Leonor se aleja de mí y me empuja sentándome en el inodoro, yo la beso apasionadamente y luego ella baja metiendo mi pene en su boca, comienza a sacar y meter mi pene en su boca ayudándose con sus manos, mis manos van a su cabeza ayudándola con los movimientos. Tiro mi cabeza hacia atrás cerrando los ojos y no puedo evitar gemir. Estaba a punto de venirme cuando sentimos la voz de la niñera diciendo que ya habían llegado
-Mierda!– me quejo
Leonor se levanta, sonríe y besa mis labios. Se sienta encima de mí
-Un minuto Julia!– dice Leonor con voz alta para que pueda escucharla y vuelve a mirarme
Llevo mis manos a su trasero y la acerco más a mí para poder besar su cuello, ella se aleja un poco y tira la cabeza hacia atrás soltando un gemido al sentirme entrar en ella. La pego más a mí y comienzo a moverme lentamente
-Más fuerte.– gimió
Leonor se aferró a mí espalda sin poder evitar gemir en mi oído y yo aumenté la velocidad de mis embestidas. Luego de un rato así nos corrimos por completo y ella se quedó sentada sobre mí con su respiración agitada
-Voy a tener que enojarme más seguido– digo y ella se ríe
-Idiota.– me mira y la beso– vamos que quiero ir a ver a mi bebé– se levanta haciendo que salga de ella y se viste para después salir del baño.
Pasamos el resto del día paseando con Bianca y cuando era el momento nos fuimos al aeropuerto. El viaje fue bastante tranquilo, por suerte fue la noche así que la mayoría del viaje dormimos. Cuando finalmente llegamos a casa ordenamos las cosas y Leonor fue a cambiarse para darle de comer a Leonor ya que se había despertado en el camino a casa y tenía hambre.
Terminamos de organizarnos cuando ya era prácticamente noche, Leonor dejó durmiendo a Bianca y luego de darse una ducha se acostó.Narra Leonor
Cuando me acosté mi teléfono comenzó a sonar y cuando miré era un teléfono desconocido pero atendí de todas formas
-Hola?
-Leonor! Soy Leonardo
-Oh, hola Leonardo– miro a Sebastián quien pone los ojos en blanco
-Perdón que te llame a esta hora pero recién llegué al hotel y quería decirte que me gustó mucho haberte visto de nuevo
-Fue una agradable sorpresa el encuentro, claro
Sebastián deja de leer el libro y se acerca a mí, comienza a besar mi cuello
-Quería preguntarte si no querías salir a comer un día de estos. Sé que estás casada ahora pero es solo en plan: amigos. Qué decís?
Sebastián hace una marca en mi cuello y yo me molesto
-No!– digo en voz alta
-No queres? Oh... bueno, está bien
-Nono, no era a vos Leonardo.
Sebastián sigue besando mi cuerpo y baja una mano pasándola por debajo de mis bragas y empieza a trazar círculos sobre mi clítoris. Cierro los ojos y me tapo la boca para no gemir
-Bueno– extrañado– entonces? Aceptas?
-S-Si....
-Perfecto, entonces mañana nos vemos para almorzar. Te puedo pasar a buscar?
-Ah, Sebastián!– no pude evitar gemir al sentir como Sebastián metía dos dedos en mí
-Leonor estás bien?– pregunta Leonardo confundido
-Si– agitada– tengo que colgar Leonardo, mañana terminamos bien de hablar si?
-Es...– no lo dejo terminar de hablar que corto la llamada y empujó a Sebastián dejándolo acostado y me siento encima de él– no podes hacer eso cuando estoy hablando por teléfono
-Ah no?– se ríe– igual ya lo hice, ese imbécil tiene que saber que sos mía
No le contesto y me abalanzo hacia él besándolo con desesperación. Comienzo a moverme sobre su miembro cubierto solo por un bóxer negro de Calvin Klein trazando círculos sobre él.
ESTÁS LEYENDO
Sálvame
RomanceLeonor Lanouette es una prestigiosa actriz casada con un político candidato a la presidencia pero para nada feliz. Él quiere que deje su profesión, lo que ella más ama hacer, ella no está dispuesta a aceptarlo y así es como empieza la "gran batalla"...