Capitulo 32.- ¿Aceptas...? [3]

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Salieron a penas y la película ya había terminado. Pasearon por unos momentos más, compraron helado y algodones de azúcar, caminaron entre risas y pequeños besos de ven en cuando. En un momento Germán se paró y camino hasta un puesto de flores que había, le dijo a el menor que lo esperara y este no pudo evitar sonrojarse.

Pago las flores y regresó a su novio, y le entregó lo que compro. Era una rosa, era solo una pero era hermosa, y después el mayor le entregó un corazón hecho de flores rojas y blancas.

"Todo para ti" Le dijo el mayor sonriendo. El menor se sonrojó a más no poder, todas las personas que pasaban por ahí se les quedaban viendo; unos con ternura, unos con indiferencia y otros con repugnancia.
A ambos no les importó y se besaron con tanto amor y cariño.

Entrelazaron sus manos y siguieron caminando hasta que Álvaro paró en seco en cuanto vio un local algo interesante.

"Espera aquí Ger" Le dijo a su novio, quien estaba enviándose mensaje con Leo, platicando que todo iba perfecto y que la mejor parte de la noche comenzaba en poco tiempo ya que el reloj marcaba las ocho de la noche.

"Si, te estaré esperando aquí. Puedes ir a donde tú quieras" Le dijo y le sonrío.

El menor dejó un beso en su mejilla y fue corriendo hasta el local que había visto.

El mayor suspiro, y se sentó en un banquillo que encontró cerca. Guardó su teléfono y espero a su novio, quien ya estaba tardándose demasiado. Iba a levantarse a buscarlo cuando él solo aparece con dos bolsas moradas en sus pequeñas manos.

Una pregunta que ronda la cabeza de Germán es: ¿Que es lo qué hay ahí?.

Estaba emocionado y ansioso. "¿Que llevas ahí eh?" Preguntó curioso.

El menor se sentó en su regazo y beso su mejilla sonriendo con picardía. "No lo se, Papi, tienes que averiguarlo tú" Lamió su mejilla "... Pero hay que ir a casa ya. Está haciéndose de noche"

Germán algo atontado, asintió y tomo la mano de su novio empezando a caminar hasta la limusina y subirse en ella.

(...)

"Espera, espera..." Tomó mano del menor y lo miro "Antes de que salgas, quiero que te pongas esto..." Saco de su bolsillo un pañuelo rojo.

Álvaro lo miró con el ceño fruncido "¿P-porque?" Nervioso.

"Solo déjame ponértelo" Cubrió los ojos miel del menor hasta que este ya no pudo ver nada "Listo, ahora déjame ayudarte a bajar"

Álvaro no entendía nada. Sentía el nerviosísimo en su cuerpo.
Sintió la mano de su novio tomar la suya y después sintió como lo cargaba en sus brazos y lo guiaba, a lo que suponía que es la entrada de la casa. Pocos segundos después él tacto del mayor se fue alejando.

"Abriré la puerta ahora" Volvió a escuchar la voz de German.

Escucho la puerta ser abierta y volvió a escuchar aquella voz que tanto ama. "Aquí sigues solo, amor" La venda fue quitada de sus ojos y todo lo que vio después de que su vista se aclarara fue, oscuridad total.

"¿Ger?" Giro con la intención de encontrar a su novio detrás suyo pero no, él no estaba ahí.

Ahora sí que el miedo empezó a invadir cuerpo. ¿Se fue? ¿A dónde? ¿Por qué se fue? O ¿A dónde se habrá ido? No podía ver nada. Todo estaba oscuro.

Las luces se prendieron cejando sus ojos. Sintió una vibración en el bolsillo de su pantalón y supo que era su celular. Lo saco de su bolsillo y se lo llevado al oído para contestar.

"¿Hola?" Preguntó.

"Hola. Bien necesito que veas al piso y lo que sea que haya ahí lo sigas a dónde vaya"

Era German quien estaba al otro lado de la línea. Miro al piso y lo que vio hizo a su corazón empezó a palpitar.

Eran pétalos de rosas. Muchas de ellas. Siguió el camino y lo llevó a las escaleras en donde todavía habían más. Subió las escaleras con el cuidado de no pisar la cantidad de pétalos menos posible. Paro y la voz de su novio se volvió a escuchar. "¿Ya estás en la puerta de nuestra habitación, verdad?" Preguntó.

"S-si..."

"Bien, entonces abre la puerta y en la cama hay una caja. No la habrás aun, solo tómala y sal de la habitación." Volvió a ordenar.

Aún atontado, abrió la puerta de la habitación y cuando la abrió sintió sus ojos humedecerse. Toda la habitación estaba decorada. En las paredes habían muecas fotos de él y Germán juntos, abrazados, besándose, riendo y sonriendo. Había más pétalos regados por doquier en el suelo, miro la cama y en ella había un enorme oso de peluche con unas rosas rojas, parpadeo y una lagrima traicionera bajo por su mejilla.

No podía evitarlo, todo era hermoso e increíblemente perfecto. También en la cama había un enorme corazón hecho de pétalos y la caja que le había dicho el mayor. Una caja simple, mediana y de color vino, y para ser honestos, tenía bastante curiosidad por saber que es lo que hay dentro.

La tomo y salió de la habitación como le había dicho.

"Ya que has salido de la habitación. Vuelve a bajar siguiendo de su nuevo el camino"

"¿Q-q-que es lo que estás tramando, eh?" Dijo con la voz temblorosa comenzado a bajar las escaleras siguiendo los pétalos.

"Tienes que averiguarlo tu, bebé" Fue todo lo que dijo.

Quedó exactamente en el mismo lugar en donde empezó, solo que ahora había otro camino de pétalos más. Uno que no estaba antes, ¿Quién la habrá puesto?
El camino llevaba a otra parte, y es que una parte de la casa estaba a oscuras, se podía ver algo pero no podía ver con claridad lo que es.

Sin más siguió el caminito e inmediatamente las luces se prendieron, dando paso a unas tenues y de inmediato se escuchó por toda la casa una música lenta.

Y lo que vio ahí mismo hizo que otra lagrima bajara por su mejilla. Y es que frente a él, había una mesa para dos. Donde había una deliciosa cena humeante y que olía exquisito y fenomenal. Había velas por todos lados dandole al ambiente romántico, cursi y candente. También en la pequeña mesa reposaban vajillas finas y delicadas. Había vino también y dos copas.

¿German habrá hecho todo eso? ¿Para el, y solo para el? Esto era demasiado. Pero era hermoso y perfecto.

Se sentía en un sueño del cual jamás quería despertar.
Sabía que su novio era romántico, pero no sabía que tanto, no conocía esta faceta suya.

Tenía a un gran novio. Lo ama demasiado, que incluso esa palabra queda corta para describir el amor que le tiene.

"¿Te gusto la sorpresa?" Susurro alguien en su oído, y unas manos colocarse en su cintura.

My first love Où les histoires vivent. Découvrez maintenant