Veintidos

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Camila POV

Dua cargó mi cuerpo contra la pared, besándome con fuerza, sus labios devoraban mi cuello y su respiración chocaba en mi piel, mis manos sujetaban su cabello y ella apoyándose con las manos en el frío material me presionó más, su pierna entreabrió las mías, continuando su camino con la boca. Escuchaba la música en el lugar, aún bajo las luces rojas.

"Vamos a casa".

"Tienes que convencerme" quería ir con ella pero me iba a castigar, y no estaba lista para soportar su fuerza en mi cuerpo. Sus manos presionaron mis pechos mientras su boca subía a la mía.

"Camila, es una orden".

"Entonces, déjame enseñarte algo... porque no querías que nadie te viera... pero terminaste siendo el centro de atención por unos segundos" le recordé lo que me había dicho, parecía una burla.

Sus manos jugaron con el cierre de mi vestido y la empujé un poco.

"No, aquí no, antes quiero divertirme contigo como tú lo hiciste conmigo" busqué su mano para salir del club, las personas afuera nos miraban, la empresaria conocida con una misteriosa chica.

Miré a Dua, tenía la ropa un poco desordenada por mis caricias y por primera vez pareció no importarle, solo me siguió hasta el automóvil.

Ella abrió la puerta del copiloto para que yo entrara, pero le indiqué que ella lo hiciera, pidiendo las llaves porque la noche no había terminado y ella aún estaba disponible para mí. Cuando ella accedió, la recompensé con un beso húmedo por encima de su boca, eso la estaba provocando aún más.

Llegué al volante, encendiendo el motor casi al instante para avanzar por la ciudad, de pronto sentí como sus manos comenzaban a acariciarme las piernas, sabía que ella igual me iba a torturar y debía buscar una salida rápida a sus juegos.

"Tenemos dos opciones, una es hacerlo en el callejón más cercano o la otra es en el cuarto de juegos, ¿cuánto tiempo eres capaz de resistir?" Su mano se detuvo por unos segundos, dejando de jugar con mi piel con sus caricias pero después continuó, ya tenía la respuesta.

"Eso va a depender de tí" presioné el acelerador, no quería ser su sumisa esta noche, pero si quería llegar al cuarto de juegos para dominar a todos esos demonios que ella dejaba ver.

Sus manos se sumergieron en mi vestido, justo en la entrepierna, bajando el ritmo de las caricias, su dedo índice conducía a un camino invisible y presioné mi agarre en el volante.

"Si te mantienes quieta, te voy a dar lo que tú me pidas" una vez más sus caricias se detuvieron, la diferencia fue que estaba vez ella retiró su mano de mis piernas.

"¿Hablas en serio?" en su voz podía escuchar la sorpresa que tenía, no lo esperaba.

"Demasiado en serio" me desvié del camino, buscando un atajo, mi mirada iba del espejo retrovisor al frente. Ella dijo algo pero no presté atención, solo aumenté la velocidad para llegar a su casa.

Minutos después ya estábamos en su lujoso garage, con varios automóviles de colección, una Jeep oscura, y una motocicleta color negro.

"Espérame en la habitación" su voz segura me había detenido justo antes de bajar del automóvil, ella aún no se había quitado el cinturón.

"Eso lo vamos a ver" terminé por abrir la puerta y bajar del auto, caminando hacias las escaleras en dirección al living, parecía que Martha hoy no estaba en la casa, o tal vez estaba en otro lugar, ya era tarde. Me dirigí a la cocina para terminar frente a los vinos, buscando alguno que me llamara la atención, decían que el más antiguo tenía mejor sabor y quería probar algo diferente. Serví una copa para mí y otra para Dua.

Estaba regresando al estante con el vino en mis manos, cuando escuché los tacones en el suelo, avanzando con delicadeza por el lugar, Dua había entrado al living, desde ahi podía ver como se retiraba el saco y arremangaba su camisa.

"Estando así te pediría que me follaras, pero sabemos que te gusta estar debajo de mí, cariño" ella abrió dos botones más de su blusa, dejándome ver su piel, hoy no llevaba sujetador.

"Camila, no voy a discutir eso porque es verdad, pero tengo mis motivos..." caminó hacia mí y miró hacia las copas con vino, levantando su ceja mientras me desafiaba con la mirada "cuando estoy debajo de ti tengo una mejor visión de tus orgasmos" sostuvo la copa para llevarla a sus labios y beber un poco.

Me acerqué a ella, colocando mi mano en su hombro.

"Has bebido, hoy eres mi sumisa" al instante dejó la copa y buscó mi mirada.

"¿Quién te crees Camila?".

"Tu ama, y se responde si, mi señora" me acerqué a sus labios para besarla, dejando que mi lengua hiciera su trabajo con el sabor del vino en su boca. Sus manos intentaron acariciarme pero la aparté, presionando mis manos en sus muñecas, sosteniéndome en su cuerpo, la diferencia de altura lo hacía más interesante.

"Camila" ella habló en mi boca, con esa manera oscura de hacerlo, estaba cayendo conmigo.

"Sígueme" me aparté de su boca, buscando su mano para arrastrarla a la habitación de juegos. Mi corazón estaba acelerado y la respiración aumentaba, hoy iba a hacerlo sin cariño, como ella esperaba.

*****
Hoy seriamente quiero decir algo, los artistas se merecen lo mejor de nosotros, somos fans y la emoción cuando tenemos la oportunidad de verlos en persona es goals pero una cosa es querer verlo y otra es querer foto sin importar la seguridad, o golpear y lastimar a nuestro idolos, lo digo porque hoy Dua en Brasil prácticamente fue agredida en el aeropuerto, llevaba 10 horas de vuelo, estaba cansada pero aún asi se acercó a tomarse fotos y salió de ahí con lágrimas porque la lastimaron, eso no es justo, que la protejan.

Si eres fan sabes que te basta con ver su sonrisa, saludar, abrazar o preguntarle cómo está, una foto no lo vale, la verdad que no.

Si yo fuera famoso, ahre a mi si me pueden hacer papilla pero con cariño :v

Dejando el desahogo, fui por helado y hoy estaba al 2x1 asi que les comparto uno ahre 🍧🍧

50 sombras de Dua • duamilaWhere stories live. Discover now