Capítulo 14

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Tres días pasan muy rápido. Sin hablar con mi familia, estando cada vez más preocupada por mi hermano menor del que todavía no había señales.  Pasamos de estar molestos por escapar de casa a estar muy preocupados por lo que le pudo haber pasado. Incluso olvidé lo molesta que estaba con él y sólo rogaba que se encontrara bien. De una búsqueda superficial de la manada pasaron a hacer un grupo de soldados con la única misión de encontrarlo.  Ellos ya habían salido de la manada a buscar fuera del territorio. Ahora yo me iría. Decidí dejar algunas cosas en mi habitación de la casa de la manada para viajar con menos peso. Teníamos que partir en unas horas al primer destino.

La información oficial que la manda recibió respecto a la salida del alpha fue que era para hacer una mejor relación con los vecinos, sin decir que esta estaba ya deteriorada. Era el último recurso de evitar una guerra y  muertes. Pero las personas parecían sospechar que algo andaba mal. Se miraban cautelosos, esperando que alguien supiera algo. Los padres se volvieron muy precavido con sus hijos después de que se supiera de la desaparición del chico de 15, hermano de la "novia" del alpha.  Todos podían sentir que estábamos viviendo en la calma antes de la tormenta.

Mencionando el ser la novia de Alex, ahora todo el mundo lo había escuchado. De ser invisible pasé a obtener miradas donde sea que estuviera, y a pesar que nadie  confirmara la veracidad de esa información el que pasáramos las noches en la misma habitación hizo que la mayoría lo asumiera como un hecho. A veces era demasiado incómodo. Por suerte podría escapar durante un tiempo de las miradas curiosas.

Ya tenía mi equipaje en el maletero y Alexander también. El beta se haría cargo de todo durante la ausencia de Alex. Además de nosotros dos era la única persona al tanto de la situación de la manada. Nunca había hablado con ese muchacho. Bueno, no he hablado con más de cuatro personas durante mi estadía -Contando a Alex-. 

Tomé mi celular decidida a llamar a mi mamá antes de mi partida. Contestó al primer sonido.

-- ¿Han encontrado algo? -- La esperanza en su voz me rompió el corazón. Que uno de tus hijos esté desaparecido debe ser uno de los dolores más grandes que una madre puede tener. A pesar de no haberla visto en día podía imaginar su apariencia. Debía estar pálida y con ojeras por no poder dormir adecuadamente. Esperando que cada llamada recibida sea de Diego. Que todos los mensajes sean sobre él. Pero no habíamos obtenido nada, aún.

-- Lo siento -- Dije. Me disculpé por no estar cerca de todos en esos momentos, por no poder hacer nada por mi hermanito, por haberlos ignorado durante días -- Sólo llamo para decir que en media hora estaré en movimiento. Estaré atenta a cualquier noticia en las otras manadas.

-¿Crees que salió del territorio? -- Todos sabíamos que eso es algo peligroso cuando no hay información sobre el destino y la cantidad de pícaros cercanos. La manada generalmente tiene que dar el consentimiento para que los menores vayan a otros lugares, aunque todos sabíamos que la mayoría iba donde fuese sin inmutarse por los límites. Probablemente mamá pensó que sería más sensato que eso.

-- Claramente no está dentro -- Respondí. Su olor hubiera sido suficiente para encontrarlo. Y eso dejaba dos opciones: estaba fuera, o muerto dentro de un líquido,  lo único capaz de camuflar  un olor. Y la segunda opción no era discutida por nadie, pero si pensada.

-- Ten un buen viaje, cariño. Y saluda a Alexander de mi parte -- Me despedí y corté la llamada. Estaba sentada en el jardín de la enorme casa junto al Jeep que nos llevaría durante todo el viaje. La tierra y césped resultaron ser tranquilizadores.  Y la soledad, por supuesto, estaba consolándome. Me tiré  de espaldas.  Cuando Alex saliera de la última reunión con los últimos alphas que quedaban en el lugar. Sólo participé en unas pocas  de estas reuniones, las que mi amigo afirmó que serían las menos exhaustivas. Pero de igual forma resultaron serlo, cargadas por mucha tensión. Ahora podía comprender lo cerca de una catástrofe que la manada se encontraba.

Behind the glassDonde viven las historias. Descúbrelo ahora