Veintisiete

1K 66 23
                                    

Dua POV

Mis planes con Camila fueron completamente diferente, cuando ella subió al auto la noté un poco distraída, seguramente estaba pensando en lo que quería decirme.

Cuando llegamos al restaurante D' Rafaelo, la ayudé a bajar del auto y el contacto de su mano y la mía me hizo dudar, delicada y cálida era lo mejor que podía describir en ese momento.

Entramos al lugar y el chico de la entrada nos llevó a la mesa donde siempre aguardaba una reservación para mí, sola o acompañada de mi amiga, pero hoy estaba Camila a mi lado. Aquél restaurante era importante porque me traía buenos recuerdos con mi padre.

Cuando ya estuvimos instaladas y la chica nos trajo el menú, mantuve mi atención en Camila.

"Querías hablar conmigo, te escucho" ella titubeó un poco antes de hablar.

"Es acerca de nosotras".

"¿En qué sentido?".

"Yo...creo que debo aclarar algunas ideas contigo porque a veces me siento insegura en hacer algo o no, en dejarlo pasar, me gustaría..." la chica llegó con el vino que le había pedido, una copa para Camila y otra para mí.

"¿Te gustaría?" Sentía la mirada de la chica justo en mi dirección.

"¿Puedo ofrecerle algo más?"  Camila vió a la chica y luego a mí.

"Cariño, ¿tú vas a querer algo?" La chica aclaró su garganta, repitiendo la pregunta a Camila, pero ella dijo que era todo "de acuerdo, puedes retirarte".

"Si desea algo más...".

"Yo la llamaré, gracias" no la miré porque sabía que ella eso esperaba, pero no me interesaba.
Cuando la chica se fue, Camila bebió un poco de vino y me miró.

"Eso fue..."

"¿Yo? ¿Arrogante? ¿Grosera? ¿Tonta?" Camila negó a todo lo que le dije pero yo acepté mi actitud poco cordial frente a esa chica, así que ella buscó con qué concentrarse para comenzar a hablar de nuevo.

"Me gustaría conocerte más, salir más contigo y que no sea solo el trabajo o ese contrato de juegos que tenemos, algo me dice que podemos avanzar en lo que sea que tenemos ahora".

"No, eso no es posible" bebí un poco sin mirarla. Mis miedos estaban cada vez más cerca.

"¿Por qué? ¿Por qué no es posible?".

"Tenemos un trato Camila, y por algo todo está ahí, renunciamos a conocernos...podemos salir, hacer planes juntas pero debo recordarte algo...no te enamores de mí, no lo hagas" ella presionó sus labios contra si mismos, ya no me miraba.

"Creo que entiendo" se levantó de su lugar.

"Camila" le hablé mientras intentaba sujetar su mano desde mi lugar, pero ya estaba lejos.

"Lo siento, creo que debo ir a casa".

"Espera, te acompaño" sonaba pésima mi idea con esa voz que comenzaba a desesperarse.

"No, no va a ser necesario, hasta después, creo" comenzó a caminar hacia la salida y yo rápidamente saqué dinero de mi bolsa para dejarlo en la mesa y salir detrás de ella, pero al llegar afuera, ya no estaba, no la veía por ningún lugar, era como si se hubiera esfumado en un parpadeo.

Había sido una completa tonta al decirle eso a Camila. Maldición.

Llamé a Robert para que aparcara el auto en la entrada lo más pronto posible, Camila ya no estaba por ningún lugar cerca. Busqué mi teléfono y la llamé, cinco veces timbró pero no respondió. Insistí de nuevo.

"Vamos, responde" nada, no respondió.

Esperé un poco más para hablar por tercera vez, pero su teléfono ya lo había apagado. Cuando Robert apareció, le pedí que me llevara a casa de Camila, él sabía en donde se ubicaba y llegaría antes que ella si ahí se dirigía.

Al llegar al edificio donde estaba su departamento, bajé del auto para entrar a la pequeña recepción y el hombre de avanzada edad se sorprendió al verme ahí.

"Buenas tardes señorita, ¿en qué le puedo ayudar?".

"Me gustaría saber cuál es el apartamento de una persona, Camila Cabello".

"¿Cuál es su nombre?".

"Dua Lipa" el hombre me miró de nuevo al escuchar mi nombre y después negó.

"Lo siento mucho señorita, no podemos proporcionar esa información a desconocidos a menos que tenga registro de espera por autorización de la joven Camila".

"No soy desconocida".

"Las reglas del edificio son claras, y no va a existir excepción alguna".

"Solo he venido aquí porque me gustaría hablar con ella".

El hombre revisó el lugar donde estaban las llaves y después me miró.

"Ella no está, puede esperarla en la sala".

"O puedo esperarla en su apartamento" el hombre me miró confundido.

"Lo siento, si no doy información menos voy a proporcionar las llaves".

"De acuerdo, que tenga buen día" di media vuelta pero él inmediatamente me habló.

"No creo que tarde mucho, puede tener las llaves pero usted debe ayudarme en algo".

"Los negocios han terminado señor" lo miré por el hombro, no tenía tiempo, lo único que me quedaba era irme de regreso al trabajo.

Llegué al auto y le pedí a Robert que me regresara al edificio.

¿En dónde estás Camila?

Intenté llamarla de nuevo, pero su teléfono estaba apagado. Maldije en voz baja y decidí confirmar mi asistencia al evento con una acompañante, Camila iba a ir conmigo quisiera o no.

Mi día en la oficina fue mucho más de lo normal de lo que esperé, el chico con el que ella había salido a comer regresó y le pregunté un par de cosas que no funcionaron en nada para saber en dónde podía estar Camila. Envié a Robert al edificio de ella con el auto de la empresa, yo me quedaría hasta tarde para terminar todo lo que tenía en espera. Ya era poco más de las 9 de la noche, ya nadie estaba en el edificio más que los guardias de seguridad y yo. Robert me habló por sexta vez para decirme que Camila no había aparecido por su departamento.

Miré por el ventanal y ahí llegó a mi mente la primera idea posible. Camila podría estar en el club.

Busqué mi maletín y mi saco para salir rápidamente del trabajo.

****
¿Camila estará drunking in the club? Ahre

Ya veo un momento tops de...

Me calmo, hoy actualización temprana porque no tuve entrenamiento.

Dua en el acústico rai nau
Camila ensayando para los latin, y más se unen a nuestro fandom shipper ahre

DUA, CAMILA, LAS SHIPPEO
*mi cartel en algún concierto goals*

50 sombras de Dua • duamilaOnde histórias criam vida. Descubra agora