Leonor Lanouette es una prestigiosa actriz casada con un político candidato a la presidencia pero para nada feliz. Él quiere que deje su profesión, lo que ella más ama hacer, ella no está dispuesta a aceptarlo y así es como empieza la "gran batalla"...
Después de almorzar Sebastián fue a darse un baño y yo aproveché a subir al cuarto para cambiarme, me puse una malla negra enteriza y agarré mi capelina. Luego bajé al patio a tomar y me senté en uno de los sillones cerca de la piscina a leer un libro.
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Al rato siento las manos de Sebastián sobre mis hombros y miro para arriba, él sonríe y me besa. Tenía puesto un short y no traía blusa, su pelo estaba medio mojado, mordí mi labio pero enseguida me controlé.
-Me encanta como te queda el traje de baño– se sienta a mi lado, pasa un dedo por la zona descubierta de la malla y luego me atrae hacia él– vamos al agua?– me besa
-Después, ahora tengo que terminar de leer al menos este capítulo– sonrío
-Está bien– volvió a besarme y caminó hacia la piscina
Se tiró y yo miraba como nadaba, estuve unos minutos viéndolo hasta que reaccioné y volví al libro pero ya no estaba prestándole atención así que lo cerré y fui con Sebastián. Me senté en la orilla de la piscina con los pies en el agua y él se acercó a mí
-Está fría– me quejé
-Cómo va a estar fría? Decís eso porque estabas en el sol recién, vení, entrá– extiende sus manos
-Ni loca– me río
-Vas a hacer que te mata a la fuerza?– se pone entre mis piernas y me agarra de la cintura
-Pero está fría mi amor, no tengo ganas– sonrío
-Sabes nadar?
-Si, por qué?
No terminé de hacer la pregunta que Sebastián me agarró fuerte de la cintura y tiró hacia adentro de la piscina haciendo que me mojara por completo
-Está helada!– me quejé
-No exageres– me acerca y besa mis labios
-Me las voy a cobrar, vas a ver
Ambos nos reíamos y le separo para nadar un poco, él hace lo mismo. Estuvimos un buen rato dentro de la piscina hasta que empiezo a darme frío así que salimos y me envolví en una de las toallas blancas que habían al costado de la piscina. Entramos a cambiarnos y al rato pedimos algo para cenar, el delivery demoró sólo unos minutos.
-Mañana tenemos que ir a grabar
-Si, vas a dejar que vayamos juntos o preferís que vayamos por separado?
Iba a contestarle pero me dieron unas enormes ganas de vomitar y tuve que correr al baño, cuando salí él estaba en la puerta del baño
-Amor, estás bien?– preocupado
-Si, es que no como esto muy seguido y me debe de haber caído mal.
-No comas más, vamos a dormir y mañana vamos a grabar, juntos, no me importa lo que digas.
Me río al escucharlo tan decidido y beso sus labios para luego subir al cuarto. Al otro día me desperté y Sebastián dormía a mi lado, sonríe, como me gustaría que fuera así todos los días de mi vida. Me acerqué a él para besar sus labios y comenzó a despertar de a poco, sonrió al verme.
-Buenos días– digo y Sebastián me besa, yo lo continúo
-Te sentís mejor, hermosa?
-Si, no te preocupes. Ya te dije que fue por la comida
-Está bien– acaricia mi mejilla– qué hora es?
-Tenemos que ir a grabar en hora y media
-Oh–sorprendido– entonces no pierdo más tiempo
Se levanta rápido, me besa y después se va al baño. Rato después ya habíamos llegado a grabar y después de ir a cambiarnos y que nos maquillaran empezamos a grabar. Íbamos por la mitad de los capítulos de la primera temporada de la serie y por ahora todo estaba quedando muy bien, esperábamos muy buenas críticas una vez terminada y lanzada.
