Sentimientos encontrados

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- ¿Qué le sucedió? – Inquirió Madeline Wilson mirando a los dos chicos alternativamente.

- ¡Ah!.... no... no es nada.... Tal vez sólo está conmocionada por lo que sucedió – Respondió Ted – Voy a ver si la alcanzo, de todos modos la señora Pomfrey no debe tardar en venir a increparnos por permanecer aún aquí molestando a Reg.

- Ve por favor Ted, búscala – Le dijo Regulus con una mirada suplicante.

Ted salió de la enfermería dispuesto a buscar a Rose pero él imaginaba que tal vez ella querría estar sola, sin embargo después de lo que había sucedido, aquello no sonaba como una gran idea, estaba indignado por lo que ese malnacido de Ryddle le había hecho a su amigo y también por lo que había intentado contra Rose. ¿De verdad habría sido capaz de lastimarla si Regulus no hubiese estado allí?

- ¡Ay Dios mío Reg! ¿Qué te han hecho? – Preguntó Madeline mirando a su amigo con tristeza.

- Estaré bien – Respondió el chico pero su semblante demostraba lo contrario.

- Regulus, perdóname, creo que no fue una buena idea provocar así a Ryddle, no sabía que él podía llegar tan lejos...

- Esto no fue por celar a Rose – Respondió Regulus señalando sus piernas mientras esbozaba una mueca de dolor – Sino más bien porque me interferí en los planes de ese maldito.

- ¿A qué te refieres? – Preguntó la chica con el rostro lívido.

- Él la tenía acorralada en uno de los pasillos de las mazmorras, ella no quería estar allí, si el tío Severus o la tía Lily se enteraran de esto...

- Lo bueno es que ella se habrá dado cuenta ya de quien es él en realidad... bueno, supongo – Intervino Madeline.

-Sí, ella opina que es un canalla, pero creo que estaba más indignada por lo que me hizo a mí.

El rostro de Madeline se iluminó de repente.

- Y eso en medio del caos te tiene feliz ¿No?

- No te lo puedo negar – Respondió el muchacho esbozando una breve sonrisa, rápidamente opacada por una mueca de dolor – Parecía muy preocupada.

- ¿Preocupada? Yo más bien la noté desesperada y... sin duda alguna no le agradó para nada que yo viniera a verte ¿Te das cuenta de lo que eso significa?

- Que... está...

- Celosa, si – Completó Madeline – No le eres indiferente, tal vez le tome tiempo darse cuenta por completo pero al menos ya está dando muestras de que tú le importas en verdad.

- Sin duda los consejos de una chica son infalibles y absolutamente necesarios ¿Qué haría sin ti Madi?

- Pues por ahora descansar y alimentarse, le he traído la cena del gran comedor, también debe intentar relajarse porque usted va a tener una larga noche señor Lestrange.

Ambos giraron el rostro hacia la puerta de la enfermería, la señora Pomfrey estaba parada allí con una bandeja sobre las manos. Eileen, la madre de Snape estaba junto a ella mirando a Regulus con una expresión lastimera, en las manos llevaba una bandeja más pequeña cuyo contenido estaba cubierto por una cúpula de oro como los platos del gran comedor donde debía estar el postre.

- ¿Cómo te sientes mi niño? – Inquirió Eileen.

- No sabría cómo responder a esa pregunta señora Malfoy –Dijo Regulus tratando de sonreír – Es decir, sé que estaré bien pero duele un poco el proceso de sanación.

Rose Eileen Snape y su tercera generaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora