Capitulo 6.- Primera cita (2)

850 67 42
                                    

Cuando bajaron de la limosina, Germán bajo primero y después ayudo a su pequeño a bajar extendiéndole una mano, este la tomo tímidamente sonrojándose.

Ese restaurante era gigante y uno de los más caro, donde solamente las parejas bastantes adineradas van. Todo es muy elegante con toques de dorado y con toques de cristalería.

(N/a: algo así es el restaurante👆🏻)

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

(N/a: algo así es el restaurante👆🏻)

Del techo colgaban candelabros con velas en cada mesa. Los hombres con traje buen planchado, y las mujeres con vestidos elegantes costosos. Riéndose mientras comían y platicaban un poco.
Los meseros vestidos de blanco iban y venían entregando los platillos.

"Buenas noches, bienvenidos a Le Meurice" hablo una mujer de unos 26 años, rubia, ojos azules brillantes y sonrisa encantadora. Se le quedo mirando a Germán haciéndola sonrojar. Oh no... este hombre es mío, pensó el pequeño. Se acercó más a Germán y entrelazó sus manos, acurrucándose en su pecho. Dandole entender a la chica que ya tenía dueño.

Bien, no ahora. Pero si pronto.

Germán ante el acto de su bebé sonrió y pasó sus brazos por su cintura atrayéndolo más a su cuerpo. "Buenas noches, tenemos una reservación"

" ¿nombre?" La rubia indignada se puso algo sería.

"Germán Garmendia" la chica asintió y busco algo en una libreta de reservaciones.  "Oh claro que si. Aquí está. Acompáñenme"

Álvaro y Germán siguieron a la rubia, y a su paso el pequeño miro todo a su alrededor. Era muy hermoso el restaurante. Nunca nadie en su vida lo habían llegado a un lugar así. Tan Hermoso y caro.

Y se sentía nervioso, era una cita, su primera cita. No sabía que se hace una. Pero temía arruinar ese momento, temía que Germán le preguntara sobre su pasado y se ponga a llorar como un bebe. No, definitivamente no. Quería que fuera especial.

Los comensales se quedaron mirando a la pareja, algunos mirándolos con asco, algunos confundidos, otros con sonrisas. Eso lo intimido un poco, bajo su mirada con sus mejillas sonrosadas y se acercó más al mayor, si eso es posible.

"Bien..." Hablo la rubia de ojos azules parándose en una puerta. "aquí es..." Saco unas llaves y abrió la puerta.

Y por dios, el menor quizo llorar por todo esto, el lugar era hermoso. Se sentía amado y especial.

"Le debo una a Leo..." Pensó Germán mientras miraba el lugar. Poso su vista en el menor quién estaba con la boca abierta.

Río y se acercó a él agachándose a su altura y acariciar su suave mejilla.

"Hermoso, ¿no es así?..." Se acercó un poco más. Solo un poco.

My first love Where stories live. Discover now