[ENTRE DOS PAREDES]

Capítulo 15

 –No me puedo creer que me haya rechazado. –Llora aún más fuerte Cal en la cafetería a la que hemos ido, cerca de donde próximamente va a comenzar el rodaje.

Voy a pasar mi mano por su mejilla para quitarle las lágrimas y él coge mi chaqueta para sonarse los mocos. Mi cara de horror parece divertir a Hudson porque lo que parece una sonrisa, se dibuja en sus labios, a pesar de que intente ocultarlo dando un sorbo a su café.

–Técnicamente, no te ha rechazado. –Explico encogiéndome de hombros mientras me quito mi pobre y maltratada chaqueta. –Solo que... Yo soy más su tipo.

–No tengo suerte en el amor. Me voy a quedar soltero toda mi vida rodeado de gatos que se comerán mi cadáver cuando me muera y nadie me echará de menos...

–Cal, tú no tienes gatos. –Aclara Hudson poniendo una mano sobre su hombro.

–¡No tengo gatos!–Solloza mientras tira de la chaqueta que está en mis manos para volverse a sonar los mocos. Al final cedo y se la dejo. Si va a ir a la lavadora de todas formas... (O a la hoguera).

–Hudson, podrías presentarle a alguna amiga.

–Amigas él.–Suelta en una carcajada Cal secándose las lágrimas, esta vez no sé si porque Elena es lesbiana y no tiene oportunidad ninguna con ella o la simple idea de que el señor Whitaker tenga amigas. –Como no me presente a su hermana o a su madre que son las únicas mujeres con las que tiene relación...

–Eso no va a pasar. Con ninguna de las dos. –Contesta cortante el productor de cine señalándole con el dedo índice a modo de aviso.

–¡Oh! Hudsie es protector con su familia... –Me meto con él ganándome una mirada de odio eterno. –Es verdad. Se me olvidaba que no se puede hacer ni una broma.–Gruño entre dientes.

–Conque esas tenemos... –Dice él levantando ambas cejas. –No es que sea protector con mi familia, sino que creo que haría mejor pareja contigo que con mi hermana.–Termina Hudson con el mismo gesto y con algo parecido a una sonrisa en sus labios. Abro los ojos de par en par y miro a Cal que me mira pestañeando unas cuantas veces.

–Yo... Esto... –Empiezo intentando justificarme.

–Spence no es mi tipo.–Admite Cal tras haberme echado un vistazo de arriba a abajo.

–¡¿Cómo?! –Grito ofendida y llevándome una mano al pecho. –¿Qué tengo de malo? –Le pregunto frunciendo el ceño.

–¿A parte de ser torpe y testaruda? No, nada.–Contesta Hudson con sarcasmo y negando la cabeza.

–¿Osas a llamarme testaruda tú? ¿De verdad? –Pregunto con mis cejas a punto de tocarse.

–Creo que voy a pagar antes de que vuelen cabezas...–Interviene Cal levantándose de la silla y yendo hacia la caja intentando aguantarse la risa.

¿Por qué todos se ríen a mi costa?

–Yo no soy testarudo, solo me gusta tener la razón siempre y que la gente no me replique. –Explica Hudson sentándose a mi lado y dejando el vaso encima de la mesa ya vacío.

–Esa es la verdadera razón por la que eres borde conmigo. –Digo entrecerrando los ojos para intentar parecer que estoy ofendida llevándome una mano al pecho de forma dramática.

–En realidad me diviertes. Eres muy valiente al decir lo que piensas. La mayoría de las personas no están de acuerdo conmigo en muchas cosas pero se callan en cuanto las miro. Supongo que doy miedo. –Admite encogiéndose de hombros. Entonces, le miro intentando imitar su cara seria. Él me mira frunciendo el ceño y con una expresión que da a entender que soy tonta, pero quiero saber cómo pone esa mirada. Tiene que ser divertido mirar a al gente y hacer que se cague encima. –No lo intentes, Peterson, más que parecer enfadada, pareces un chiste cutre.