Veintinueve

990 79 26
                                    

Camila POV

La voz de Dua se estaba rompiendo frente a mí cuando terminó de hablar, y al alejarse, me puse de pie.

"Es demasiado caprichosa, no debes permitir que te lastime porque tarde o temprano te va a demostrar hasta donde es capaz de llegar, vas a sufrir mucho... cuando obtenga lo que buscaba en tí, te dejará" las palabras de aquella mujer buscaban convencer, pero había algo que me aferraba a la idea que tenía de Dua.

¿Cómo conocí a la mujer frente a mi? Bien, cuando Dua me dijo en el restaurante que no me enamorara de ella, sentí como si mis ilusiones se rompieran, porque parecía que siempre iba a existir una barrera entre ella y yo. Abandoné el lugar pero Dua corrió detrás de mí, así que crucé la calle y entré al edificio de enfrente observando lo que sucedía, ella hablaba desesperada por teléfono hasta que llegó su chofer, subiendo al auto y desapareciendo por la calle demasiado rápido. Iba a salir cuando me encontré a aquella mujer, su mirada verde y el cabello castaño me habían llamado la atención, podía tener quince o veinte años más que yo, pero la juventud en aquella actitud imponente me había detenido.
Su chofer la esperaba en la salida, pero me miró y sonrió como si me conociera.
Llamé a casa pero Sarah no estaba, solo me quedaba apagar mis sentimientos en el club, solo iba a beber un poco pero al llegar ahí, alguien me invitó un coctél especial. La mujer que había visto en esa empresa ahí se encontraba, y se acercó a hablar conmigo sin pensarlo. Hablamos del lugar, de citas sin compromiso y de amor, ella había mencionado que una chica la abandonó desde tiempo atrás pero aún no la olvidaba, yo hablé de mi complicada situación, pero nunca mencioné a Dua porque seguía siendo un secreto. La mujer se presentó como Elizabeth Grant, parecía la típica mujer libre pero algo en su voz y en su mirada me decía que ella buscaba algo más, así que terminó hablándome de su método para olvidar a las personas y divertirse.

Dua se fue, no escuché más a Elizabeth, solo salí del club para buscar a la empresaria, visualicé su automóvil pero ella no estaba ahí, debía esperar.

Me sentía preocupada, era la primera vez que veía a Dua con miedo, como si no supiera qué hacer o a dónde ir, sabía que ella estaba mal pero no entendía nada en realidad. Dua mencionó algo acerca de su pasado, pero todo fue tan rápido que solo me concentré en su voz dudosa y su mirada perdida.

Los minutos avanzaron y creí que ella no llegaría, tal vez se había quedado en el club, aunque de lo único que estaba segura era de su automóvil, uno más de su colección, ella aún se encontraba adentro del lugar.

"Camila, deberías ir a casa" había estado distraída que no noté que ella ya se encontraba junto a mí.

"Dua ¿estás bien?".

"Si, lo estoy" su voz decía todo lo contrario.

"¿Qué ocurre?".

"Nada" abrió la puerta del copiloto, y esperó a que entrara, no se atrevía a mirarme a los ojos.

Entré al auto, no quería discutir con ella, estaba mal.
Subió al vehículo y comenzó a avanzar, no aceleró ni dijo nada más, solo se dedicó a mirar al frente, concentrándose en el camino.

El silencio estuvo en todo el tiempo, hasta llegar al edificio de mi departamento.

No preguntaba cómo lo sabía porque ya tenía idea de la respuesta.

Apagó el auto y me miró.

"Espera, antes que bajes, yo...te debo una disculpa, he sido una completa tonta al comportarme así, y no me voy a justificar con nada, es mi error y lo acepto, así que, en este momento quedas..." no la dejé terminar de hablar, coloqué mi dedo encima de sus labios y negué en silencio.

"No es necesario que lo digas, está bien" Sabía que ella me iba a dejar libre de su contrato, libre de sus juegos y la poca posibilidad en la que podía estar cerca de ella.

"Sólo mereces ser feliz, Camila, tú eres especial, yo no puedo comprarte un momento ni puedo pagar por una sonrisa tuya".

"Lo único que te pido es tiempo".

"Creo que me escuchaste en el club, tengo un pasado, y eso me atormenta, no puedo...no puedo permitir que me sigas cuando solo te diriges a la perdición, yo soy esa perdición".

"¿Por qué permites que tu pasado siga en tu presente?" Dejó escapar un suspiro, presionó sus manos en el volante y de nuevo evitó mi mirada.

"Hay cosas que no van a cambiar, por más que quiera...lo intento Camila, lo intento pero no es suficiente" ya no habló más, las palabras se quedaron ahí.

"Tal vez necesitas ayuda, yo puedo estar contigo".

"No voy a permitir que te destruyas".

"Es mi decisión si me destruyo o no, es mi problema si voy a sufrir, quiero arriesgarme y también quiero que tú lo intentes...solo piénsalo, tienes 10 segundos, si bajo del auto y no me dices nada, voy a entender que ya no vamos a tener nada más, ya no va a existir el contrato ni voy a seguir trabajando en tu empresa, desapareceré de tu vida, así que te espero".

No me importaba el tiempo que iba a pasar, un límite de 10 segundos era una completa estupidez, pero ella necesitaba dejar de torturarse demasiado.

Ella bajó primero del auto, lo rodeó por la parte delantera, yo solo miraba sus pasos hasta que llegó a la puerta del copiloto, y la abrió, quedando frente a mí.

"¿Puedo quedarme en tu casa esta noche?".

*****
ESTA COSA SE PRENDIÓ

Dua ya está en México y esta noche va a estar en un evento privado re goals

Camila no ganó el premio pero estuvo nominada en un Grammy a pesar de que son sus primeros 10 meses en solitario y aún no ha sacado su primer álbum, orgullo cubano.

Hoy es inicio del fin de semana, vamos por helados, pizza y golosinas.

Gracias por su estrella de voto🌟
Les regalo una dona por leer esta historia 🍩

Que tengan una linda noche, día, y escuchen OMG de Camila y Be the One de Dua, saludos desde el Himalaya ommm 🙌🙏

50 sombras de Dua • duamilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora