Capítulo 46 Recuerdos.

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No podía verla a los ojos.

No podía hacerlo sin que ella pudiera notar lo mucho que me dolía escucharla asegurando su vida y acabando con la mía, y si notaba que me dolía entonces no iba a hacerlo.

Yo no iba a arruinar su vida por no ser lo suficientemente valiente como para dejarla seguir como si yo no hubiera existido, pero diablos, cuanto iba a extrañarla.

Sus ojos brillantes, sus labios carnosos y suaves con ese intenso color rojo, sus piernas largas, su cabello suave, sus rasgos delicados y la hermosa manera en la que esa falda ajustada de secretaria le acentuaba las curvas más notorias de su cuerpo.
También extrañaría su voz, su tono acusador cuando me reclamaba alguna cosa o me exigía algo. Esa misma voz que me resultaba tan tranquilizante cuando estábamos acostados a oscuras en medio de la noche.
Pensaba aferrarme a esos recuerdos cuando me tuvieran atado a una silla de metal esperando mi muerte.

Debí aprovechar el tiempo que tuve con ese ángel divino antes de que se me agotara.

—Él la secuestró, ¿no es así?.

—Sí.

Ocurrió lo imposible. Una lágrima se me escapó e inmediatamente bajé la cabeza. Ya no podía ocultar más mi tristeza.

En realidad no me asustaba la muerte, era el hecho de no volver a verla.

—Cuénteme cómo pasó todo, Doctora Hokin, y necesito la verdad.

Ella lo estaba haciendo demasiado bien. Iba a seguir con su vida normal después de que yo me fuera.
Vamos, Doc, acaba con esto y vete para que puedas olvidarme.

—¿Quiere la verdad?— dijo ella.

—Sí, eso quiero.

—De acuerdo, pero recuerde que usted me la pidió.

Oh, no. Eso no podía ser bueno, estaba usando su tono retador.

Levante la mirada de mis esposas y sus ojos llorosos seguían sobre mí, pero estaba sonriendo.
Ay, Denisse. No lo hagas.

—La verdad es muy sencilla. Ryan está enamorado de mí, pero para que ustedes puedan entenderlo deben saber toda la historia desde un principio.

Negué con la cabeza casi imperceptiblemente solo para ella pero no me hizo caso alguno.

—Como el mismo Ryan lo dijo una vez, fue algo así como mi primera vez disparando un arma— tomó aire y se limpió una lágrima escurridiza. —Me daba miedo acercarme al principio; Cuando lo hacía me ponía a temblar y me sudaban las manos. En una ocasión me asusté tanto que mis hojas sueltas terminaron en el suelo.

—Él la aterraba.

Denisse miro al abogado con ojos acusadores y firmes.

—Sí, me aterraba. En tiempo pasado. No entendía el carácter de Ryan y por eso pensaba que iba a pasarme lo mismo que a sus continuamente cambiantes compañeros de celda, pronto me di cuenta de que no corría peligro y que en realidad yo podía llegar a irritarlo bastante como para hacerlo darme lo que quisiera con tal de callarme.

Una risa salió sin aviso de mi garganta y cuando me di cuenta estaba sonriendo ampliamente.
¿Qué demonios estás haciendo, Doc?

—El señor Tucker fue el mejor sujeto que pude pedir para mi investigación, y después de todo el tiempo que he pasado con él puedo decirles lo que descubrí sobre la persona que quieren condenar a muerte. ¿Alguien puede pasarme ese cuaderno de ahí, por favor?.

El abogado, los testigos, yo y en realidad todos en la sala miramos a uno de los abogados del juzgado mientras le entregaba lo que le había pedido en las manos. Era el diario, era mí diario, el que le regalé como ofrenda de paz el día de nuestro beso.

Ella lo abrió y comenzó a leer, había muchas hojas sueltas de distintos colores como si le hubiera anexado cosas en los últimos días. Definitivamente mi Denisse había estado planeando muchas cosas en los últimos días, esto no era improvisar.

—Ryan Tucker, le avergüenza que todos sepan su edad de verdad y dice tener la que aparenta. Tiene treinta y un años y es del estado de Ohio. Tiene un carácter horrible y explosivo, pero un par de cejas pobladas y una mirada profunda que hace pensar a todas las mujeres que es el hombre perfecto.

Está lejos de ser el hombre perfecto para cualquiera y les diré por qué: No sintió culpa hasta hace un par de meses cuando me ocasiono un ataque de pánico. Tiene un severo problema de autoestima, piensa que la persona que lo quiere sufrirá, por eso aleja a todos con su agresividad. Le molesta mucho que alguien lo descubra, por eso soy tan irritante para él, porque fui capaz darme cuenta de cómo intentaba intimidarme desde un principio.
Se encariña muy difícilmente, pero sin excepción es sólo de aquellas personas que tienen el valor de contradecirlo.
Es protector y delicado muy a su pesar. Es entregado, firme en sus ideales.
Suele evadir con frases irónicas o sarcásticas las situaciones donde se siente indefenso, atacado.
El factor detonante de su ira violenta son las situaciones o personas que atentan contra la seguridad de un ser querido para él, puede ser solo una mirada, un gesto o una palabra, Ryan Tucker saltará inmediatamente a proteger a quienes le importan.
No es para nada considerado y puede llegar a ofender a muchas personas sin darse cuenta o hacerlo y no resultarle importante...

Denisse siguió hablando y diciendo todo lo malo en mí frente a los presentes.
Me estaba destrozando, diciendo cosas que confirmaban lo peligroso que era, pero de vez en cuando me miraba a los ojos y se valía de los míos para tomar valor y continuar sin que le temblara la voz.

Cuando terminó, cerró el cuaderno y el abogado asintió feliz por lo que ella acababa de decirles.

—De acuerdo, es una descripción muy profunda de toda su persona, podemos concluir que usted fue secuestrada, torturada y traumatizada por el señor Ryan Tuck...

—No termino aun— lo interrumpió ella.

Ya no pude quedarme callado un secundo más.

—Si lo hiciste, es suficiente— dije fuerte e inmediatamente sentí el codo de uno de mis escoltas en las costillas.

—No puedes decir nada.

—No vas a impedírmelo tú— me puse de pie —¡Se acabó! ¡Puede irse y yo me quedaré con ustedes para que puedan matarme!.

Ahí te liberaré...Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang