Capítulo 19

6.1K 630 132
                                    

Os preguntaréis... ¿Qué coño haces en una boda? Bueno, pues veréis...

Todo empezó un viernes que fui a trabajar bajo la luz del amanecer... Vale, no me pondré intensa

Hudson estaba estresado. Bueno, vamos a definirlo bien: más estresado que de costumbre. De hecho, en su mesa de trabajo, en vez de haber 4 vasos e café vacíos como solía haber, había unos 10, lo que no sé es como esta historia acaba en una boda y no en un funeral.

–¿Se puede saber qué te pasa? –Pregunté cogiendo sus manos que temblaban de nerviosismo.

–Mi madre.

–No. Soy Spencer. Tu compaña. Esa que te tiró el café encima. –Dije sonriendo para intentar relajar el ambiente interpretando mi habitual papel de bufón pero su mirada lo dijo todo. –Vale, vale... ¿Qué pasa con tu madre?

–Se cree que tengo novia y la quiere conocer.

–Pues dile que lo habéis dejado. Es sencillo. No entiendo el drama. –Contesté apoyándome en su mesa de brazos cruzados.

–No lo entiendes. Mi madre es... Tiene muy mal carácter. Solo sabe quejarse de las cosas y regañarme como si tuviera 5 putos años.

–¿Y cómo ha salido un alma tan cálida y sonriente de ahí? –Pregunté con sarcasmo ganándome otra de sus miradas. Me mordí el labio para no reírme. me resultó una de las tareas más difíciles que he realizado nunca, pero lo conseguí. –Venga... No creo que se tome tan mal que no tengas novia.

–Spencer. Tengo 31 años. Nunca he tenido novia y  por fin, después de años y años repitiéndome que no iba a conseguir novia en mi vida, que me iba a quedar solo, que nadie me  iba a querer, iba a presentarle una novia de manera formal. Ahora, no sé cómo decirla que lo hemos dejado...

–Resumen: Que quieres darle con un canto en los dientes a tu madre a pesar de que tenga razón, ¿no?

–No. Quiero que vea que sigo siendo tan malhumorado como para no tener pareja. –Su tono sarcástico casi consiguió hacerme reír. Casi. Pero no. 

–¡Pues perfecto! Ahora, solo tienes que fruncir un poco más el ceño para parecerlo más todavía. A ver... Un poco más... 

–Peterson. Vete de mi despacho. –Gruñó acariciándose las sienes en busca de paciencia. 

–Era broma. Sonríe un poco, Hudsie, que la vida está para eso. Si tanto lo necesitas, yo me haré pasar por tu novia; no puede ser tan horrible, ¿no?

–¿De verdad? ¿O es otra de tus bromas sin ninguna gracia? –Preguntó levantándose mientras acercaba su cara a la mía con los ojos entrecerrados estudiando mi rostro milimétricamente.

–Claro, no creo que tenga mucho mejor que hacer, mi amiga Gina está de viaje en Perú. 

–Es una boda. Vas a conocer a toda mi familia. –Me advirtió esperando a que me fuese a echar hacia atrás.

–¡Que divertido! Una panda de gruñones malhumorados... –Exclamé devolviendo su tono sarcástico celebrando la noticia meneando los puños. Él puso su ceño fruncido de nuevo y yo con mis manos, levanté las comisuras de sus labios para que sonriera. –Se te van a crear arrugas si sigues con ese careto... 

–Ahora el que no quiero que vengas, soy yo. –Dijo apartando mis manos de su boca con un gruñido. Me encogí de hombros y empecé a caminar hacia la puerta para irme de allñi cuando su voz me paró. –Te paso a recoger el sábado que viene a las 12 de la mañana. Voy a llevar una corbata roja, así que, comprate un vestido del mismo color.

[ENTRE DOS PAREDES] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora