Rose Eileen Snape y su tercera generación

Los padres de vuelta al castillo

El día tan anhelado por todos al fin había llegado, los chicos estaban radiantes de alegría pues ese día llegarían sus padres al colegio deseosos de dar comienzo al emocionante torneo. Tal como la vez anterior, el profesor Dumbledore iría a buscar a los padres muggles por medio de aparición y luego se reuniría junto a los demás padres que se aparecerían tras las verjas para entrar posteriormente al castillo por medio de carretas.

Rose, Ted y Regulus, luego del desayuno se encontraban tumbados a la sombra del haya junto al lago negro, los tres estaban muy emocionados y expectantes.

- ¿En qué creen que consistirán las pruebas del torneo? –Preguntaba Regulus arrancando algunos hierbajos que tenía a su alrededor.

- No lo sé – Respondió Rose – Mamá dice que tal vez sean las mismas del último torneo o que tal vez puedan cambiar.

- Sea lo que sea, Papá y mamá dicen que es muy emocionante – Terció Ted – Les he enviado lechuzas para preguntarles, ellos dicen que en aquella ocasión no pudieron participar porque yo todavía estaba en la panza de mamá.

- ¡Ay que tierno Teddy! – Exclamó Rose haciendo que los otros dos entornaran los ojos.

- Mamá dice que una vez participó con Draco en una de las pruebas que consistía en arrojarse por la ladera de la explanada – Apuntó Regulus Lestrange.

- ¡Wow! Eso debió ser grandioso – Respondió Ted emocionado.

- Oye Teddy, pero yo supongo que este será un año muy ajetreado para ti y para los demás chicos de quinto ¿no? Ya sabes con lo del torneo y los TIMOS – Reflexionó Rose.

- ¡Bah! Claro que no, sólo debo estudiar y ya – Respondió él.

- Como si no lo hicieras todo el tiempo – Añadió Regulus – Ya te pareces al tío Remus o la tía Hermione, siempre con un libro en las manos.

- Pues un libro es un tesoro amigo mío – Respondió el joven metamorfomago - ¿No es así Rose?... ¡Rose! ¡ROSE EILEEN!

- ¿Qué? – Preguntó la otra saliendo de su ensimismamiento.

- Ted estaba preguntándote algo tonta – Dijo Regulus.

- Lo siento chicos, es que me distraje – Respondió ella con la mirada fija en un punto, los otros siguieron la trayectoria de su mirada y entonces descubrieron que la había distraído – Esperen un momento ¡TOM!¡TOM VEN AQUÍ! – Llamaba la muchacha.

- ¿Qué haces? ¿Para qué estás llamando al nieto de Lord Voldemort? – Inquirió Regulus con rabia.

- No seas tan duro con él ¿Qué te ha hecho?

A lo lejos, Tom Ryddle Junior detuvo sus pasos pero no se acercó a donde estaba la muchacha con sus amigos.

- Tal vez hay que darle un poco de confianza, una oportunidad – Dijo Ted.

- ¿Te volviste loco como ella? – Respondió Regulus fulminándolo con la mirada.

- Pues está bien Regulus, no tienes por qué aceptarlo pero yo tampoco tengo por qué negarle mi amistad, no eres más que un prejuicioso – Espetó Rose molesta mientras se incorporaba del suelo.

- ¡Rose! ¡Ven aquí Rose! ¡ROSE! – Regulus la llamaba, pero ella muy molesta se retiró de allí.

- Todo estaba bien hasta que llegó ese... ese... nieto de Lord Voldemort.

- Te conozco Regulus – Dijo Ted hablando con sabiduría - Y por eso es que sé que lo que menos te importa es que Tom Ryddle Junior sea el nieto de lord Voldemort.