XXIV - Sonrisa

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"Ella es la única que puede hacerte sonreír así... "

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-Entonces el príncipe fue con los ratones y ellos le enseñaron todo lo que la malvada señora le hizo a cenicienta. -Angela miraba con asombro a su hermana mientras sostenía el libro de "La cenicienta 3" en sus manos.

-Oh, ¿y el príncipe les creyó? -Le sonrió a la pequeña.

-Si por que los pajaritos le mostraron el zapatito de cristal y... Y el príncipe se acordó de ella y... Y fue a buscarla y el rey quiso detenerlo pero... Pero se cayó. -Angela río y la pequeña dio vuelta la página para seguir mostrándole a su hermana la historia que había leído con su mejor amiga. -mira aquí... Aquí está el rey en el piso. -la pequeña río y Angela beso su mejilla. Adoraba tanto a su hermana.

La puerta de la habitación sonó y ambas miraron intrigadas. Una cabeza de un oso de peluche se asomó y ambas se sorprendieron.

-Yo soy el oso Lotso y estoy buscando a una pequeña princesa llamada Peyton. -Angela sonrió al oír aquella voz forzada para que sonara de manera tierna.

- ¡Yo! ¡Yo soy Peyton! -Habló alzando sus brazos. Niall entró cubriendo su rostro con el oso y se acercó a la camilla donde estaban las presentes.

-He venido porque me han dicho que te gustan mucho los dulces ¿Es verdad?-Niall acercó el oso a la pequeña junto a una bolsa de dulces y está lo abrazo entre risas.

- ¡Si! ¡Dulces! ¡Me gustan! -Angela río y le sonrió enternecida. -Gracias señor Horan.

-No hay de que princesa. -el hombre beso la cabeza de la más pequeña de la habitación y acaricio su cabello. Niall no podía creer lo parecida que era a Angela, era como ver a su ángel en una versión mucho más pequeña y adorable.

- ¿Qué haces aquí? -Habló Angela entre risas.

-Bueno, estaba en mi trabajo cuando Lotso me dijo que sería buena idea traer dulces a los niños del hospital. -Angela abrió los ojos impresionada. -Pedí que le dieran una bolsa con dulces a todos los niños y Lotso quiso encargarse personalmente de traer los suyos a Peyton. -apretó con suavidad la mejilla de la pequeña y ella río.

-Lotso es un oso muy tierno. -Habló Angela mientras se acomodaba sobre la camilla, la pequeña estaba peleando por abrir un dulce y lo colocó frente a la vista de su hermana para que se lo abriera.

- ¿Puede Lotso quedarse conmigo? -Peyton miró a Niall haciendo un pequeño puchero con sus labios.

-Claro que si hermosa, Lotso puede quedarse contigo para siempre. Él dijo que estará con la niña que sea capaz de darle mucho amor y muchos abrazos.

- ¡Yo! ¡Yo le daré amor! ¡Y muchos abrazos! -la pequeña abrazaba con fuerza el peluche y Niall la observaba encantado. Nadie podría resistirse a lo encantadora que era Peyton. Angela le dio su dulce y la pequeña se deleitó con su chocolate. -Señor Horan... -Niall la observo intrigado.

-Peyton, traga primero princesa. -Angela río ante el balbuceo que salía de la boca de la menor por tener un gran bocado de dulces.

-Señor Horan, ¿Usted es el príncipe de Bambi? -Niall alzó la vista hacia el rostro de Angela quien se encontraba sonrojada por la pregunta de su hermana.

-Podría decirse que sí. -Contestó observando a la menor. -Tu hermana es toda una princesa.

- ¿Y usted se casara con ella? ¿Y la llevara a su castillo? -Ambos rieron por las inocentes preguntas de la pequeña.

Valley of Angels © |njh|Where stories live. Discover now