Capítulo 21. ¿Cómo me ves? (pt.1)

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Ámbar y Simón se encontraban sentados uno al lado del otro en el escenario del Jam&Roller, era una imagen que muchos pensarían que no llegaría a suceder, la rubia se sentía extraña compartiendo con él algo tan íntimo como esa canción que Matteo le había regalado, pero sabía que era necesario, de algún modo tenía que acercarse a él para poder hablarle sobre su amiga. Simón repasaba con mucha atención la letra que Ámbar le había llevado en una hoja de papel, llevaban ya un rato trabajando juntos en la melodía, aunque le costara admitirlo, la canción de Matteo era muy buena. Simón escribió algunas notas sobre uno de los versos de la canción y luego tocó algunos acordes en su guitarra, ella lo miraba con mucha atención, al momento en que él empezaba a tocar, ella se perdía en los movimientos de sus dedos sobre las cuerdas de la guitarra.

- ¿Te gusta? –

Ámbar se sobresaltó un poco y le sonrió – Si, creo que suena muy bien. Aunque la verdad imaginaba algo más rítmico –

- Claro – él le sonrió – No te preocupes, es sólo para sacar una melodía, puedo trabajar una pista con varias mezclas que quede súper bien con tu personalidad –

- ¿Mi personalidad? –

- Si, algo que tenga mucha fuerza... como tú –

La rubia se le quedó mirando y sonrió.

- Bueno, ¿te parece si probamos cantar el final? –

- Si, pero... la verdad es que antes de que terminemos quisiera hablarte de algo... -

- ¿A mí? –

La rubia rodó los ojos con gracia – Sí, obvio a ti, no hay nadie más por acá –

- No, ya sé... sólo que me da mucha curiosidad que la chica más popular de la pista quiera hablar de algo conmigo – dijo él sonriendo.

Ámbar se le quedó mirando y soltó una pequeña risita agachando la mirada, ese gesto a él le pareció muy tierno.

- Es algo importante – levantó de nuevo su mirada hacia él – es sobre Clara –

La sonrisa de Simón desapareció lentamente - ¿Qué pasa con ella? –

- No te hagas, Simón, sé que tú y ella terminaron por todo el asunto de nosotras y Gastón... -

- No fue sólo por eso, Ámbar – el negó con la cabeza – ella hizo muchas cosas de las que yo no tenía ni idea... -

- La estaba pasando mal, Simón. ¿No crees que todos nos merecemos otra oportunidad? Si yo pude perdonarla ¿por qué tú no? –

- Es que yo ya la perdoné... -

- No entiendo ¿entonces?... –

- Mira, Ámbar, yo no sabía de las cosas que ella hizo, y cuando lo supe me convencí que todo había sido a causa de lo de su madre, eso sí me lo contó cuando estuvimos en Cancún... pero igual sentí que eso no cambiaba nada... -

- ¿A qué te refieres? ¿Sigues juzgándola? –

- ¡No! No, Ámbar, yo sé que no tengo ningún derecho a juzgarla y créeme que no lo hago, es sólo que cuando estuvimos allá juntos... me sentí diferente a como me siento ahora... -

- ¿Qué quieres decir? –

Él suspiró - Que yo ya no estoy seguro de que ella sea con quien quiero estar... -

Simón la miró fijo, ella le sostuvo la mirada, hasta que escuchó la voz de Tamara acercándose a ellos.

- Chicos, ¿qué hacen acá tan tarde? –

DestinadasWhere stories live. Discover now