Capítulo 38 Colega.

1.8K 172 6
                                    

El medicamento apenas podía fruir y eso le ayudó a Denisse para acumular fuerzas.
Esta vez cuando lograra abrir los ojos de nuevo ya no necesitaría de mucho esfuerzo para quedarse despierta.

Jared había logrado ganarse la confianza de su "colega" y lo convenció se irse y dejarlo cuidando de la Doctora.

Él la observó detenidamente, como haciendo un análisis.
No era como cualquier víctima de mes y medio de secuestro; estaba nutrida, no tenía moretones y, recordando la última vez que lo vio, Ryan no era agresivo con ella.
Las únicas heridas en su cuerpo visibles fueron ocasionadas por querer alejarla de su captor.

Recordó cuando la encontró en el parque de un vecindario en Ohio.
Estaba preciosa, sin duda no parecía alguien que estuviera siendo violentada.
Y después estaba la manera en que jugó con su mente al darse cuenta de que pediría refuerzos para después correr a los brazos de Ryan. Definitivamente no quería que lo atraparan, y él no quería dejarla.

Sabía, en el fondo, que los malos de la historia eran otras personas distintas a Ryan Tucker y que él estaba del lado equivocado.

Solo la miraba desde entonces para poder hablar con ella una vez que estuviera despierta, pero cuando pasaron un par de horas y amenazó el tiempo con que su compañero volviera, decidido tomó el teléfono y llamó a la jefatura para pedir un rastreo te matrícula.
Esperaba que Ryan estuviera tan inmerso en la decepción de tener que dejar a Denisse como para ser estúpido y no cambiar de auto para ese entonces.

La dirección apuntaba a que el auto había entrado y salido de California el mismo día y que ahora estaba en Nevada de nuevo.

Iba a ir a buscarlo arriesgando su trabajo, su orgullo y hasta la vida para enmendar sus errores.
Jared pensaba que se había vuelto loco.

—Entonces le dije: "quiero lealtad" y ahí todo se fue al carajo para ella. ¡Le destruí la vida...!

—¿Por lo menos te encontraste con tus niñas?— me preguntó el hombre de la barra.

—Eso es otra historia un poco menos traumática. Para variar tomé una buena decisión— le di una calada al cigarro y después un trago a la cerveza. —Eso creo.

Miré el fondo de la botella pensando en lo rápido que se había acabado, pero después de unos segundos mi mente acabó en Denisse, como era costumbre últimamente.
Tenía días sin escucharla o verla y me estaba volviendo loco. No sabía al dejarla que la iba a extrañar tanto.

—Es porque es psicóloga— sentencié. —Se metió en mi cabeza y se enterró en mi corazón...el que no sabía que tenía, claro...

—Ryan Tucker.

Escuche su voz; su maldita voz, y un microsegundo después estaba enfurecido echando chispas por los ojos.

Me giré y lo estrellé de espaldas contra la barra al mismo tiempo que rompía la botella vacía y la acercaba a su cuello.

—Le dije a Denisse que te mataría si tenías la valentía de aparecerte cerca de mí, Ívon.

—Sé que estás enojado pero tienes que escucharme— sus manos estaban en alto. No ponía resistencia.

—Dame una razón.

—Denisse está en peligro.

—No, ya no lo está y más te vale que te mantengas alejado de ella o también te dispararé pero entre las cejas, ¿entendiste?— lo apreté contra la barra.

—Escucha, Tucker, me siento más basura de lo que tú me crees...

—Eso lo dudo.

—¡Es verdad! Y trato de enmendar mis errores— se palmeo el pecho y la cadera. —¡Regístrame! ¡No siquiera traigo mi arma!.

Miré hacia abajo y afectivamente, su cinturón estaba vacío.

—¿A qué se debe este acto de estupidez?— pregunte. —Te mataré en cuanto lo digas así que piensa bien qué decir.

—Denisse.

—¡No menciones su nombre! No siquiera eso te mereces...

—Ryan, la tienen— fruncí el ceño. —La van a usar para atraerte. Mientras eso pasa la tienen drogada en un departamento esperando órdenes.

Sus palabras me horrorizaron más a cada segundo que las comprendía.

—¿Qué?— dije sin asimilarlo por completo.

—Te voy a ayudar a sacarla de ahí si quieres...

—¿Por qué necesitaría tu ayuda para salvarla? Nos las hemos arreglado bien hasta ahora escapando de la policía.

No pude evitar pensar en lo doloroso que era decir esa frase.
Claro que nos las habíamos arreglado, pero juntos. Esto no hubiera pasado si la hubiera mantenido conmigo.
Creí que la protegía de mí pero corría peligro incluso con los imbéciles y corruptos policías.

—Cruzaron la línea— lo solté y volví a mi lugar. —Cruzaron la maldita línea, Ívon. Hubiera soportado todo, ¿sabes? Hubiera soportado que me siguieran hasta el fin del mundo, que me encontraran y me dispararan mil veces más de las que ya lo hicieron, que me hicieran la vida un infierno constante y me obligaran a moverme todo el tiempo para no volver a la cárcel. ¡Incluso hubiera soportado que me atraparan y me encarcelaran de nuevo!...— suspiré. —No hubiera movido un dedo contra ustedes por nada de eso...,pero cometieron el terrible error de tocarla a ella.

Jared dio un paso precavido hacia atrás.

—¿Qué vas a hacer?— preguntó.

Levanté la vista hacia él y apague el cigarro.

—Casi maté a ese tipo en Pensilvania por dañarla, ¿qué piensas que haré ahora?— me levanté.

—Van a encerrarte y la obligaran a declarar en tu contra.

—No creo que te des cuenta de que no me importa volver a la cárcel, Ívon, mucho menos por ella.

Él suspiró.

—La va a destrozar, tienes que ser precavido y escapar con ella a algún lado.

Puse mi sonrisa de ironía.

—¿El policía le dice al ratón que escape? ¿Acaso no quieres encerrarme tanto como los otros?.

—Ella no quiere eso.

—¡Que novedad! ¿Cuándo te diste cuenta de eso?— me cruce de brazos.

—¡Sé que me equivoque! ¿De acuerdo? Ahora déjame ayudarte a sacarla de ahí sin que te encierren y después podrás matar a quien quieras.

Di un aplauso de emoción.

—Esa idea me agrada, por lo cual te daré el primer puesto. Tu vida termina cuando ella está en mis brazos...

—Como digas, Tucker.

Y salió caminando apresuradamente del bar conmigo detrás de él.

Ansiaba el momento de hacerlo pagar por todo esto, pero más ansiaba sacar a Denisse del embrollo en que la metí.

Ahí te liberaré...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora