Capítulo 57. Vuelo (Epílogo)

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El momento decisivo, la presentación grupal sería la que determinaría si el equipo del Roller llegaría a la final de la competencia regional.

Los chicos se habían preparado como nunca; Emilia y Tamara habían preparado una coreografía infalible; Benicio había ayudado a la Roller Band a preparar la canción perfecta para la presentación.

Todo estaba listo, los chicos se encontraban a punto de entrar a la pista, Delfi y Jim de las manos de sus queridos novios; Matteo junto a Sol, en quien había encontrado a una buena amiga, y Ámbar junto a Simón, ambos felices de poder patinar juntos en una ocasión tan importante.

En un pequeño escenario que complementaba la pista, se encontraban Clara, Yam, Pedro y Nico, acompañados también por Jazmín y Nina; de modo que todo el equipo del Roller estaba listo para presentarse; juntos, como debía ser, como había estado destinado desde siempre.

(Sol) Rodar entre nubes, cada vez más lejos
(Simón) Estelas de luz apenas un reflejo, oh

(Ámbar) El tiempo que gira, más allá de mi cuerpo
(Matteo) El suelo no alcanza, este es el momento, oh

(Jim y Ramiro) Vuelo como el viento, busco, creo y siento
(Delfi y Gastón) Que no hay nada que nos pueda detener, decididos hay un nuevo amanecer.

(Equipo de patín) Vuelo como el viento, busco, creo y siento. Vamos a romper la ley de gravedad, del destino, desafiar la realidad.

La coreografía era algo espectacular: vueltas, cargadas, giros, piruetas; cada una de las parejas tenía una gran química, y al momento de agruparse, se notaba la buena conexión que existía en todo el equipo.

(Ramiro) Vuelo, vuelo como el viento, busco creo y siento
(Jim) Vuelo como el viento
(Ramiro) Vuelo, vuelo como el viento, busco, creo y siento

(Clara y Nico) Rodar y rodar, romper el laberinto
(Pedro, Nina y Jazmín) Buscar y buscar, ser uno, ser distinto.

(Yam) La velocidad, atrapa el movimiento
(Clara y Nico) La luna que brilla en cada pensamiento, oh

(Sol y Simón) Vuelo, como el viento, busco, creo, siento
(Ámbar y Matteo) Que no hay nadie que nos pueda detener, decididos hay un nuevo amanecer
(Jim y Ramiro) Vuelo, como el viento, busco, creo, siento
(Delfi y Gastón) Vamos a romper la ley de gravedad, del destino, desafiar la realidad

Todos unieron sus voces en un armonioso coro, mientras las parejas en la pista seguían dando lo mejor de sí; el momento cumbre de la coreografía llegó, aquel mismo paso que Jim y Ramiro debían realizar en la etapa anterior, ahora era llevado a cabo por las cuatro parejas, cada una en una esquina de la pista; una sincronía perfecta, el momento en que todos conectaron como nunca.

(Todos) Vuelo, como el viento, busco, creo, siento
Vamos a romper la ley de gravedad, del destino, desafiar la realidad... desafiar la realidad.

...

Los ganadores de la semifinal, el equipo del Roller, por supuesto, ahora sólo debían prepararse para la final de la competencia regional, la cual tenían más que asegurada.

El futuro había llegado también, muchas decisiones habían sido tomadas:

Sol había dejado el tema de los chicos en el pasado, ahora sólo se preparaba para asumir la responsabilidad de llevar el apellido Benson.

Ramiro terminó rechazando el gran premio del show, esto después de haber recibido una propuesta para unirse a un equipo profesional de patinaje; giras, presentaciones, horas de entrenamiento con los mejores, todo lo que él siempre había querido.

Jim se sentía feliz por él, y también por Yam, quien si aceptó el premio y ahora se preparaba para su lanzamiento como solista; por su parte, la pelirroja había recibido una beca en la mejor Academia de danza de Argentina, lo cual ahora combinaba con sus estudios en el Blake, sus entrenamientos en el Roller, y su noviazgo con Ramiro.

Delfi y Gastón no podían estar más felices, a tan sólo unas semanas de terminar sus estudios en el Blake, ambos habían recibido sus cartas de aceptación para la universidad de Oxford, en donde estudiarían juntos.

Por supuesto, no harían a un lado su pasión por la música y el patinaje, la cual sólo crecía día a día; al igual que el profundo amor que había entre ellos.

La Roller Band también aceptó el premio, y junto a Clara, estarían por arrancar una gira por Latinoamérica; el padre de ella le insistió para no hacerlo, pero ella permaneció firme en su decisión de seguir sus sueños, así que él no tuvo más opción que resignarse, todo con tal de que su hija fuera feliz.

Con la música, con haber recuperado su amistad con Ámbar, fortaleciendo también su amistad con Nina, quien estaba muy entusiasmada por iniciar un curso de Literatura a nivel universitario, apoyada siempre por Simón.

Si a todo eso, Clara le sumaba su relación con Nico y la emoción que le provocaba realizar esa gira junto a él, su vida no podía ser más feliz.

Ámbar y Matteo, los reyes de la pista, habían aceptado también el gran premio del show, ansiosos por triunfar como un dueto, la combinación perfecta: el talentoso y carismático músico junto a la hermosa cantante poseedora de una voz extraordinaria.

Nada podría detenerlos, nada podría volver a separarlos; estaban Destinados a nunca decirse adiós.

Fin...

...

¡No saben qué emoción me da concluir esta historia!

No me queda más que agradecerles por todo el apoyo que le dieron a esta novela, ha sido muy importante para mí, ya que fue la primera que publiqué.

No tengo más que decir, las invito a que lean el resto de mis novelas, sobre todo la más reciente llamada Soy... Rebelde, en donde también hay muchos shipps principales.

¡Mil gracias!

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