Capítulo 1 Una idea genial.

4.7K 397 51
                                    

Una noche antes de dormir, cuando apague mi computadora después de leer casos y casos sobre asesinos a sangre fría, me llegó una idea a la mente como si la hubiera empujado hasta mí la brisa fría del invierno que tenia lugar fuera de mi casa.

Tenía tantos lugares de donde sacar información y tantas prestaciones al igual que recursos para adentrarme en lo profundo de la mente de un criminal que sería fácil escribir un libro sobre todo esto. El comportamiento de los hombres "sangre fría", capaces de asesinar, lastimar, abusar y otras cosas horrendas, ¿Podía ser clínica y psicológicamente justificado?

No esperé hasta la tarde del día siguiente y corrí con aquel que había sido mi profesor. El hombre me había enseñado a tenerle amor a la psicología, pero sobre todo a perder el miedo de tratar con personas peligrosas.

Cuando le conté mi idea dio un gran salto.

-¡Es fantástico! ¡Fenomenal!-. Dijo con las manos al aire- ¡Denisse Hokin: Como identificar a un futuro asesino! Vas a vender millones de copias en todo el mundo, es un tema perfecto para investigar.

-¿De verdad lo cree?-. Me abrace a mis notas previas mientras me mordía los labios.

-Por supuesto. Anteriormente yo mismo quise investigarlo pero no contaba con un empleo en el juzgado como tu para acercarme a los presos.

Ese era mi mayor recurso, mi empleo.
Ejercía mi profesión en el juzgado de Maine, al norte de Estados Unidos, me dedicaba a varias cosas dependiendo el caso. Por ejemplo, determinar que tan competente era el padre o la madre para cuidar de los hijos cuando se peleaba la custodia, pero mis expectativas estaban mas lejos que los problemas del matrimonio.
Mi especialidad en psicología clínica y sobre todo en la experimental era la que mas que gustaba. El tener que saber porque un drogadicto había recurrido a el uso de sustancias ilegales, o como el tema de mi nuevo proyecto: porqué un criminal podía cometer actos tan despiadados y seguir vivo sin ningún desorden de conciencia.

-Pediré una sesión de prueba en la cárcel. Encontrar al sujeto perfecto es crucial para la investigación-. Sonreí de la emoción.

-Solo ten cuidado, hija-, El profesor me llamaba así de cariño- recuerda que son criminales de los que hablamos.

-Estare segura, no hay de que preocuparse.

Me miro con los ojos entrecerrados por un segundo, pero después volvió a emocionarse y me estrecho fuertemente en un abrazo lleno de emoción.

-¡Entonces de para adelante con el proyecto, doctora Hokin!.

Y así lo hice. Al principio no querían dejarme entrar a la cárcel sin un acompañante de la academia de psicología, al parecer era mas seguro si eramos dos.

-Pero estoy aquí solo para charlar con uno de sus presos-. Sonreí a través de la rejilla de seguridad.

-Por esa razón, doctora, no puedo dejarla entrar sola, deben ser dos y aun así sería peligroso-. No me devolvió la sonrisa.

-Es imposible compartir mi investigación. Esto es cosa mía y no quiero compartir el crédito cuando termine con el proyecto-. Me cruce de brazos.

El oficial no parecía ceder.

Vamos, Denisse, piensa en algo para que te deje pasar. Mira a tu alrededor y busca...¡Eso es!.

-Puedo aceptar que uno de sus oficiales sea mi acompañante-. Levante las cejas- No puede decirme que es inseguro que pase en medio de las celdas cerradas junto con un oficial calificado.

Trataba de parecer lo más amable posible y sobre todo segura. Si proyectaba seguridad, sería fácil que el sintiera que sus restricciones eran absurdas.

-De acuerdo-. Buscó desganado un pase de seguridad para mi en su escritorio- Usted de verdad no tiene idea de lo que vera ahí dentro, ¿O si?.

-Se que por el encierro los reos pueden mostrar comportamiento hostil y también...

-Van a querer arrancarle la falda que lleva puesta con la mirada-. Selló mi pase y me lo entrego- ¡Ívon!.

Mientras el jefe llamaba a su oficial me mire la falda. Era mi favorita, en forma de tubo y ajustada hasta un poco más abajo de la rodilla, ¿No era el atuendo adecuado para esto?.

-Muy bien. ¿Quién va a entrar?-. Un hombre alto y con uniforme se acerco a mi.

-Oficial Ívon, le presento a la doctora Denisse Hokin.

Él se dio la vuelta y me estrecho la mano gentilmente.

-Un gusto, mi nombre es Jared-. Ambos sonreímos pero cuando entendió que yo entraría su cara cambio- Un minuto...¿Usted?-. Asentí frenéticamente, él se giro de nuevo hacia su jefe- ¿Ella?.

-Si, ella.

-¿Con esa falda?.

Bueno definitivamente este no es el atuendo apropiado.

El oficial Ívon me llevó a un ascensor, cuando estuvimos dentro presionó el botón del piso más alto.

-Ahora le explico-. Me dijo mientras subíamos- Vamos hasta la plataforma mas alta, desde ahí podemos ir bajando a pie por las escaleras. Cada piso es un cuadrado cuyo marco son las celdas de los presos, en el centro no hay nada, solo un barandal delgado los separa de una caída de muchos metros si se descuidan...o si los lanzan.

Estaba por preguntar por esa opción cuando la puerta se abrió. Inmediatamente cuando di un paso fuera del ascensor comencé a escuchar los silbidos y besos al aire.

Me abrace a mi carpeta y trate de ignorarlos, pero eran tantos hombres que me miraban desde la oscuridad de sus celdas con ojos tenebrosos, que era imposible negar que me hablaban a mi.

-Oye, preciosa, lindas piernas.

-Silencio, Fred. Es mi novia, viene a verme.

-Esas medias se verían mejor sin la falda arriba.

Un escalofrío me recorrió desde la nuca hasta la espalda. Estos hombres prácticamente me están desvistiendo con la mirada.

-La abstinencia los hace más irritantes-. Dijo Jared sacando la macana de su cinturón para golpear la barandilla- ¡Ya fue suficiente! ¡Quiero silencio total o les daré a todos una ducha helada con la manguera de bomberos!.

Comencé a caminar poco a poco en el pasillo mientras él los callaba casi sin tener resultados. De pronto sentí una mano en mi hombro y me sobresale.

-Tranquila, soy yo-. Jared me sonrió-Yo voy primero, solo camine detras de mi, ¿De acuerdo?.

Asentí y le di el paso. Mientras caminábamos me tome el tiempo para observar y escuchar a los presos.
Únicamente iba a basar mi libro en un sujeto y tenía que ser el perfecto para el trabajo.

-Él se ve rudo-. Dije en cerio pero tratando de que sonara en broma- ¿Por qué está aquí?.

-Robo a mano armada. Mató a un chico para quitarle su celular y una semana después lo atrapamos.

No era lo que buscaba.

-De acuerdo-, Me mordía el labio mientras caminaba- ¿Y él?.

-Violación-. Dimos unos cuantos pasos y nos encontramos con un señor sonriendo con los ojos cerrados mientras escuchaba musica en su radio- Este tipo me agrada. Está aquí por matar al violador de su nieta de once años. Es el más amigable que encontraras.

-No quiero eso-. Nos detuvimos.

-¿No? ¿Entonces?.

-Quiero al más cruel, a quien tenga menos humanidad. Un caso perdido. Si voy a investigar esto tiene que ser con alguien que este metido en el mundo del crimen sin posibilidades de salir.

Jared suspiro y miro hacia lo lejos.

-En ese caso, creo que conozco a tu sujeto.

Ahí te liberaré...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora