Donde Germán rompe con su ex después de que este le fuera infiel justo antes de que el de ojos cafés le pidiera matrimonio. Rehace su vida nuevamente, trabajando horas extras.
Una noche encuentra al amor de vida. En la calle en donde un pequeño de...
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Después de esa noche de besos, risas, caricias, mimos, promesas y una deliciosa cena en uno de los mejores restaurantes de la cuidad, ambos ya estaban de regreso a casa, el menor estaba besando a Germán con desesperación, estaba a horcajadas y movía sus caderas forrándose contra el con tela de por medio.
Acallaban sus jadeos en sus bocas, iban en la parte de hasta el fondo y el sonidos de sus bocas se escuchaban por ese pequeño espacio donde estaban. Se separaron por falta de aire viendo cómo una tira de saliva se conectaba de la boca de Germán a la del menor.
German se dedicó a admirar a su novio, sus ojos obscurecidos llenos de lujuria pero con una pizca de inocencia brillaban, sus mejillas rosadas, sus labios rojos e hinchados a causa del beso y su cabello estaba fuera de lugar. Una imagen que no hizo nada más que desearlo y hacerlo suyo ahí mismo.
"Te ves tan caliente" dijo Germán con la voz ronca llena de deseo y lujuria. Llevo sus labios a su cuello empezando a lamer y chupar dejando marcas.
"T-tu... tam-también te ves caliente..." dijo con la voz entrecortada por los besos en su cuello, ladeo hacia un lado su cabeza para darle espacio a Germán para besar y ha de lo que el quiera. Cerró sus ojos disfrutando y tomo entre sus dedos las hebras castañas del mayor y jalándolas un poco.
Y justamente cuando Germán iba a responder el chofer se disculpó diciendo que ya habían llegado. Germán gruño y a mala gana se separó
(......)
Ambos cuerpos ya estaban bajo las sábanas, ambos aún en bóxers frotándose y disfrutando de la compañía del otro. El menor no podía articular alguna palabra coherente a causa de los gemidos y jadeos que salían de sus labios.
Juntaron sus labios en un beso desesperados, sus lenguas tocándose y jugueteando entre ellas, y las caderas de los dos moviéndose con desesperación.
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Los labios del mayor bajaron de nuevo al cuello de Alvaro para morder y lamer. No fue hasta que el menor lanzó un gemido no muy masculino, Germán supo que se había corrido con solo fricción.
Su primer orgasmo de la noche.
Detuvieron sus movimientos y se miraron a los ojos admirándose y sonriendo.
"Eres hermoso" dijo Germán, poniendo las manos de su novio por encima de su cabeza entrelazando sus dedos. Beso sus mejillas sonrosadas y un pequeño beso en sus labios.
La erección de Germán dolía como los mil demonios, siendo aún cubierta por sus bóxers, de la punta salía líquido preseminal. Y viendo a su novio en esas condiciones sabía que no iba a durar mucho.
Se separó de su novio y sus labios envolvieron uno de los pequeños pezones rosaditos, haciendo que Alvaro arqueara su espalda y lanzará un gemido algo fuerte.
Una de las manos de Germán fue más haya y adentro su mano en los bóxers de su pequeño tomando entre sus manos el miembro de este, empezando a masturbarlo lentamente. Torturandolo.
"Por favor..." jadeo el menor retorciéndose en la cama.
"Por favor que" Reto Germán. Deteniendo los movimientos de su mano ganándose un bufido del menor.
Alvaro tomo una respiración profunda y después conecto su mirada con la de Germán, y después contesto "Follame..."
"¿Como dices?" Reto Germán
"Follame... papi..."
Fue todo lo que Germán necesitaba para empezar.
(...)
Como a eso de las tres de la mañana, Alvaro se removía inquieto en los brazos de su novio quien está dormido.
Sentía un malestar en su estómago, se sentó en la cama y respiro profundamente tratando de tranquilizarse. Y cuando creyó que ya se sentía mejor, salió corriendo de la cama no importándole si estaba desnudo, prendió la luz del baño y después llegó al retrete, el solo vacío su estómago, todo lo que había cenado anoche lo devolvió.
Después de unos dos minutos de estar vaciando el estomago, se levantó del suelo y bajo la cadena del baño, después fue al lavabo y abrió el grifo del agua para después mojarse la cara. Se miró al espejo y debajo de sus ojos había ojeras y sus labios estaban rojos e hinchados.
Regresó a la cama y se se sorprendió al ver a su novio, serio pero con una cara preocupada. Camino hasta el y se acurrucó en sus brazos.
"¿Estás bien?" Preguntó preocupado Germán, acarició el cabello de su novio con delicadeza y después se acomodó en la cama con el en su pecho, los tapo a ambos con la sábana blanca y suspiro esperado una respuesta de su chico.
"Si estoy bien. No te preocupes" Tranquilizo el menor.
"¿Seguro?" Preguntó aún preocupado. Y realmente lo estaba, se había despertado al no sentir nada a su lado. Por no sentir a su novio en sus brazos, lo había despertado las arcadas en el baño.
"Si Ger, estoy bien, no es nada importante. Seguro algo me hizo mal de la cena de anoche" Subió su mirada para encontrarse con la de su novio, quien ya lo veía un poco tranquilo, pero aún así esa preocupación seguía allí.
Plantó un pequeño en sus labios y después se acomodó en su pecho cerrando sus ojos, sintiendo las manos de su novio acariciándole la espalda dulcemente.
"Bien te creeré. Buenas noches" beso su cabeza y cerró los ojos.
"Buenas noches Ger" fueron las últimas palabras antes de que ambos se quedarán dormidos.
