Capítulo 44

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Álex y yo decidimos ir primero a mi casa para explicar a mis padres lo que sucedió, pero después de unos diez minutos golpeando la puerta finalmente nos dimos cuenta que no había nadie dentro.  Volvimos al vehículo. En realidad, ninguno se sentía con demasiadas ganas de regresar a la enorme casa, en donde las preguntas abundarían y la tranquilidad que tuvimos durante el viaje desaparecería de nuevo.

Y no pude estar más en lo correcto.

La manada entera pareció haberse organizado para dar una gran bienvenida a Álex. Los alrededores de la manada estaban llenos de personas, habían mesas con aperitivos en todos lados y la música era demasiado intensa para mi gusto. Sabía que mi familia debía estar justo allí y de pronto todas las ganas que sentía por confesarles lo que pasó se desvanecieron. Quería escaparme. 

-- ¿Crees que pueda escabullirme a nuestra habitación sin que nadie me ataje por el camino? -- Pregunté a Álex, pero en realidad quería saber si estaría bien el dejarlo allí, solo. De cualquier forma, a mi jamás me había gustado participar en las celebraciones de la manada. Eso no había cambiado.

-- Ve.  Si preguntan por ti, diré que no te sientes bien.

-- Gracias -- Contesté, pese a saber que nadie preguntaría por mí.

Antes de dos minutos, me había escabullido entre todas las personas y llegado a las escaleras que daban a las habitaciones. Una vez allí, me encontré en un pequeño dilema, ¿Entraba a la mía o a la de Álex? Finalmente decidí entrar a la de él. 

Sabía bien que él hubiera preferido poder haberse escondido del mundo como yo y me sentí un poco culpable por haberlo dejado solo con toda esa gente. Después de todo, él no tenía opción. Toda la fiesta era en su honor, no podía simplemente pasar de esta. Y fue por eso que finalmente, después de unas dos horas de estar encerrada en la habitación sola y haber decidido que debía contar a mi madre lo que pasó con Diego y a Álex lo que Leo me había dicho durante el desayuno ese mismo día, salí.

No me sorprendió el ver muchos rostros conocidos mientras buscaba a mi familia. Después de todo, había crecido alrededor de muchos de ellos, pese a que había perdido el contacto con muchos amigos y amigas después de graduarme y marcharme de aquel lugar. Muchos de ellos intentaron acercarse a mí, en realidad, me fue bastante difícil ubicar a las personas que quería encontrar en medio de ese montón de personas. Thomas fue el primero. El chico estaba en una orilla de un enorme salón charlando con algunos chicos y chicas que parecían de su misma edad.  Me acerqué rápidamente en un inesperado momento de seguridad y le tomé el hombro.

-- ¡Karma! -- Él exclamó, abriendo sus brazos para abrazarme. Me sentí torpe por el gesto de cariño por parte de mi hermano, pero al alejarme un poco vi en su mirada que en realidad se alegraba de verme porque podía traer noticias de nuestro otro hermano, estaba esperanzado y eso me rompió el corazón -- ¡Que bueno verte después de tanto tiempo!

-- Necesito que vengas conmigo y encontremos a mamá y David -- Le dije. La sonrisa que tenía hasta ese momento desapareció. Noté como los amigos que antes lo rodeaban se daban codazos entre ellos y comenzaban a dispersarse, para darle un poco más de privacidad a Thomas.

-- ¿Pasó algo...?

Me quedé en silencio y volví a buscar entre las personas a mi madre con su pareja. La confianza se fue y de pronto me encontraba nerviosa. Sabía  que al igual que Thomas lo que ellos esperarían sería buenas noticias. No tenía idea de como lograría soportar tantos rostros tristes o el odio que seguramente me tendrían una vez supieran que había sido mi culpa. Probablemente jamás me perdonarían. 

Nuestros padres estaban al exterior de la casa, aprovechando la privacidad de estar sin sus hijos mi madre estaba sentada sobre las rodillas de David y reían animadamente. Me pregunté que de la misma forma que ellos habían logrado recuperarse de la ausencia de Diego hasta ese momento, en el que no tenían idea que era de él, podrían hacerlo de nuevo una vez supieran la verdad.

