Capítulo 29 Escape.

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Jamás había estado en otra ciudad y era más que obvio que no sabía a donde me dirigía cuando comencé a dar vueltas por las dos mismas calles siguientes a la de la casa de Bianca.

Si no me movía pronto, Ryan me encontraría demasiado rápido al darse cuenta de que no estaba y el auto tampoco.

Tenía miedo de perderme, pero aun así tomé una calle distinta, después otra y otra. Trataba de recordar los nombres de los señalamientos y hacia donde daba vuelta para así poder volver después de unas horas o por la noche incluso. Sólo quería distraerme, mi intención jamás fue escapar de Ryan, y al darme cuenta de que en serio quería regresar en algún momento con él, me sorprendí de mi misma.

Tenía un auto con combustible y estaba fuera del alcance de su persona, ¿por qué no aceleraba a fondo y salía de la ciudad a un lugar donde no pudiera volver a encontrarme?, ¿por qué no iba con la policía a pedir que me llevaran de regreso a mi casa con todas las cosas que eran comunes para mí?. De esa manera dejaría de rodar por todo el país al lado de Ryan y él seguiría su camino al lugar que tanto me esconde.

Pero no, había algo que me mantenía a su lado. Existía una fuerza más potente que el deseo de escapar que me decía que me quedara donde estaba. Después de todo, ¿cuál era la razón por la que me buscaban? Ellos pensaban que Ryan me estaba lastimando, que me violentaba para que me quedara con él o me usaba como rehén para conseguir lo que quería, y quizá fue así en un principio, pero también me salvo de una tragedia, me ayudó con mis ataques de pánico y se convirtió en mi pase a la tranquilidad después de sentirme aterrada.

De lo único que estaba segura era de que no estaba segura de absolutamente nada.
A lo lejos pude ver un parque con muchas bancas y niños jugando, entonces pensé que sería un buen lugar para sentarme a pensar un poco y aclarar mi mente.

Al principio fue así, me senté y miré a los niños jugar alegremente mientras separaba hecho en mi cabeza y los comparaba unos con otros.
Traté de hacer que el rompecabezas cobrara forma me revelara la razón por la que aún seguía ahí y no en una comisaría, pero nada encajaba.

—No tiene lógica— me dije a mi misma en voz baja.

Cuando me di cuenta de lo loca que se miraba una mujer sola en un parque lleno de niños sin tener uno en realidad, me levanté y me dispuse a volver al auto.
Volvería con Ryan y nos iríamos de Ohio, eso me parecía más fácil que intentar encontrarle sentido a todo.

Enfoqué la vista al otro lado del parque, a donde estaba el auto, y me sorprendí al darme cuenta de que Ryan estaba recargado sobre el cofre mirándome.
Me sonrió débilmente y yo no supe que más hacer además de saludarlo a lo lejos, no borró su sonrisa cuando me hizo una seña para que me acercara al auto. No estaba enfadado, lo entendía.

Mientras me sacudía el polvo del vestido escuché una voz que me hizo paralizarme.

—Es ella, ¿la ha visto?— inmediatamente levante la mirada hacia esa voz y me di cuenta de que me encontraba a escasos quince metros de él. —La última vez que la vieron fue en un restaurante a las afueras de la ciudad. Está con alguien muy peligroso.

—Me temo que no la he visto, joven. Si lo hubiera hecho no lo recordaría, en realidad.

—Tiene que hacer memoria, señora. El tipo con el que está casi mata a golpes a un hombre en el restaurante que le comenté. No podrá volver a caminar...o a tener relaciones sexuales.

Mis manos comenzaron a sudar mientras Jared le contaba a esa anciana lo importante que era encontrarme pues estaba en grave peligro junto a Ryan. Busqué de nuevo al anterior con la mirada y le señalé a Jared, cuando se dio cuenta de lo que pasaba desapareció su expresión tranquila.

Ahí te liberaré...Where stories live. Discover now