SHADOWS [+18]

Capítulo 36

Su mirada se iluminó. La forma brusca pero sincera en sus ultimas palabras le brindó el brillo que le hacia falta desde días atrás. Era sorprendente como unas cuantas frases salidas de su boca podían conllevar a una destrucción masiva en el hielo que había cubierto su corazón ante la soledad y vacío que ganaba a cada rechazo de ese hombre. Incluso parecía una fantasía, algo irreal.

—¿Hablas.. En serio?. Sabes que no debes jugar con alguien tan sensible como yo, me rompo con facilidad, incluso cuando solo me niegas una mirada, me duele.

—No te miento nena. Te quiero. —confirmó sin enredos y con toda la seguridad del mundo.

—Jimin... Eso... Me hace feliz.

—Me alegra hacerte feliz. —se deleito con beso suave y lento, embriagándose de su sabor, un sabor que no sabría si el día de mañana podría probar.

—Jimin. —habló Jungkook interrumpiendo la nube que los rodeaba.— Debes ver esto.

La miró por ultima vez antes de irse a toda prisa para ver lo que sea que había puesto a Jungkook tan tenso.

—¿Que se supone que..?.

Invadido. Su patio estaba totalmente invadido. Cientos de ellos rodeaban la casa, Hoseok y Namjoon no podían faltar. Eran los principales líderes de aquella rebelión. Los espectros se hallaban estáticos esperando la señal para atacar.

Los labios de Hoseok se curvaron en una sonrisa perversa y miró a Namjoon por unos breves segundos antes de inclinar su cabeza con arrogancia. Pensaba que tenía esa lucha en la palma de su mano.

—No pensé que fuera a ser en plena luz del día. —articuló Jungkook con cierta desconfianza.— Pero mis refuerzos han llegado desde la madrugada, me disculpo de antemano por haberlos dejado entrar a tu casa.

Jimin dirigió la mas fría mirada hasta el pelinegro quién abría con lentitud la puerta de su cocina. KRAD. El club entero al que siempre había asistido estaba a su alrededor. Salieron de la cocina, de puertas inhabitadas, de cada closet, de cada zona que no revisó en cuanto llegó, y su humor cayó por los suelos.

—¡QUE MIERDA CREES QUE HACES!. —gritó exasperado. No podía creer que había invitado a alguien indeseado a su hogar. A una misión que no les correspondía.

—Necesitas toda la ayuda posible Park, y no iba a arriesgarme a que algo le pasara a ___________________. Ellos van a ganar tiempo para ti, para que la guíes al centro de la ciudad y escondas su cuerpo antes de que desaparezcamos de este lugar. —explicó Jungkook confiado de su estrategia.

—Nos vemos de nuevo amigo mío. —Yoon Gi apareció saliendo de entre la multitud de sombras, abriendo su propio camino al frente, justo cara a cara con uno de sus amigos de toda la vida.— Nos enteramos que tienes dificultades.

—¿Y eso que tiene que ver contigo?. —escupió con las palabras arrojando veneno en sus narices.— No pedí tu ayuda, ni la de nadie.

—Y yo no vine aquí para escucharte decir algo que ya se idiota. Si di mi cara, al igual que ellos, fue por que el malnacido de tu hermano nos debe una muy grande.

—Ese imbécil no es mi hermano Min, que no se te olvide. —lo corrigió mirando sobre su hombro para cuando Taehyung y Sara decidieron entrar a escena.— ¿También se unen?. —rió con un tono amargo.— Esto si me causa gracia.

—Cariño, no vengo a defender a la estúpida que ocultas bajo las sábanas. Vine por que tengo cosas que cobrarme, no rechaces nuestra oferta, ambos ganamos. ¿No es eso lo que quieres?. —habló Sara, cruzando frente a Yoon Gi para ser ella quien esta vez le enfrentara.