Capitulo 15.- Solo

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"No te vayas..." decía el menor entre lágrimas, aferrándose a su novio lo más que puede. No quería que se vaya. Lo necesitaba ahí con el.

Ambos estaban en el aeropuerto, despidiéndose. Lo cual era difícil para Germán ya que el tampoco se quería ir, pero tenía que hacerlo. Abrazaba a su novio lo más que puede, las personas que pasaban a su lado, algunas, los miraban con asco, otras con ternura y otras simplemente sin ninguna reacción. Y a Germán no le importaba, estaba ocupándose de tranquilizar a su hermoso bebé, tratando que dejara de llorar. Esto le dolía mucho, no le gustaba pero es que para nada verlo llorar.

"Lo se amor, yo tampoco me quiero ir y dejarte. Pero tengo que hacerlo. Regresaré pronto y en cuanto llegue te prometo que te llamaré. No llores por favor" Germán también estaba trabajando no llorar, estaba conteniéndose. Sus hombres estaban a una distancia prudente de ellos. Vigilando cada movimiento de las personas.

"P-romete que me llamaras cada noche..." dijo el aún aferrándose a Germán, enterrando su rostro en su cuello. Calmándose poco a poco.

"Te lo prometo bebé."

"Pasajeros para el vuelo a Tailandia, favor de abordar su avión en diez minutos. Gracias" una voz femenina llamo.

El menor volvió a llorar y se aferró más "Ger... p-por favor..." 

"Lo siento, me gustaría quedarme, pero ya me tengo que ir"

"Me llamaras en cuanto llegues" miro al mayor a los ojos. Perdiéndose en ellos.

"Lo haré" sonrío  "Ahora bésame" dijo.

Beso sus labios lentamente, disfrutando de ese último momento juntos. Disfrutando de la textura de labios juntos y saliva mezclándose. Ambas pares de lenguas acaraciandose y tocándose entre sí. Encerrados en su pequeña burbuja de amor que habían creado. 

Se separaron por falta de aire y después sonrieron. "Te amo"

"Yo también te amo"

Después de un último beso, bajo al menor y tomo sus maletas. Después de un último "adiós" que el menor dijo a Germán, sintiendo sus ojos volver a cristalizarse.

Cuando menos lo espero Germán ya había desaparecido de su vista. Sintiéndose vacío ya ya extrañándolo.

Los guardaespaldas llevaron al menor al estacionamiento y se dirigieron a la gran mansión.

(...)

Llegaron a la mansión y los hombres lo guiaron hasta la habitación,  cerraron y Alvaro se tumbó en la cama hecho un ovillo. Tomo una de las almohadas que le pertenecía a su novio y se aferró a ella. Tenía su olor y eso lo hizo hacer un puchero.

No habían pasado ni una hora y ya extrañaba a su novio. Ya quería tenerlo entre sus brazos y besarlo.

Después de unos minutos, una de las empleadas le trajo la cena, empezó a comer rápidamente ya que no había desayunado, se la había pasado acurrucado con su novio. Haciendo el amor.

Después de comer todo dejó la charola en la mesa de noche y se recostó en la cama. Cerrando los ojos y relajándose.

Justo cuando tenía planeado dormir, unas arcadas lo interrumpieron, se levanto de la cama rápidamente y fue al baño a devolver lo que había comido hace unos minutos. Cuando creyó que ya había parado, y solo estaba vomitando bilis, tiro de la cadena y se hizo un ovillo en el suelo, abrazando sus piernas a su pecho. Le dolía la panza y no había nadie que lo mimara y que le dijera que todo iba a estar bien.

Se levanto del suelo y volvió a la habitación. Se paró frente al espejo, y alzó un poco su camisa, frunciendo en ceño al ver un diminuto bulto en la lente de su vientre. Se puso de lado y volvió a verse, y efectivamente. Había un diminuto bulto en esa parte.

"Debe ser por qué como mucho" pensó Alvaro. Asintiendo a si mismo.

Volvió a la cama y después cerró los ojos.

Va a ser un mes largo y difícil.

My first love Where stories live. Discover now