Capítulo 32 "volver a empezar"

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La prensa se había vuelto loca por lo que había pasado y Lorenzo había quedado rabioso pero si intentaba algo contra mí sabía que se le iba a caer la careta así que no creía que fuera a hacer nada más que excusarse frente a las cámaras.
Llegué a casa y Leonor ya se había despertado estaba sentada en el sillón mirando una película, cuando me siente llegar me mira seria y yo me acerco a besar su frente

-Te sentís mejor?

-Si. Dónde estabas?

-Fui a caminar un poco, siempre salgo a caminar más o menos a esta hora

-A caminar?– arquea una ceja

-Si, a caminar.– sonrío

-Ok– sigue mirando la película

Al parecer le aburrió rápido ya que la sacó y empezó a cambiar canales. Yo me fui a servir un vaso de agua a la cocina y siento que en la tele estaban hablando de Lorenzo ¡mierda! Terminé de servirme el agua cuando siento la voz de Leonor

-Sebastián.

-Voy amor– sé que se va a molestar pero no podía dejar pasar algo así

Llego al living y me hace una seña pero que mire a la televisión

-Fuiste a caminar no?

Suspiro y me siento a su lado

-Leonor, lo que te hizo y hacía es grave. Ese hijo de puta no tiene derecho a tocarte y mucho menos hacerlo si estás embarazada; no tiene excusa alguna lo que hacía contigo y no estoy arrepentido de haberle roto la cara, ese imbécil se lo merecía por ser una mierda de persona.

-Tenes razón, pero sabes que ahora va a ser peor. No sólo vamos a tener la prensa encima sin dejarnos respirar, sino que él también va a querer hacernos mierda a toda costa. Te pedí que no fueras Sebastián, quiero estar tranquila, contigo, y empezar de nuevo; sobre todo por nuestro bebé.

-Lo sé y perdóname por no haberte hecho caso y haberte mentido pero no me arrepiento de haberlo hecho, alguien tiene que ponerlo en su lugar y la gente tiene que saber a qué grado de hijo de puta están por poner al frente del país

Ella sonríe y me abraza apoyando su cabeza en mi pecho

-Te amo– me mira

-Yo también te amo, hermosa– beso sus labios dulcemente

En mí que quedaba del día la televisión tenía Netflix puesto y aunque nuestros teléfonos sonaban a cada rato no respondimos en ningún momento, solamente respondí una llamada de Ana quien estaba como loca pidiéndome que le contara todo y lo hice. A la noche preparé la cena para ambos y comimos mirando otra película entre besos y risas; luego de eso nos fuimos a la habitación a dormir.

Al otro día yo me levanté y dejé durmiendo un rato más a Leonor, la llamé cuando tenía ya pronto el desayuno y luego de desayunar se fue a cambiar

-Amor– entro al cuarto e intento evitar tener una erección al verla solamente en ropa interior e inclinada buscando algo en la valija dándome una perfecta vista a su trasero

-Qué pasó?– me mira y sonríe

-Te acordas que hoy no tenes que ir a grabar?

-Si, lo sé.– se acerca a mí y rodea mi cuello con sus brazos– pero vos si, así que espera un aburrido día encerrada aquí adentro

-No pienso ir a grabar hoy, menos con todo el relajo qué hay afuera– la agarro de la cintura– tengo un mejor plan

-Ah si?– muerde su labio– cuál?

No respondo y la giro pegándola a mí, haciéndola sentir mi erección y muerdo ligeramente su oreja

-Mirá como me pones– le digo al oído

Leonor se vuelve a girar y nos besamos apasionadamente, entrelazando nuestras lenguas. Llevo mis manos a su trasero y la alzo haciendo que rodee mis caderas con sus piernas, camino hacia la cama y nos dejo caer. Yo me levanto enseguida para sacarme rápidamente la ropa y vuelvo a ella, besándola con desesperación.

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