El secuestro

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En el gran comedor, a la hora de la cena, Eileen increpaba a su hijo Severus ya que según ella él había sido demasiado duro con Rose a la hora de castigarla, ella odiaba cada vez que Severus le imponía un castigo a la pequeña Rose y eso que eran ocasiones muy esporádicas.

- Ella odia llenarse de tierra hijo, detesta la Herbología ¿No te parece que con un buen regaño era suficiente?

Severus enarcó una ceja y miró a su madre.

- Desde luego que... no madre, ella se peleó con otra niña en Hogmeade como si fueran bandoleras, traficantes de pociones o algo así, debe saber que tiene que seguir las reglas.

- Es cierto Eileen - Añadió Lily mirando a Rose a lo lejos que conversaba con Regulus y Ted - Lo que Rose hizo no estuvo bien, además si Severus no la castiga, esa chica, Highwall tendría razón en lo que afirma.

- Si, eso de que nuestra pequeña goza de favoritismos - Analizó Eileen con detenimiento - De todos modos Severus, no quiero que la regañes más, podrías hacerla sentir mal

Lily sólo rió al mirar a Severus negando con la cabeza.

- Y tú no deberías consentirla tanto mamá - Respondió el hombre.

- No puedo evitarlo cielo, así como tampoco puedo evitar consentirte aun.

- Es cierto cariño - Acotó Lily - Tú madre siempre te ha consentido como si fueras un pequeño bebé, así que no podías esperar que no lo hiciera con Rose.

En la mesa de Slytherin, Rose parecía estar muy molesta, tenía el ceño fruncido y miraba furiosa hacia la izquierda donde un abatido Albus Severus apenas probaba su salmón ahumado con papás fritas y ensalada, a su lado, Lotti y Peter lo exhortaban a comer pero él se mostraba abatido. Ted por su parte, que cenaba en ese momento en la mesa de Slytherin intentaba calmar a su amiga.

- No fue culpa de ellos Rose - Le decía el metamorfomago.

- Claro que fue culpa suya, lo perdieron ¿No? Esos mocosos perdieron el mapa del merodeador que Harry nos cedió a todos - Respondió ella con rabia.

- En todo caso fue culpa mía Rose - Respondió Albus con tono de culpa.

- No tienes porque llamarnos mocosos - Terció Lotti enfadada.

- Y además, no es la primera vez - Siguió Rose muy intransigente - Ya lo había perdido antes.

- En algún momento aparecerá como la última vez - Dijo Peter.

- sabía yo que era una total y absoluta locura el que Harry les diera ese mapa a unos mocosos de once años, menos mal que al menos la capa ahora la tengo yo - Continuó la hija de Snape sin escuchar a los chicos.

- ¿Ah sí? Pues te recuerdo que papá era menor que tú cuando le dieron ese mapa - Terció el niño comenzando a hartarse de los reproches de su tía.

- Pero tenía mucho más que solo once - Contestó Rose zarandeando su cabeza con cada palabra que decía.

- Tenía sólo trece - Respondió Albus.

- Ya dejen de discutir - Los reprendió Regulus al ver que algunos de los demás alumnos ya los miraban - Como bien dijo Peter, ya aparecerá el mapa.

Albus Severus subió la mirada y la posó sobre la mesa de Gryffindor, específicamente sobre su hermano James que al igual que Rose lo fulminaba con la mirada mientras negaba con la cabeza. Cuando James supo lo de la pérdida del mapa al igual que Rose se molestó demasiado, alegó que cuando él lo portaba jamás lo había perdido y en cambio su hermano era un total inepto, ese apelativo le había valido que su prima Molly Weasley dejara de hablarle ya que se había excedido con Albus Severus.

Rose Eileen Snape y su tercera generaciónWhere stories live. Discover now