Una sorpresa en la segunda prueba del torneo

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Lily no sabía qué palabras usar para decirle a su marido que su única hija estaba saliendo nada más y nada menos que con el nieto de Lord Voldemort, de modo que decidió pasar ese día sin decirle nada, pero antes debía conversar con Rose Eileen, preguntarle por qué no había confiado en ella, así que la esperó cuando esta salió de su clase de Transformaciones aprovechando que ya no habrían más clases por ese día.

- ¡Rose! Mi niña, ven aquí, necesito hablar contigo – Le dijo Lily al verla salir en compañía de dos chicas.

- ¡Adiós chicas! Nos vemos en la cena – Se despidió la muchacha – Si, dime mami ¿Qué quieres decirme?

- Está bien mi cielo, pero no aquí.

Así las dos, madre e hija se dirigieron hacia los invernaderos para poder conversar sin ser molestadas y al llegar allí tomaron asiento en una banqueta rodeada por arrietes con flores silvestres.

- Hija, sólo quería saber por qué no confiaste en mí, por qué no me dijiste nada.

- No sé de lo que me hablas mami – Contestó Rose Eileen nerviosa, retorciendo el dobladillo de su túnica con ímpetu.

- Ya lo sé hija – Dijo Lily con dulzura mientras le tomaba la barbilla para subirle el rostro.

- ¿Qué se supone que sabes?

- Bueno que tú y Ryddle...

- Lo sabía, ese chismoso de Regulus, le dije que no dijera nada pero claro que él...

- Él simplemente quiere tu bien y... no fue él quien me lo dijo.

- ¿Ah no? ¿Y entonces quién fue?

- Eso no importa, lo que importa es que ya lo sé y... bueno considero que has debido consultarlo primero con Severus y conmigo, permitirnos conocer mejor a ese muchacho ¿Por cuánto tiempo pensaban ocultar su relación?

- Por lo menos hasta que dejaran de desconfiar de él mamá.

- No es que desconfiemos de él Rose, se trata sólo de conocerlo mejor antes de tomar cualquier decisión.

- Pero ¿Le darás una oportunidad de conocerlo? ¿No te vas a oponer a que él y yo salgamos?

- No es que lo acepte o no, digamos que estoy presta a conocerlo antes de opinar algo sobre él – Contestó Lily con una sonrisa mientras a su hija se le iluminaba la mirada – Pero hija, creo que debo advertirte que no creo que Severus y Harry tengan la misma disposición.

Rose Eileen palideció de repente.

- Tienes razón mamá y ¿Ya lo saben?

- No, pero comprenderás que tienes que decírselo, estén de acuerdo o no, son tu padre y tu hermano mayor, por lo tanto tienen derecho a saberlo.

- Está bien pero ¿Qué tal después de la segunda prueba de mañana? – Sugirió la chica.

- Tienes razón hija, tal vez si se lo decimos ahora, cualquiera de los dos esté con un humor de dragón mañana y no quiero pleitos - Contestó Lily pero al ver que su hija le lanzaba una mirada aterrada añadió: - Ah, sólo es un decir, no creo que ellos hagan un escándalo – Pero después musitó con voz casi imperceptible – Eso espero.

- Mami... dime algo ¿Si?

- ¿Qué quieres saber mi princesita?

- ¿Quién te lo dijo? ¿En serio no fue Regulus?

Rose Eileen Snape y su tercera generaciónHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin