Capítulo 29 "miedo"

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Sebastián estaba más que feliz con la noticia que le había dado y hasta había empezado a imaginarse cosas, yo me reía y lo escuchaba. Me encantaba que lo haya hecho tan feliz la noticia, pero a mí me preocupaba Lorenzo, es un maldito loco capaz de cualquier cosa y tengo miedo, miedo de que pueda hacerme algo o hacerle algo a mi bebé.

-Mi amor– me siento sobre sus piernas y rodeo su cuello con mis brazos

-Qué pasó?

-Hay un problema– preocupada

-Qué pasa?

-Es Lorenzo, está loco y puede hacer cualquier cosa cuando se entere– asustada– tengo miedo de que me haga algo a mí o a nuestro bebé

-Amor– acaricia mi mejilla– no te va a pasar nada, yo estoy acá y no voy a permitir que él les haga nada a ninguno de los dos– beso sus labios– quiero que vengas a vivir conmigo

-Qué?– sorprendida

-Si, quiero que vivamos juntos. Vamos a tener un hijo, te amo Leonor y quiero que formemos una familia, quiero que estemos los tres juntos

Pienso unos segundos y sonrío

-Está bien– lo beso

-Está bien que?

-Qué vamos a vivir juntos

Lo miro a los ojos y noto como le brillan, me besa emocionado y luego nos abrazamos. Ya no quiero esperar más, quiero hacer mi vida.

-Me tengo que ir– nos besamos por última vez y me levanto

-A dónde?

-Tengo que ir a hablar con Lorenzo, quiero hacer esto lo antes posible. No pienso estar un segundo mas en esa casa con él

-Voy contigo–agarra las llaves

-No

-Leonor, es peligroso. Voy contigo

-Mi amor, por favor. Tengo que hacer esto sola, ademas no le voy a decir que estoy embarazada. Simplemente voy a agarrar mis cosas y voy a volver, después le pido el divorcio

-Bueno déjame llegarte

-Tengo el auto afuera. Voy a estar bien mi amor– acaricio su mejilla– en un rato estoy acá de nuevo– él me besa y me voy

Sabía que si Rodolfo venía conmigo iba a ser todo mucho más difícil y no quería eso. Iría a buscar mis cosas e irme, después me comunico con él por el divorcio. Se lo diría todo personalmente pero con un hombre como Lorenzo no se puede hablar bien, estoy segura de que perdería la cabeza y no quiero que me lastime, mucho menos ahora que llevo un bebé en mi vientre.
Llego a la casa y saco las llaves para abrir; la casa estaba silenciosa, las empleadas no estaban y por la hora Lorenzo debería de estar en la empresa. Subí rápido a mi cuarto y me asusté dando unos pasos hacia atrás al ver a Lorenzo sentado en la cama, tenía la computadora al lado ¿que hace aquí a esta hora?

-Mirá quien llegó– se ríe y se levanta– por qué tan apurada?

-Venía a buscar algo– asustada

-Te divertiste con ese imbécil?

-De qué hablas?

-De esto– gira la computadora y veo un video de una cámara de seguridad donde Sebastián y yo lo hacíamos en la cocina– te pensaste que no me iba a enterar pedazo de trola de mierda? Te pensas que soy un pelotudo que podes meterle los cuernos en su propia casa?– se acerca a mí

-Yo lo quiero a él.

Apenas y digo eso Lorenzo me da un cachetazo demasiado fuerte, tanto que me hace caer al piso y luego me agarra del pelo, haciendo que lo mire. Mis lágrimas empezaron a caer

-Lorenzo soltame por favor, me está doliendo

-Ah si? Te duele– se ríe y lo hace más fuerte– lo hubieras pensado dos veces antes de cogerte a ese tipo.

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