Capítulo 11 "quiero estar contigo"

401 39 1
                                    

Después de un rato salí a grabar la escena pero no vi a Leonor, grabé toda la escena y ella jamás se apareció así que habían dos motivos: se había ido o estaba en su camerino. Quiera ir a aclarar las cosas con ella pero seguramente me sacaría a los golpes de su camarín así que no fui, en cuanto terminé me fui al mío para cambiarme e irme a casa.

Salgo del baño y estoy por irme cuando veo a Leonor entrar a mi camarín completamente seria.

-Leonor

No me dice nada y se abalanza hacia mí, nuestros labios se unen de nuevo en un fogoso beso. Yo profundizo más el beso y la agarro de la cintura, la guío  hasta el tocador y después de tirar desesperadamente todo lo que había arriba la alzo sentándola en él sin dejar de besarnos. Ella se separa, pasa sus manos por mi pecho, me saca la remera, rodea mi cuello con sus brazos  y luego yo vuelvo a besarla apasionadamente.
Bajé mis manos a sus muslos y fui subiendo de a poco su vestido hasta que llegué a sus bragas, la miré y verla así tan excitada hizo que mi entrepierna se hinchara más; así que le saqué las bragas tirándolas al suelo y comencé a hacer trazar círculos sobre su clítoris, Leonor cerró los ojos y tiró la cabeza hacia atrás, soltó un gemido cuando metí dos dedos dentro de ella y comencé a moverlos cada vez más rápido.

Narra Leonor

Dios mío, me estaba volviendo loca, lo necesitaba dentro de mí.

-Sebastián, por favor.– ruego

Él entendió lo que quise decirle y se alejó de mí para sacarse el pantalón y su bóxer. Yo mordí mi labio al verlo y él volvió a ponerse entre mis piernas, cerré los ojos y abrí mi boca dejando escapar un gemido al sentirlo entrar en mí. me besó desesperadamente y yo me aferré a él, clavando mis uñas en su espalda y gimiendo en su oído. Me agarró de la cintura y entraba y salía de mí más fuerte.

-No pares.– gemí

Lo hizo más rápido y yo no podía evitar gemir. Estábamos los dos hundidos en un mar de exquisito placer.

-Voy a...

-Hazlo– lo interrumpí y le susurré al oído

Finalmente nos corrimos los dos, él dentro de mí. Se alejó un poco y me miró, yo me bajé del tocador y me arreglé el vestido, agarré mis bragas. Él me agarró de la cintura y me volvió a besar, mordiendo mi labio inferior

-Me encantas Leonor, y esto que pasó recién me dejó más en claro todavía lo que sentís por mí. No me voy a alejar de vos, y aunque me digas que lo haga sé que no queres

-No quiero que lo hagas– acaricio su mejilla– quiero estar contigo Sebastián,  siento tantas cosas por vos... y querer ocultarlas es un engaño que me hago a mí misma, te necesito

Él sonríe al escucharme y me besa apasionadamente, yo lo profundizo y luego nos abrazamos.

-Pero hay algo– me separo y él me mira– tenemos que mantener esto entre nosotros dos por ahora, no lo puede saber nadie más al menos hasta que terminen las elecciones

-Está bien, pero vos no lo queres a él.

-No, pero si me separo ahora de él puedo perjudicarle la carrera casi al cien por ciento, si eso pasa él nos destruiría a los dos y no quiero eso.

-Está bien, yo voy a esperar el tiempo que sea. Solo no quiero que te alejes

-No lo haré– sonrío

Él hace lo mismo y vuelve a besarme pero esta vez fue tierno.

Sálvame Where stories live. Discover now