Capítulo 13

6.7K 665 84
                                    

 Y... Tercer tío que me dice algo al pasar por mi lado, ¿tan difícil es morderse la lengua al ver a una tía esperando? Parece que explotan si no dicen algo.

–Hola, preciosa. –Dice una voz detrás de mí y tapándome los ojos.

–¿Channing Tatum? –Pregunto mordiéndome el labio.

–Mucho mejor.

–¿Jesucristo?

Kilian suelta una carcajada que me hace sonreír mientras me doy la vuelta. Me guiña uno de sus perfectos ojos azules y pasa un mechón de mi pelo por detrás de la oreja.

–Jesucristo fue creado a imagen y semejanza de mí, nena. –Contesta con una sonrisa socarrona. Niego con la cabeza y le doy un abrazo.

No es que le esté mandando con ese abrazo a la friendzone ni nada por el estilo. Desde luego, a un hombre como ese se le quiere tener en muchos sitios y ninguno de ellos es un lugar donde no puedas tirártelo. Entre los dos, decidimos no hacer muestras de cariño en público porque ni él quiere tener una relación ni yo quiero ser el ciervo con los cuernos más grandes de todo California, así que, como se diría vulgarmente... Follamigos.

De pronto, noto como algo empieza a chuparme el pie y pego un salto haciendo que el rubio me coja en brazos.

–¡Te has traído a ese monstruo chupa pies! –Grito mirándole desde arriba. El perro me mira sentado y meneando su rabo de un lado a otro.

–Le gusta mucho la playa. No podía dejarle en casa. –Se defiende Kilian poniendo voz de niño pequeño. –Me vas a decir que no es adorable. Krusty. Saluda a Spence.

Y se pone a ladrar enseñándome sus dientes afilados. Yo me agarro más fuerte a Kilian esperando que no salte y me muerda el culo. Tiene cara de estar deseando morder mis nalguitas.

–Dile que no quiero saber nada de él. Perrito bueno. Guapo. –Digo mientras me baja de sus brazos. –¡Soy Spencer Peterson! ¡Yo, caca! ¡Fus fus!

–Sabes que aunque le grites, no te va a entender, ¿verdad? Es un perro, no un sordo.

–Pues más le vale entenderme si no quieres que haga un truco de magia sobre mí y desaparezca para siempre mientras tú te quedas sin el mejor sexo de tu vida y con un perro que después de comerse toda la mierda de mis pies, te chupa la boca. –Aviso mientras comienzo a andar hacia la arena.

–¿Y cómo sabes que eres tú la que me ha dado mejor sexo en toda mi vida? –Me pregunta desde atrás en un tono socarrón.

–Según tú, no te gustaba repetir: conmigo lo haces.

Tiro la toalla estirada para que no se me manche de arena y lo primero que hace el tal Krusty, es ponerse en ella y tumbarse. Me muerdo los labios para no ponerme a gritar como una loca mientras Kilian se ríe a carcajadas por la osadía de su perro. Pero, por supuesto, no acaba ahí. Tan rápido se ha tumbado, se levanta y empieza a dejarme un regalito en forma de mierda encima de mi preciosa toalla.

–Odio. A. Tu. Perro. –Gruño mientras miro los desechos metabólicos del perro del tío al que me estoy tirando encima de mi toalla.

–¡Krusty! ¡Esas cosas no se hacen! –Grita entre risas Kilian mientras estira su toalla y se tumba encima de ella.

–¡¿No vas a recoger a tu doble?!

–¿Debería?

–¡Kilian Blake! ¡No me hace gracia!

–Eso es porque no eres la persona a la que no se le han cagado en la toalla. –Se mofa. Se levanta mientras su perro pasa entre sus piernas, saca un papel de su mochila y coge la mierda para llevarla a una papelera.

[ENTRE DOS PAREDES] Où les histoires vivent. Découvrez maintenant