Rose Eileen Snape y su tercera generación

¿Culpa?

- ¿Y qué estamos esperando entonces? - Inquirió Lily al escuchar aquellas palabras de los labios de Ron, su hija y su nieto podrían estar en la famosa sala de los menesteres - Debemos ir allí de inmediato.

  Ella intentó encaminarse hacia la puerta de inmediato pero Harry la retuvo tomándola del brazo.  

- Espera un momento mamá, no es así de sencillo.

- Pero ¿Cómo que no Harry? Si están allí debemos ir por ellos, siempre escuché de esa sala pero jamás pude encontrarla - Respondió ella.

- Para poder acceder a ella, debes necesitarla y concentrarte en esa necesidad - Respondió Harry.

- Entonces la puerta se revela ante ti - Añadió el profesor Dumbledore con presteza - No comprendo cómo no pude pensar antes que podían estar allí.

- Debemos darnos prisa - Añadió Severus - No hay tiempo que perder.

- ¿Y si?... ¿Y si él les hizo daño? - Inquirió Ginny con voz trémula, casi aterrada mientras se llevaba los dedos a los labios - ¿Y si ellos están?...

- ¡Cállate Ginny por favor! - Espetó Lily casi con desesperación - Ellos están bien, tienen que estar bien ¡Dios mío que así sea!

En el vestíbulo, James, Ted, Regulus, Molly, Arthur, Osiris, Rosie y Madeline indagaban acerca de donde podrían estar los secuestrados, pero a esas alturas y luego de escuchar los comentarios que emitían algunos de los alumnos al pasar, Regulus parecía perder el control.

- Si los tiene Ryddle, lo más seguro es que estén muertos - Espetó un chico de Hufflepuff a su amigo sin advertir que los amigos y familiares de los secuestrados estaban presentes.

- ¿QUÉ RAYOS ESTÁS DICIENDO? - Inquirió Regulus furibundo desenfundando su varita.

- No pasa nada Lestrange, lo dije sin pensar.

- Pues ya no digas estupideces.

- Reg, debes calmarte - Le dijo en tono suplicante Madeline mientras los chicos de Hufflepuff se alejaban - él no se atreverá a hacerles daño.

- ¿Cómo puedes estar tan segura Madi? - Inquirió el chico.

- Simplemente lo sé - Respondió ella encogiéndose de hombros - Algo me lo dice, ellos están vivos Reg.

- Pero ¿Dónde demonios están?

Sin poder evitarlo, Regulus se echó a llorar, fue algo muy doloroso verlo así, todos se sintieron muy mal mientras el chico drenaba su tristeza y su frustración sobre el hombro de Madeline Wilson.

- Soy un fracaso, no pude protegerlos ¿Por qué permití que se los llevara? No debí apartarme de Rose.

- Yo... también tengo responsabilidad - Espetó James mientras se secaba las lágrimas que brotaban de sus ojos café como los de su abuelo - Si no hubiese hecho sentir mal a mi hermano, él jamás tendría que haber huido lejos de todos - Si tan solo pudiera tener a Albus de vuelta, a él y a Rose, sé que... he discutido mucho con ellos pero no quiero perderlos...

- Y no los vamos a perder - Dijo Harry con voz vehemente mientras abría las puertas del vestíbulo, procedente del despacho del profesor Dumbledore, los demás venían con él.

- Papá, todo fue mi culpa.

- No tienes culpa alguna James.

- Prácticamente lo arrojé hacia Ryddle porque él huyó luego de que lo reñí por perder el mapa.

- Son solo cosas que pasan, nadie podría imaginar que algo así sucedería - Respondió Eileen.

- Es cierto hijo, no te culpes - Añadió Harry.