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XXI - Cambios

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Amaras está cama Bambi...

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Angela y su abuela estaban fascinadas al ver la gran entrada de aquella mansión. Jamás pensaron que sus ojos se deleitarán con la vista de una hermosa casa, y mucho menos habían imaginado que vivirían en aquel palacio que Niall tenía por hogar.

Una mujer mayor y de cabellos blancos se acercó con una gran sonrisa a los presentes con una gran sonrisa, Niall se acercó a Marta para tomarla de los hombros y presentarle a las nuevas huéspedes.

—Marta, ellas son Angela y su abuela, Inna. Ellas se quedarán con nosotros un tiempo. —Hablo con una gran sonrisa.

—Oh por dios, es un placer conocerlas. —Adquirió la mujer muy feliz, se acercó a Angela y la tomó de las manos para observarla de ser a con una cálida sonrisa. —Tú debes ser la famosa Angela, Niall no ha dejado de hablar de ti. —Angela observo a Niall y el solo se dedicó a mirar el suelo con una sonrisa. —Es un placer por fin conocer al ángel del que Niall

—Es un placer conocerla. —Hablo Angela con una enorme sonrisa, aquella mujer era tan cálida como su abuela.

—Niña por dios, eres bellísima. —Angela se ruborizo ante los alago de la mujer y está la abrazo tomándola desprevenida. Angela acepto con gusto su abrazo y sonrió, se sentía tan bien que las recibieran de aquella forma. —Es un enorme placer tenerlas aquí. —la mujer dirigió la mirada a la mayor y ambas se abrazaron.

—Les estamos muy agradecidas por su ayuda, en verdad les damos las gracias por el apoyo que nos están dando a mis nietas y a mí. De todo corazón, se lo agradecemos. —La abuela de Angela se sentía tan conmovida.

Y es que cuando llego a su casa luego de una noche agotadora de trabajo en el colegio recibió la gran noticia de que un hombre gentil se sintió conmovido por la vida de Angela y su hermana, por lo que decidió pagar todos los gastos de su amada nieta y ayudarlas reconstruyendo su hogar para darles una mejor vida.

La mujer no podía creerlo, estaba tan agradecida con aquel joven, tanto Niall como Angela estaban agradecidos por que su abuela creyera la historia la cual era cierta, pero tan solo habían omitido el detalle de que su amada y pura Bambi era la amante de aquel hombre mayor que las ayudaría.

Sólo eran mínimos detalles excluidos.

—Bien Marta, ¿Quisieras enseñarle a Inna su habitación? Yo llevaré a Bambi a la suya. —La mujer asintió y tomó alguno de los bolsos de la abuela de Bambi para comenzar a guiarla a su habitación. Ambas charlaban animadas mientras subían las escaleras, al parecer se llevarían más que bien.

Niall por su parte ayudó a Angela con sus maletas y subieron escaleras arriba hasta la habitación de invitados que casualmente estaba muy cerca a la de Niall.

—Bien... Aquí es. —El hombre se quedó contemplando a la joven quien quedaba fascinada con su habitación temporal.

—Es... Increíble. —Hablo Angela observando la habitación. La joven se sentó en el borde de la cama y él se acercó para sentarse a su lado. —Jamás me alcanzará la vida para agradecerte todo lo que haces por nosotras. —Lo miro a los ojos con una sonrisa tan sincera. Niall sonrió y la tomo de la mejilla para acariciarla con suavidad.

—Solo no te alejes de mí y estaremos a mano. —Hablo rosando sus labios a los de la menor. —Será increíble tenerte tan cerca. —La joven suspiro mezclando su respiración con la de Niall. —Te prometo que amaras esta cama Bambi. —La recostó sobre el gran colchón y se colocó sobre ella sosteniéndose sobre sus brazos.