Capítulo 27

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Jimin la levantó del pasto antes de dejarla hablar y la llevó directo a la habitación. Arrojó su frágil cuerpo sobre el edredón y se montó sobre ella aprisionándola como un total depredador acechando su presa.

—Te voy a demostrar que solo puedes ser mía, que solo puedes desearme a mi.

—¿Que piensas hacer conmigo?...

—Ya verás __________________, solo cierra tus ojos.

___________________ se dejó llevar por el tentativo juego y cerró los ojos mordiendo su labio inferior con nerviosismo. Pronto sintió los carnosos labios de Jimin besando cada uno de sus parpados, bajando cada ves mas hasta terminar sobre su boca. Sus dientes mordisquearon su piel, sus manos exploraron su cuerpo y el tiempo que transcurría marcaba cuanto ellos anhelaban de sus pieles juntas.

Jimin la tuvo en plenitud frente a sus ojos, sus cuerpos desnudos moviéndose uno contra el otro, sus labios expresando la sensación de satisfacción que nublaba su entorno. Sus bocas exhalando el aire caliente desde lo profundo de sus pulmones, sus pechos mostrando el compás de su adrenalina, cada mínimo gesto tenía su función en el acto del amor. Aunque Jimin no lo viera de esa forma ella sabía que por raro que pareciera, no era sexo en ese momento, él estaba contemplándola, le estaba haciendo el amor sin saberlo.

—Jimin... —gimió enterrando sus blandas uñas sobre toda la extremidad de su espalda.— ¡Jimin!... —gemía cada ves mas alto, a cada momento que lo sentía invadir su cuerpo con rudeza, la enloquecía en cada embestida lenta y profunda que su musculoso cuerpo le brindaba al suyo.

—No vas a marcharte con él... Maldita sea, no vas a hacer eso... —murmuró en aclaración. Era una orden que no quería que ella desobedeciera en un arranque de enojo. Estaba consciente de su idiotez, pero no deseaba saber que ella se había ido con alguien mas. Ni siquiera podía imaginarla en los brazos de otro hombre que no fueran los suyos. No sabría como reaccionar si algún día pasara, no sabía con exactitud a quien mataría primero, a su ex prometido o a Hoseok. Hoseok. Reconsideraría acabar primero con el idiota que había probado su cuerpo.

Se aferró a sus caderas y se movió dentro de ella concentrando toda su fuerza en sus movimientos. Podía oírla gritar, pero sabía que no era de dolor, ella realmente estaba disfrutando de su tarea, estaba disfrutando siendo él el idiota pervertido que la deseaba cada 5 minutos, el imbécil que le ha gritado y amenazado innumerables veces, el estúpido que no quiere verla ni un metro lejos. El maldito desquiciado que no iba a permitir que se fuera.

—¡JIMIN!. —gritó colapsando. Su espalda arqueándose por la convulsión de su orgasmo.

Jimin estaba tan distraído y perdido en sus ideologías que no pudo evitar cometer un enorme error. Se corrió dentro de ella sin negarse la gratitud de dar sus ultimas embestidas vaciándose a si mismo hasta sentirse drenado en totalidad. Su cuerpo estaba satisfecho, y su cabeza ahora era un lío que ni siquiera se percató de la equivocación, al igual que ___________________.

—No puedo creer... Que me haya entregado a ti después de que me trataste tan mal. —dijo ___________________, intentando mantenerse indignada, pero estaba tan contenta que no pudo resistirse ante la risita divertida que Jimin soltó ante su comentario.

—Nena, tu no puedes estar ni diez minutos molesta conmigo, me deseas tanto. —besó la cima de su clavícula antes de capturar sus labios mientras salía de su interior.— No comiste nada.

—Tu hiciste que perdiera el apetito.

—Es verdad. —sonrió una ves mas y se gustó de sus labios antes de ponerse de pie.— ¿Que puedo hacer para recompensarte?.

SHADOWS [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora