Capítulo 18

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A la primera oportunidad  que tuve llevé a mi amigo lejos de las demás personas. Esperaba encontrarnos fuera de su rango de audición, pero en caso de no ser así, no me importaba. Mis pensamientos me estaban inquietando más que cualquier otra cosa. Estábamos en la línea en la que el bosque comenzaba y las personas más cercanas eran niños que se perseguían y empujaban en el pasto.

-- Hay que regresar -- Indiqué. No sabía que respuesta esperar de Alex. Intentar averiguar cosas internas de una manada puede ser considerado espionaje y una buena razón para haber guerra. En caso de encontrar allí a mi hermano, la balanza se inclinaría a nuestro favor. Si nuestro pensamiento estuviera equivocado, estaríamos jodidos. Él era el alpha. Y sabía que lo acababa de poner en una situación muy difícil: Arriesgar la seguridad de una manada entera por una sospecha sin fundamento por un chico desaparecido. 

-- Tienes razón.

Yo sonreí, aliviada. Si él se hubiera negado yo no hubiera sido capaz de culparlo. Sobre sus hombros existía una gran presión.

-- Antes tenemos que enviar información sobre su desaparición para ver si lo devolverían -- Indiqué -- Tal vez un correo electrónico.

-- Claro, y llamaré ahora a mi tía para pedirle su dirección de hotmail -- Suspiré con fuera. Sí, no sería una buena forma de llegar a ellos -- Tal vez sería mejor preguntarle a Leo si puede ayudarnos.

-- Creí que era imparcial.

-- De vez en cuando hace pesar su influencia con los demás alphas por algún interés propio -- Él sonrió sin humor -- Es poco común, pero podríamos intentarlo. 

Asentí.

-- En estos momentos no tengo el humor para encerrarme en una oficina con nadie a negociar, ¿Podrías ir solo tú a hablar esto? -- Sentía la necesidad de tiempo para poder aclarar mi mente -- Yo iré en un rato más, si es que no terminan pronto.

-- Vale -- Alexander se levantó y dejó un beso en mi frente antes de comenzar a caminar de regreso a la casa en donde Leo se encontraría -- Nos vemos luego.

Paseé durante al menos unas horas alrededor de la línea del bosque temerosa a internarme demasiado. El tiempo a solas no me sirvió de mucha ayuda para aclarar mi mente. Cuando el viento comenzó a volverse muy frío y mi sudadera no fue suficiente para protegerme de él decidí ir dentro de la casa. No esperaba que Alex estuviera todavía reunido con Leo, pero al buscarlo en las salas comunes no lo vi por ningún lado. Y cuando decidí revisar en la oficina de este tampoco se encontraba allí, pero Leo sí. Quise cerrar la puerta y correr lejos como si nada hubiera pasado pero no pude. Cuando sus ojos se encontraron con los míos me vi obligada a entrar.

-- ¿Alex ha pasado por aquí? -- Pregunté, fingiendo seguridad.

-- En estos momentos me está haciendo un pequeño favor -- Leo se encogió de hombros -- Alguien se ha metido al sistema de mi computadora y revisado mis archivos hace algunos días. He escuchado que tu novio es bueno con las computadoras y tal pudiera decirme el nombre.

En la universidad Alex había estudiado sobre computación e informática a pesar de no ser exactamente un ámbito en el que su carrera se desarrollara. Lo hacía por diversión. Por jugar una broma a un amigo o conseguir información sobre el siguiente examen del computador de un profesor. Nada muy serio. Definitivamente ninguno de los alguna vez pensamos que él pudiera terminar haciendo algo real con esos conocimientos.

-- Siento lo de tu hermano -- Agregó, después del silencio que se hizo en la habitación. Leo se sentó sobre el escritorio ahora ordenado -- Debo admitir que es bastante sospechosa la situación de la otra manada, pero no podemos acusarlos de algo sin tener una prueba.

Behind the glassDonde viven las historias. Descúbrelo ahora