Nueve

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Dua POV

Tal vez tardé cinco minutos, después de todo estaba cerca saliendo de la oficina, cuando llegué al lugar y busqué un automóvil con alguien dentro, el más cercano al callejón llamó mi atención.

Adentro estaba Camila, y al abrir la puerta del copiloto me encontré con una escena imborrable.

Camila con un vestido negro, casi desnuda, descalza y agonizando, con la respiración agitada y las mejillas rojas, cuando me vió intentó tirarse a mis brazos pero la detuve, en el asiento del conductor estaba su amiga.

"Bésame" buscó mi boca, y sentí un ligero olor a alcohol, tal vez no había bebido demasiado, pero  busqué su mirada.

"Jódete, ¿entendiste?" ella tenía las pupilas dilatadas, la respiración agitada y el cuerpo hirviendo. Estaba colocada, con un trance sexual de excitación en su máximo nivel, efectos de la sustancia de la que ya estaba sospechando.

Sus manos se dirigieron a mi cuerpo e inmediatamente la detuve.

"No me toques" ella parecía no escucharme, sólo forcejeó con mis manos mientras buscaba las llaves del auto que estaban en el suelo.

"Te necesito".

"Camila, no" sus manos se dirigieron a mi pantalón "no, te dije que no" le grité, y ella se detuvo.

¿Qué había ocurrido?

Llamé a mi amiga para que fuera por la chica que acompañaba a Camila, mientras ella intentaba desnudarse.

"Vamos al auto" la sostuve del brazo y la llevé a mi automóvil, ahí me esperaba Robert.
En pocos minutos llegó Rosie y le dije algunas indicaciones.

"¿Te vas a llevar a Camila?".

"Si".

"¿Y qué piensas hacer con ella?".

"Nada, está drogada con una estupidez".

"¿La vas a amarrar para que no te toque? ¿O tú te vas a amarrar para resistir?".

"No digas idioteces".

"¿Sabes a dónde debo llevar a su amiga?" Mi amiga miró hacia el automóvil trasero.

"Haz lo que quieras con ella, me da igual".

"¿Qué vas a hacer con Camila?".

"Ella..."miré hacia mi auto con Robert y Camila adentro, la había dejado con el cinturón de seguridad y una promesa de regresar en segundos "Rosie, ella está intoxicada y no tengo idea de nada ahora mismo, siento impotencia".

"Cuando despierte no va a recordar nada".

"Lo único que me consuela es que me habló a mí y no a otra persona" recordé su llamada cuando salía de la oficina, un viernes en la noche parecía tortura pero prefería mantener mi mente ocupada en documentos.

"¿Ya tiene mucho tiempo asi?" Le dije que no lo sabía y ella miró su reloj "debo llevar a la rubia a su casa y luego me voy a dormir, me debes mucho".

"Te dije que hicieras lo que quisieras con ella, si quieres dejarla aquí e ir a casa es tu decisión".

"¿Y para qué me llamaste?".

"Creí que me ibas a dar sermones y consejos con Camila y su amiga".

"¿La chica igual está drogada?".

"Está dormida".

"Hubiese sido un trio perfecto" mi amiga bromeó para reirse de su propio chiste.

"Ya debo irme".

"Mañana no tienes trabajo".

"Debo cuidar a Camila" Rosie levantó las cejas y dibujó su sonrisa de complicidad.

"Que se diviertan".

Sonreí y me despedí de ella.

No podía tocar a Camila de esa manera. Ella no estaba en todos sus sentidos y el exceso de deseo y excitación podía estallar dentro de ella al punto de provocar un infarto y morir, no era exageración, conocía el efecto de esa droga, mantenía el líbido sexual en su máximo nivel, tu mente está en otro lugar rodeada de ideas carnales, con el cuerpo reaccionando a la excitación. Te sientes en el cielo, en completa relajación, recibiendo corrientes de sensación placentera en tu cuerpo, activaba una parte del cerebro que solo durante el sexo podías explotar.

Llegué en el automóvil y Camila intentó liberarse del cinturón de seguridad e indiqué a Robert que me llevara a casa, con la chica a mi lado que intentaba desnudarse de nuevo.

Al llegar a casa, el nivel de la  droga en su sangre tal vez comenzó a disminuir.

Sonreí al verla más tranquila.

La llevé a mi habitación y casi desnuda la contemplé bajo la luz de la luna, ya estaba inconsciente. Cada detalle de su rostro lo grabé con el toque que mis dedos dibujaron sobre su piel. Y fui bajando poco a poco, mis dedos acariciaron su cuello y luego a sus clavículas perfectamente visibles, repasé un poco más abajo varios circulos hasta llegar a su pecho, sus pezones estaban reaccionando y en la tela podía ver su color un poco más oscuro, la dureza se sintió bajo mi tacto y ahí me detuve, sin sostén estaba trabajando en la excitación que comenzaba a provocarme.
Mis manos hábilmente la desnudaron, y ahi es cuando la dejé unicamente con la ropa interior de color blanco.
Mi mano se dirigió a mi sexo por encima de la ropa.

No, no lo hagas, no.

Mi dedo índice acarició su abdomen y bajó un poco la tela de la diminuta prenda que cubría la parte íntima de Camila.
Recorrí sus piernas, presionando más el camino sinuoso, apartando mi mano de mi entrepierna, no iba a tocarme.
Su piel estaba erizada, su respiración aún un poco alterada, pero estaba inconsciente y no podía hacer nada con ella.

La removí con facilidad en la cama, y a rastras subí a su cuerpo frágil y desnudo, mis manos a cada lado de su rostro, mis rodillas en cada lado de sus piernas entreabiertas, apoyándome en la cama para mirarla desde arriba, la vista de su piel debajo de mí era increíble.

Sus labios entreabiertos, sus párpados reposando y la tranquilidad en ella misma. Mi pecho ardía y algo rasgaba por debajo de mi abdomen, entre mi sexo y el hoyuelo de nacimiento.

Estaba perdiendo el control.

"Camila".

****

¿Y el smut? Es hora hot?

Ahre keep calm que ya estamos cerca, esto fue complicado de describir?

Continuando con los avisos dominicales, pasaba a decirles que les regalo un helado doble por leer esta historia.

Se han ganado todo mi corazón havanero

50 sombras de Dua • duamilaحيث تعيش القصص. اكتشف الآن