Dieciseis

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Dua POV

Cargué a Camila entre mis brazos, su cuerpo débil se había desvanecido, el dolor y la sensibilidad había llegado en su máximo nivel.
La recosté en mi cama, y fui a buscar las pastillas para el dolor y un vaso con agua, dejándola en mi habitación.

Tuve el tiempo suficiente para ducharme, comer un poco y hacer algunas llamadas de la empresa, cuando Camila me llamó desde el otro lado de la puerta del estudio, le indiqué que entrara a mi lugar de trabajo y cerró detrás de sus pasos.

"Camila ¿cómo estás?".

"Mejor...yo he venido a ver cómo estás" me reacomodé en la silla y la miré, al parecer ya se había duchado y cambiado de ropa.

"Estoy bien, ¿vas a quedarte?" Debía evitar que continuara insistiendo con el tema.

"Debo regresar a casa, Sarah debe estar preocupada por mí".

"Si lo estuviera ya te hubiese llamado" ella me observó desde el lugar en donde se encontraba, y comenzó a dirigirse hacia mí.
Lo primero que noté fue la marca rojiza en su cuello y sonreí al recordar que era el sello dibujado por mis labios.

"¿Qué ocurre?" miré aún más su cuello y ella se detuvo junto a mí, negué en silencio, bajando la mirada para sonreir.

"Vamos a esperar una semana para repetirlo, pero el nivel aumenta" intenté mantener el límite pero ella pareció no prestarle atención hasta que me respondió.

"No creo que tengamos que esperar mucho" la miré seria, no parecía algo coherente, aquellos golpes en su cuerpo aparecerían en unas horas más y el dolor la recorrería de nuevo.

"Si, debemos esperar a que te recuperes" ella rió un poco y se sentó frente a mi, encima del escritorio café oscuro, acomodó su cabello y me miró de manera divertida, voraz y despreocupada.

"Tú sigues, y no voy a esperar mucho" la seguridad en su voz me había sorprendido, pero me encantaba, sus ojos parecían tener un color más oscuro.

"Camila, primero tendrás que acordar una cita conmigo, pero debes estar preparada".

"Pondré las reglas en el momento que comience el juego".

"No, algo espontáneo no, es un riesgo y..." ella me interrumpió.

"Va a ser divertido a mi manera" dejó un beso en mi cuello y comenzó a caminar hacia la salida, sus caderas se movían al compás de cada paso suyo.

"¿Cuándo?" Ella se detuvo al escucharme y miró en mi dirección, no dudó ni pensó demasiado el día, tal vez ya lo tenía planeado.

"El lunes en la noche, aquí en el cuarto de juegos, voy a querer que me recibas desnuda, quiero ganar tiempo".

"Puedes desnudarme ¿lo sabías?" mi mirada buscó desafiarla.

"Si, pero yo quiero llegar y encontrarte desnuda, sólo para mí" caminó dos pasos más y llegó la puerta para salir sin mirarme de nuevo.

Me quedé en silencio, sola, en ese lugar familiar.

Iba a ser dominada y solo la idea de que Camila lo hiciera me dejaba ansiosa, conocía una parte de mí misma pero estaba segura que al estar en ese cuarto de juego bajo órdenes me iba a dejar fuera de control.
Recordé la linda sonrisa de Camila y la manera en la que ella había estado a mi completa disposición, debajo de mi cuerpo, reaccionando a cada toque mío.

Cuando salí del estudio, Camila ya se había ido pero me dejó una nota con una breve despedida del fin de semana. Lo cierto era que ella estaba desobedeciendo casi todas las reglas y lo dejaba pasar como algo desparecibido o sin sentido.

El tiempo transcurrió tan rápido que al ver el reloj, ya marcaban pocos minutos después de la medianoche, así que me dirigí de nuevo a la ducha, necesitaba relajarme un poco antes de dormir.

Iba a comenzar a desvestirme cuando mi teléfono recibió una llamada, fui a la mesa para apagarlo y en ese momento vi la pantalla. Camila.

"Buenas noches" respondí con un intento de tono normal, aunque estaba un poco confundida por la hora y la chica al otro lado de la línea.

"Dua, ¿en dónde estás?" Intenté prestar atención si había ruido en el lugar donde ella se encontraba, pero solo era silencio.

"Señorita Cabello" escuché que aclarar su garganta y comenzara a contestarme.

"No estoy en la hora de trabajo, así que puedes dejar tus formalidades y llamarme Camila".

"Señorita..." no iba a obedecerla, no ahora.

"Dua, ¿quieres tener una llamada hot conmigo o vas a continuar hablando de usted y yo?" presioné mi mano en el móvil y caminé hacia la ventana con vista al jardín y a la piscina en la noche cálida.

"¿Qué dijiste?" intenté aclarar mi mente.

"Te pregunté si te gustaría una cita conmigo" cerré los ojos por un momento, estaba confundida "¿ocurre algo?".

Me repetí internamente que debía concentrarme más, solo había escuchado mal, era todo.

"Si, todo está bien...¿cómo sigues?".

"Bien, estoy mejor, compré las pastillas que me dijiste y tengo un poco de sueño pero ayuda...Dua, entonces..." buscó regresar al tema y de nuevo me quedé en silencio.

"Estaré encantada".

"Bien, eh...¿estás ocupada el miércoles después del trabajo?" Sabía que no necesitaba buscar en agendas.

"Completamente libre, ¿algún lugar en especial?" Su risa al otro lado del teléfono me hizo sonreir.

"Será una sorpresa".

*****

Capítulo previo a la emoción ahre que mañana comenzaremos a ver algo de Camila tops, y ya tendremos escenas de ambas.

Gracias por sus estrellitas y por leernos 🙏

Dua estuvo bailando Mi gente de Balvin y que se prendió todo...

Havana sigue en el trending de los primeros lugares y todo bien

Aquí les dejo la promo de helado tenebroso, mi disfraz iba a ser de calabaza pero falsa alarma, terminé de vampiro ahre no.

Chau y hasta el próximo capítulo ✌🍨🍦🍧🎃

50 sombras de Dua • duamilaWhere stories live. Discover now