llamaba Rose, pero él no le hizo caso - ¡Ay Tom! Discúlpalo, no sé qué le pasa, él no es así.

- No te preocupes, ve con él, yo lo entiendo, tal vez se siente invadido por mí ya que soy nuevo aquí – Dispensó él con diligencia y astucia.

Rose sonrió con tristeza a modo de agradecimiento y se fue tras Regulus que ya iba por El pasillo de las serpientes, el pasillo que conducía a la sala común el cual estaba decorado con serpientes de piedra a cada lado, el muchacho lucía bastante enfadado.

-¡Regulus! ¡Regulus Neville Lestrange! ¿Qué rayos sucede contigo? – Inquirió Rose molesta cuando logró alcanzarlo, se puso frente a él para cerrarle el paso - ¿Por qué no quieres hablarme desde hace días? Y ¿Por qué siempre eres tan grosero con Tom?

- ¿Por qué? ¿Todavía lo preguntas Rose? – Inquirió su amigo con un tono de amargura en la voz –Pues porque has sido tú quien me ha estado ignorando las últimas tres semanas Rose, desde que ese imbécil nieto de Lord Voldemort llegó aquí, tú no has hecho más que ir con él a todos lados.

Rose lo tomó por un brazo y ambos emprendieron la marcha nuevamente hacia el gran comedor.

- Teddy también ha pasado mucho tiempo con Victoire últimamente y sin embargo no le has reclamado nada – Terció ella con voz apagada.

- Es diferente – Respondió él evitando su mirada.

- ¿Por qué es diferente?

- Porque no sé a ti, pero a mí me confesó que ella le gusta y además tampoco pasa demasiado tiempo con Victoire porque no sabe si ella le corresponde.

- No me lo ha dicho pero es obvio que está loco por ella, eso se nota a leguas – Respondió Rose - ¿No ves como su cabello cambia de color cuando Victoire está cerca?

- En cambio tú – Continuó Regulus ignorando el comentario de Rose - Tratas de congraciarte con ese idiota que no vale la pena, nada más que porque se siente solo, o es que... o... ¡Un momento! Rose, ¿Acaso ese chico te gusta?

- ¿Ah?... yo...

La pregunta la tomó fuera de base.

- Respóndeme Rose – La apremió Regulus deteniéndose un momento y mirándola por primera a vez a los ojos, a esos hermosos ojos negros que desde hace tiempo no contemplaba.

Rose Eileen Snape y su tercera generaciónWhere stories live. Discover now