Capítulo 43 "baño"

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Leonor se aleja de mí y me empuja sentándome en el inodoro, yo la beso apasionadamente y luego ella baja metiendo mi pene en su boca, comienza a sacar y meter mi pene en su boca ayudándose con sus manos, mis manos van a su cabeza ayudándola con los movimientos. Tiro mi cabeza hacia atrás cerrando los ojos y no puedo evitar gemir. Estaba a punto de venirme cuando sentimos la voz de la niñera diciendo que ya habían llegado

-Mierda!– me quejo

Leonor se levanta, sonríe y besa mis labios. Se sienta encima de mí

-Un minuto Julia!– dice Leonor con voz alta para que pueda escucharla y vuelve a mirarme

Llevo mis manos a su trasero y la acerco más a mí para poder besar su cuello, ella se aleja un poco y tira la cabeza hacia atrás soltando un gemido al sentirme entrar en ella. La pego más a mí y comienzo a moverme lentamente

-Más fuerte.– gimió

Leonor se aferró a mí espalda sin poder evitar gemir en mi oído y yo aumenté la velocidad de mis embestidas. Luego de un rato así nos corrimos por completo y ella se quedó sentada sobre mí con su respiración agitada

-Voy a tener que enojarme más seguido– digo y ella se ríe

-Idiota.– me mira y la beso– vamos que quiero ir a ver a mi bebé– se levanta haciendo que salga de ella y se viste para después salir del baño.

Pasamos el resto del día paseando con Bianca y cuando era el momento nos fuimos al aeropuerto. El viaje fue bastante tranquilo, por suerte fue la noche así que la mayoría del viaje dormimos. Cuando finalmente llegamos a casa ordenamos las cosas y Leonor fue a cambiarse para darle de comer a Leonor ya que se había despertado en el camino a casa y tenía hambre.
Terminamos de organizarnos cuando ya era prácticamente noche, Leonor dejó durmiendo a Bianca y luego de darse una ducha se acostó.

Narra Leonor

Cuando me acosté mi teléfono comenzó a sonar y cuando miré era un teléfono desconocido pero atendí de todas formas

-Hola?

-Leonor! Soy Leonardo

-Oh, hola Leonardo– miro a Sebastián quien pone los ojos en blanco

-Perdón que te llame a esta hora pero recién llegué al hotel y quería decirte que me gustó mucho haberte visto de nuevo

-Fue una agradable sorpresa el encuentro, claro

Sebastián deja de leer el libro y se acerca a mí, comienza a besar mi cuello

-Quería preguntarte si no querías salir a comer un día de estos. Sé que estás casada ahora pero es solo en plan: amigos. Qué decís?

Sebastián hace una marca en mi cuello y yo me molesto

-No!– digo en voz alta

-No queres? Oh... bueno, está bien

-Nono, no era a vos Leonardo.

Sebastián sigue besando mi cuerpo y baja una mano pasándola por debajo de mis bragas y empieza a trazar círculos sobre mi clítoris. Cierro los ojos y me tapo la boca para no gemir

-Bueno– extrañado– entonces? Aceptas?

-S-Si....

-Perfecto, entonces mañana nos vemos para almorzar. Te puedo pasar a buscar?

-Ah, Sebastián!– no pude evitar gemir al sentir como Sebastián metía dos dedos en mí

-Leonor estás bien?– pregunta Leonardo confundido

-Si– agitada– tengo que colgar Leonardo, mañana terminamos bien de hablar si?

-Es...– no lo dejo terminar de hablar que corto la llamada y empujó a Sebastián dejándolo acostado y me siento encima de él– no podes hacer eso cuando estoy hablando por teléfono

-Ah no?– se ríe– igual ya lo hice, ese imbécil tiene que saber que sos mía

No le contesto y me abalanzo hacia él besándolo con desesperación. Comienzo a moverme sobre su miembro cubierto solo por un bóxer negro de Calvin Klein trazando círculos sobre él.

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