SHADOWS [+18]

Capítulo 21

Hoseok se mantuvo serio por un momento antes de ponerse de pie y caminar hacia la puerta. _________________ lo siguió para acompañarlo y agradecerle pero al instante en que abrió los labios para decir algo, él la besó. De nuevo. Sin previo aviso. Hoseok parecía no mostrar arrepentimiento en cada ocasión que la sorprendía con acto tan imprevisto.

—No agradezcas, te veo mañana. —dijo antes de que ella siquiera se molestara en hablar o quejarse.

__________________ no hizo mas que dar un ligero asentimiento y lo vio salir. Tan pronto como abandonó la casa se sintió sola, vacía, decepcionada. Aun no superaba el engaño de Jimin. ¿Como pudo atreverse a hacerle eso?.

Llegó la noche y con ello el miedo de estar a solas en una enorme casa. Por lo menos en casa de Jimin sabía que él podría llegar en cualquier momento. Pero estando allí nada le garantizaba que aparecería.

No pudo entrar a la pequeña habitación de la casa temiendo que en cualquier momento alguien lograra entrar y la atacara. Permaneció en la sala, viendo a través de la ventana que daba una vista amplia hacia la carretera. Un auto en el frente. Alguien llegó. Jimin bajó de su auto y la miró desde la distancia. A _________________ se le revolvió el estómago al verlo, no perdonaba su engaño. Aun no.

Él solo metió las manos en sus bolsillos recargándose del coche. No apartaba la mirada de su chica, la cual habían privado de tocar. _________________ no iba a salir, pero estaba segura de que abriendo la ventana para hablar no causaría problemas, así que lo hizo y lo miró furiosa.

—¿Como te atreves a venir aquí Jimin? ¡Como te atreves!.

—No me dejas opción. Sé que no vas a escuchar mi explicación.

—No tengo que hacerlo, ya se todo lo que tenía que saber. ¿Tu y Sara se divirtieron viéndome la cara de estúpida? Por cierto. ¿Donde esta ella? Me gustaría felicitarlos por su reconciliación.

—Nena, no es así. Ella y yo no estamos juntos. ¿Que sabes exactamente?.

—Lo se todo, que tu y ella no son hermanos, que salieron hasta poco después de que me llevaste a tu casa... —Sus ojos poco a poco se nublaron cubriéndose de picantes lágrimas que lentamente brotaban de sus ojos. Estaba dolida. Herida. Deshecha.— Me mentiste Jimin... No tenías por que hacerlo. Me hubieras dicho lo que eran desde un principio y asunto arreglado.

—¡Ella y yo no volvimos, Filan! Sé que viste algo que te dirá lo contrario pero tiene su explicación.

—No quiero oírla, ya no me importa.

Jimin avanzó mas cerca de la ventana quedando solo a dos pasos de ella. ________________ sin embargo, retrocedió y lo miró desconsolada.

—Tienes que escucharme nena, esto lo hice por ti.

—¿Es enserio? ¿Por mi?. —rió incrédula secando las lágrimas de su rostro.— No tienes idea de lo patético y absurdo que se oye eso.

—¡Joder! ¡Ella no iba a ceder a dejarte en paz!. —gritó y trató de controlarse. A pesar de que ya había hecho mucho daño no quería empeorar mas las cosas.— Ella hizo su oferta. ¿Entiendes? Tenía que darle una noche mas. Solo una.

—¿Y luego planeabas volver a casa y verme a los ojos aun cuando mentiste? No tienes conciencia.

—La tengo. Maldición, la tengo contigo. —Sin querer tocó el marco de la ventana tras querer acercarse pero solo se quejó de dolor al contacto. Su mano ahora tenía una quemadura que enrojecía cada ves mas y _________________ de cualquier forma se preocupó.

—¿Estas... Bien?. —preguntó bajando la mirada hacia su mano.— Por que...

—Esto es lo que hace el escudo bendecido de la casa. Si yo entro moriré al instante. Solo sal de allí y vayamos a casa, te explicaré todo. Pero ven conmigo.