El pensamiento de que después de eso probablemente tendría que alejarme y dejar atrás a mi familia de la misma forma que lo había hecho ya con muchas otras personas me aterraba, ¿Qué me quedaría después de eso? Porque estaba segura que incluso el amor de Álex no sería suficiente para hacerme sentir mejor.

Mi mamá parecía estar completamente enamorada de David. Podía ver como la mirada de ambos se iluminaba cuando estaban juntos, que siempre parecían estar perfectamente conectados y encajaban sus personalidades como nunca lograrían con cualquier otra persona. Me pregunté si Álex y yo algún día nos veríamos igual. Tal vez en el pasado, sin el nuevo cargo de él, hubiéramos podido tener juntos una bella vida como lo habíamos planeado desde pequeños, pero juntos. Si aun siendo mayor, seguiríamos tan felices juntos como mis madre parecía estarlo con su esposo. 

Una vez ella me vio, se levantó de golpe a rodearme con sus brazos. Temerosa de que aquella vez fuese la última en la que mi madre se alegrara de verme, correspondí el abrazo e intenté concentrarme en todos los pequeños detalles: el olor familiar de ella, la forma en que nuestros cuerpos se juntaban, la presión con la que me estrujaba contra su cuello, y esa pequeña humedad que sentía en mi cuello, donde ella tenía su rostro.

-- Que bueno verte, mi amor -- Mamá me dijo, quitando una lágrima de su rostro. Y en ese momento me di cuenta de que me había equivocado. Al ver la mirada preocupada de toda mi familia pude ver que la desaparición de mi hermano continuaba afectándole a todos, que les dolía de la misma forma que a mí. David también me recibió amorosamente, con cariño.

La expectación en los ojos de los tres me hizo querer llorar allí,  frente a todo el mundo celebrando, porque en ralidad aquella felicidad no era real, era una farsa aunque ellos no lo supieran. Porque por nosotros un montón de personas morirían.

-- Deberíamos subir para hablar -- Les dije, para evitar estar frente a tantas personas en un problema familiar y privado. Todos asintieron. Los llevé a la habitación que había compartido con Álex, esperando que su familiar aroma impregnado en todos lados me diera un poco más de confianza y me hiciera sentir menos sola. Y tal vez él apareciera en algún momento y me ayudaría con eso.

-- ¿Qué pasó, Karma? -- David me preguntó, actuando -como siempre- como el vocero de la familia -- ¿Hay noticias sobre mi hijo?

Sentí como mis ojos se llenaban de lágrimas -- Lo siento... -- Pude decir antes que el primer sollozo atravesara mi cuerpo. Llorando sería muy difícil contarles la larga historia. Porque como la familia, ellos merecían tanto como yo saber toda la verdad.

-- Tranquila, cariño -- Mamá dijo -- ¿Me puedes decir que pasó?

Les conté todo. No debí haber demorado menos de 20 minutos debido a que repentinamente me atravesaban fuertes sollozos que no me dejaban hablar, constantemente debía ir al baño por un poco de papel higiénico para limpiarme la nariz y el nudo en mi garganta hacía que mi voz fuese torpe y lenta. Nunca me había dejado ver tan débil por nadie, no recordaba la última vez que mi madre me abrazaba con esa fuerza, como si quisiera fundirme con ella.

-- Shhh, no pasa nada -- Ella dijo. Todos en la sala se quedaron en silencio, cuando lo único que yo quería era que se pusieran a gritarme y exigirme explicaciones, que me insultaran y culparan porque era mi responsabilidad todo. Que mi madre se quedara allí abrazándome, ambas llorando en silencio, me hizo sentir mucho más rota que antes. Las manos de Thomas temblaba. Sabía que él era mucho más cercano a Diego que yo. David había pasado uno de sus brazos por sus hombros mientras lágrimas también se deslizaban por su rostro.

Hubiera preferido ver furia. Que me odiaran.

Pero lo único que había en los rostros era tristeza por haber perdido a Diego. Y pena, por mí.


Holaaa, lamente no actualizar ayer, pero me saqué una muela del juicio y no tenía ganas de vivir siquiera (?)

Haré un maratón de al menos tres capítulos el siguiente domingo si esta historia llega a los 60 votos y 100 comentarios 7u7 los que leen mi otra historia, Ónix, espero que disfrutaran el maratón del viernes. Ahora es el turno de esta historia si cumplen con lo que pido <3

Bueno, es todo por hoy.

Los ama...

-Valerie.

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