XII - Verdad

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"Dime la verdad Angela... "

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Angela ingresó a la habitación que Niall había asignado para aquella noche, estaba muy nerviosa, no sabía que le diría al ver que no llevaba el collar y eso la aterraba.

Vio el maletín donde tendría las prendas que usaría aquella noche y suspiró. Lo abrió y se encontró con una hermosa lencería blanca, ya comenzaba a preguntarse si a ese hombre no le atraía otro color más llamativo que no fuese blanco.

Se fue hacia al baño y luego de cambiase se acercó al ventanal viendo el paisaje. No podía dejar de pensar en Peyton, la pequeña se había quedado dormida entre sus brazos luego de probar su nuevo oxígeno portátil.

Los ojos de Angela se habían iluminado al ver a su hermana muy feliz por poder estar parada y poder deambular por la casa. Había pasado tanto tiempo encerrada en su habitación, postrada en su cama por no poder mover aquel gran tanque de oxígeno que necesitaba, y el verla de pie llenaba de vida tanto a Angela como a su abuela.

Angela suspiro y vio la mesa a su lado, había una botella de licor y dos vasos, mordió su labio al pensar en cómo sería el sabor de aquella bebida tan fuerte. Intento apartar aquella idea que rondaba su mente pero parecía ser más fuerte que ella.

Tal vez si bebo un sorbo Niall no se dé cuenta. Pensó

Tomó la botella y sirvió un pequeño trago sobre el vaso, tapo la botella y tomó el vaso para acercarlo a sus labios, el olor fuerte invadió sus fosas nasales, sintió el líquido mojar apenas sus labios cuando su mano fue sujeta por una más grande y fuerte.

-No creo que los Ángeles deban beber. -Aquella voz gruesa erizo sus vellos de pies a cabeza. El vaso volvió a la mesa y ella trago saliva muy asustada. -Mereces un castigo por portarte mal. -Habló tomando su mandíbula y acercado su oído a sus labios. -Colócate contra la cama y alza tu trasero. -Angela trago saliva y asintió levemente para luego ser liberada de las manos del mayor.

Camino hacia la cama intentando que su cabello se mantuviera en su posición para no demostrar que no llevaba el collar.

Se colocó en la posición pedida mientras que Niall tomaba aquel trago que estuvo a punto de ingerir su ángel. Luego de sacarse la chaqueta y remangar su camisa hasta sus codos, camino hacia Bambi quien estaba con su trasero expuesto para él.

Mordió su labio y tomó su cabello juntándolo todo en una sola mano dejando su cuello expuesto. Frunció el ceño al ver que no llevaba el collar, Bambi maldijo internamente.

- ¿Por qué no llevas el collar? -Habló molesto. Bambi no sabía que decir. - ¿Es que no te es suficiente? ¿Eres codiciosa Bambi? -rápidamente la culpa invadía su ser y no podía evitar que las lágrimas se acumularán en sus ojos. Debía decirle la verdad, seguramente él pensaría que ella era una malagradecida.

Y es que Niall era quien lo pagaba todo, Niall era quien hacía todo el trabajo cuando ella no lo merecía, pero no había tenido otra elección. Prefería mil veces el enojo de aquel hombre a perder la vida de su hermana.

- ¡Contesta! -gruñó dándole un azote con fuerza, Bambi sollozo del dolor y la angustia que sentía.

-Lo siento. -Hablo entre sus propias lágrimas. Niall relajo su ceño fruncido y se sintió horrible al oír el sollozo de Bambi. La había hecho llorar.

-Mírame... -Ella volteo su cabeza, sus mejillas estaban empapadas y su ojos llenos de lágrimas. Niall la tomó con delicadeza de su mentón y ayudó a que se sentará sobre la cama. La joven sollozaba al ver los ojos del mayor, se sentía muy culpable.

Niall se sintió horrible por haberla hecho sufrir, no pensó que la había golpeado tan fuerte o que hubiese dicho algo que la hiriera de aquella manera, se inclinó frente a ella y tomó sus manos. Si algo detenía a Niall del placer, era el dolor, y lo que más odiaba era ver a una mujer llorando por su culpa.

-Lo siento señor Horan... En verdad lo siento... Yo no quería... -Niall la miro con compasión, intentando descifrar lo que sucedía.

Angela no solo lloraba por la culpa, todo el dolor que tenía acumulado la estaba destrozando por dentro, el hecho de saber que necesitaba demasiado dinero para mantener con vida a su hermana la destrozaba porque, a pesar de los esfuerzos que hiciera, sabía que le costaría demasiado juntarlo y que no tenía tiempo a favor.

-Debes decirme la verdad Angela... Quiero ayudarte. -Ella levantó su vista conectándose con el castaño de ojos azules que la miraba con tranquilidad.

-Asaltaron a mi abuela... Nos robaron el dinero que necesitábamos y... No sabía qué hacer, lo necesitaba cuanto antes y... Yo... Lo siento, en verdad lo siento... -Ella sollozo con mayor fuerza y el suspiró. Su mente estaba llenas de intrigas con respecto a la vida de Angela.

-Tranquila, solo... ¿Por qué estás aquí Angela? ¿Por qué necesitas tanto dinero? Déjame ayudarte por favor, solo... Solo dime la verdad Angela. -acaricio su mejilla quitando las lágrimas que abundaban en el rostro de la menor.

-Vivo sola con mi abuela y mi hermana menor... Tengo 17 años. -Niall trago saliva al oír su edad, era menor. -Mi abuela trabaja por las noches mientras yo me escabullo hasta aquí esperando conseguir el dinero necesario para darles la vida que merecen. En especial a mi hermana, ella y mi abuela son mi todo... Por las mañanas estudio, por las tardes trabajo en una maldita cafetería y por las noches me prostituyo. -las lágrimas volvían a salir. -No tenemos muchos recursos, vivimos en un barrio muy pobre y... Es difícil vivir de esta manera. -la joven suspiro y Niall no pudo evitar abrazarla.

Angela se sintió tan pequeña entre sus brazos, sollozo con fuerza, liberando todo aquello que la dañaba, todo el dolor que sentía. Niall acaricio su cabello y dejó pequeños besos intentando calmar su dolor.

De alguna forma el dolor se esfumaba al estar entre sus brazos, de alguna forma todo parecía sanar, todo lo malo parecía desaparecer.

Niall se separó lentamente observando aquel rostro tan joven y tan cansado, a pesar del maquillaje que llevaba podía ver el cansancio tanto emocional como físico de aquella pequeña.

Se alejó de su cuerpo y tomó la bata que la habitación le otorgaba, la vistió cubriendo su cuerpo y ella lo miró intrigada.

-No haremos nada más que descansar. -Angela quiso protestar pero la detuvo. -Te pagaré de igual manera, no te preocupes por el collar. Espero que el dinero al menos te haya servido. -Ella asintió y susurro un "gracias" por lo bajo. -Ven aquí. -La tomo de la mano y ambos se recostaron en la gran cama, cubrió su pequeño cuerpo con las sábanas y la aferró al suyo brindándole su calor.

Angela estaba tan cansada, había tenido un día tan duro, tan inestable emocionalmente que no dudo en entregarse a los brazos de Morfeo.

Niall se quedó acariciando la espalda de la joven pensando en lo que sucedía en la vida de su ángel. Sentía que Angela le estaba ocultando cosas aún, pero el abrirse de aquella manera revelando gran parte de su vida había sido un gran avance.

No le importaba si no habían terminado de la manera que hubiese deseado, lo único que tenía en su mente era ayudarla a que se sintiese bien.

Si debía pasar las noches junto a ella sin hacer nada y entregar su dinero, lo haría, aquella joven lo ayudaba demasiado con su simple presencia. Tan solo el ver sus ojos hacia que todo el estrés que tenia se esfumara.

La miro por última vez con una sonrisa al ver su paz, para luego cerrar sus ojos y quedarse profundamente dormido.

Valley of Angels © |njh|Where stories live. Discover now