Capítulo 22. ¿Cómo me ves? (pt.2)

585 42 55
                                    


- Hola, coloradita –

Jim se sobresaltó al sentir el susurro de Ramiro en su oreja - ¡Ramiro! Me asustaste... -

- ¿Qué onda? – le dijo él riendo sentándose frente a ella – ¿lista para el viernes? –

- Obvio, con Yam siempre estamos listas –

- Bueno, igual no te vendría mal una ayuda, yo podría hacerlo el miércoles o el jueves... -

- Ramiro Ponce, ¿Estás invitándome a una cita? –

- No, no, digo que no te caerían mal unas clases y, ¿quién mejor que yo para enseñarte? Soy el mejor bailarín del Roller –

Ramiro se levantó de su silla y se puso a hacer algunos movimientos mientras rapeaba. Jim no pudo evitar sonreír divertida mientras lo miraba.

- Será en otra ocasión, con Yam tenemos mucho que ensayar, preparar el vestuario, la coreo... -

- Relájate un poquito, Jim – dijo él acercándose a ella.

Jim sintió como se ponía nerviosa al tenerlo tan cerca, se levantó de su silla y se escabulló tan rápido como pudo. Ramiro se quedó parado riendo mientras la miraba irse.

- Pedro, escúchame bien. Necesito que en cuanto todos los chicos sepan qué van a cantar el viernes, me pases una lista – Pedro asintió mirando atentamente a Tamara – Antes del viernes hay que hacer varias pruebas de sonido, chequear las luces del escenario, que las pistas de las canciones estén bien... ¡ah! Que no falte nada en la cafetería, por si algo se ofrece... -

Pedro rió al escucharla hablar tan rápido – Tranquila, Tamara, yo me encargo de todo eso –

Tamara le sonrió y le dio un suave pellizco en la mejilla – Eres un sol, no sé que haría sin ti... bueno, sin ustedes –

Pedro omitió en su pensamiento la última parte y sonrió contento.

Matteo y Gastón llegaron hasta la mesa donde estaba Ramiro y se rieron al ver su mirada totalmente perdida.

- Y a ti ¿qué te pasa? – le dijo Matteo mirándolo detenidamente.

Ramiro reaccionó al oír su voz y se acomodó en la silla – Nada, ¿qué onda? ¿qué pasa? –

Gastón y Matteo se miraron y volvieron a reír – Venimos a proponerte que cantes con nosotros el viernes –

- No, olvídenlo, quiero presentarme solista, debo impresionar a los productores –

- ¿Qué pasa? ¿Acaso tienes miedo de que te opaquemos? – Matteo sabía exactamente qué frases usar para persuadir a cada uno de sus amigos, al ver la mirada de Ramiro, supo que de nuevo había funcionado.

- Bien, ¿qué cantaremos? No quiero nada cursi, no es mi onda –

- Tranquilo, elegiremos algo entre los tres... -

Clara, que seguía en la barra platicando con Nico, vió que Simón y Pedro se acercaban y se levantó rápidamente para huir de ahí. Nico se le quedó viendo y rodó los ojos al ver a Simón colocarse frente a él, los dos se quedaron mirando así que Pedro se decidió a tomar la palabra.

- El viernes es un día importante para la banda así que más vale que se comporten – sus dos compañeros pusieron los ojos en blanco y asintieron.

- ¿Qué vamos a tocar? – preguntó Nico.

La banda ya tenía un muy buen repertorio de canciones, pero los tres sabían que la canción elegida tenía que ser algo muy especial.

- Deber ser una canción fuerte – dijo Pedro.

DestinadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora