Capitulo 16.- ¿Normal?

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Esto sí que ya no era normal para nada. Desde hace semanas que regresa todo lo que su estómago ingiere. También de que ha estado con muchos antojos lo cual se le hace raro.

También que ha estado con cambios de humor, mandándole mensajes a su novio y llamándolo a cada rato, y ¿Qué pasa? Que su novio no le contesta los mensajes. Y no sabe cómo sentirse, ni tampoco que hacer y estaba empezando s preocuparse

¿Acaso ya lo habrá cambiado?

¿Ya habrá encontrado a otra persona más bonita e inteligente que el?

¿Acaso ya estaba cansado de el?

Miles de preguntas en su mente haciéndolo preocupar y que sus nervios aumenten. Tomo su celular que estaba en la cama y le mando otro mensaje a Germán.

"Si no me contestas en este mismo instante Alejandro, juro que no te salvas de esta"

Dejó su celular en la cama y bufo. Pero después de unos segundos se dio cuenta de que fue grosero y volvió a tomar el celular y envió otro mensaje.

"Por favor Ger, contesta mis mensajes, me estas preocupando. No sé nada de ti en semanas y te extraño mucho"

Sin esperarlo, una lágrima resbaló por su mejilla, sorprendiéndose a sí mismo.

¿Tan afectado estaba?

La respuesta es un si obvio ya que bueno, no está acostumbrado s estar sin su novio un mes completo ni tampoco a dormir solo. Y eso lo estaba matando. Extraña los fuertes brazos de su Germán a su alrededor protegiéndolo, extraña sus besos y ver su hermoso rostro mirándolo en las mañanas al despertar. Escuchar su voz ronca y varonil que lo hace estremecer.

Extraña todo de él, y más ahora. Que es cuando más lo necesita.

Cuando menos lo espero, cayó en profundo sueño.

(...)

Despertó en la tarde, sintió que solo fueron unos cuantos minutos. Aún se sentía cansado y con ganas de no levantarse de la cama para nada. Pero tenía que hacerlo, tenía que ir a estirar un poco los huesos y músculos.

Y qué mejor que salir a correr un poco.

Se levanto de la cama a pasos lentos y se dirigió al enorme armario donde busco entre toda su ropa algo cómodo.

Escogió unos pantalones grises sueltos, una camisa negra Adiddas, tomó sus vans blancas y un suéter negro con gorro.

Ya listo, salió de la habitación y miro a los hombres que estaban en su puerta.

"Voy a salir a correr por una hora..." Aviso. Ganándose las miradas de los hombres. Intimidándolo. "Así que.... humm.... quiero ir solo... solo a correr y ya..."

"No puedes salir solo" Dijo uno de ellos.

Bufo

"Pero solo es una hora. No es como si me fuera a pasar algo. Además prometo no alejarme demasiado" Prometió. Pero los hombres nuevamente negaron.

"Ya le dijimos niño. Tenemos estrictas órdenes del Señor Garmendia no dejarlo solo. Así que iremos con usted" Los hombres de separaron de la puerta y siguieron al pequeño hombrecito.

Y el menor ya no discutió más, por que con convencer a estos dos gorilas no iba a obtener nada.

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